El presidente francés, Emmanuel Macron, generó controversia con unas declaraciones en las que urgía a Europa a no seguir ni a Estados Unidos ni a China sobre Taiwán, que obligó a Washington a reiterar su “confianza” en su aliado europeo.

“Lo peor sería pensar que los europeos debemos ser seguidores y adaptarnos al ritmo estadounidense y a una sobrerreacción china”, dijo Macron, en una entrevista publicada el domingo en varios medios como el diario Les Échos tras un viaje al gigante asiático. El presidente llamó además a Europa a “despertarse”.

“¿Por qué deberíamos ir al ritmo elegido por otros? En algún momento debemos preguntarnos si nos conviene”, sabiendo que “no queremos entrar en una lógica de bloque contra bloque”, agregó.

Sus declaraciones y su visita a China, donde se reunió con su par Xi Jinping, fueron criticadas por la prensa en Estados Unidos. Para el diario The New York Times, su viaje “socavaba” los esfuerzos de Washington para frenar la influencia china.

La Casa Blanca se vio obligada a responder el lunes a la polémica. El portavoz del Consejo de Seguridad Nacional, John Kirby, reiteró su “confianza” en su “excelente” relación con Francia y entre los presidentes Joe Biden y Emmanuel Macron.

Este martes, un allegado del presidente francés, el eurodiputado Stéphane Séjourné, aseguró en la radio France Inter que este no se mantuvo “equidistante” entre Pekín y Washington y que el “aliado” de Francia es “evidentemente” Estados Unidos.

Pero este exconsejero político advirtió que “en caso de conflicto armado” entre China y Estados Unidos sería la “Tercera Guerra Mundial” y que Macron reiteró así que Europa debe ser “una potencia de equilibrio”, que obre por una “desescalada”.

Para los analistas, sus declaraciones pueden crear una nueva confusión entre sus aliados occidentales. “Es una inversión total de la responsabilidad de las tensiones”, dijo a la AFP Antoine Bondaz, de la Fondation pour la Recherche Stratégique (Fundación para la Investigación Estratégica, en francés).

China considera Taiwán una provincia rebelde y parte de su territorio, que pretende recuperar incluso sin descartar la fuerza. El sábado, China lanzó ejercicios militares alrededor de esta isla, cuyo principal aliado es Washington.

Ursula Von der Leyen, presidenta de la Comisión Europea llegando al Gran Salón del Pueblo en Beijing, China, el 6 de abril, para reunirse con Macron y Xi. Foto: Ng Han Guan / EFE, EPA

Ursula Von der Leyen, presidenta de la Comisión Europea llegando al Gran Salón del Pueblo en Beijing, China, el 6 de abril, para reunirse con Macron y Xi. Foto: Ng Han Guan / EFE, EPA

La Unión Europea ve “una sola China”, pero se opone a que cambien las cosas en Taiwán

La Comisión Europea recordó este martes su respeto a la política de “una sola China”, pero, al mismo tiempo, se opuso a “cualquier deseo de cambio unilateral del statu quo” en Taiwán, “en particular con el uso de la fuerza”, tras los ejercicios militares que Pekín concluyó ayer alrededor de la isla.

“Hay una política bien establecida que es la de ‘una sola China’ y continuamos haciendo un llamamiento a la paz y la estabilidad en el estrecho de Taiwán y nos posicionamos de manera clara contra cualquier deseo de cambio unilateral del statu quo, en particular con el uso de la fuerza”, dijo el portavoz de la Comisión, Eric Mamer.

Mamer respondió así cuando se le preguntó por la entrevista que el presidente Macron en la que defendió la necesidad de que Europa siga su propio “ritmo”.

El portavoz jefe del Ejecutivo comunitario también afirmó que entiende “absolutamente” que Pekín tratase con mayores honores a Macron que a la presidenta de la Comisión, Ursula Von der Leyen, durante la visita que ambos hicieron la semana pasada.

“No estuvimos sorprendidos por las diferencias protocolarias”, aseguró Mamer, ya que la del presidente francés “fue en una visita de Estado, mientras que la otra fue, lo que yo llamaría una visita de trabajo de alto nivel”.

Durante el viaje, el presidente chino, Xi Jinping, recibió a Macron en persona antes de la reunión trilateral que mantuvieron junto a la presidenta de la Comisión, Ursula von der Leyen, quien, por contra, subió sola las escaleras para sumarse al encuentro.

Además, Xi cenó con Macron en la ciudad sureña de Cantón, un gesto poco habitual del mandatario asiático, poco propicio a reunirse con líderes internacionales fuera de Pekín.

Mamer defendió también que Von der Leyen mantuviese una postura más firme de la UE ante Pekín que la de Macron, ya que como cualquier líder internacional tiene “derecho” a expresar su visión sobre cómo deben ser las relaciones con Pekín.

La presidenta de la Comisión defendió la necesidad de seguir manteniendo contactos diplomáticos con China, pero, al mismo tiempo, minimizar los riesgos que tiene la UE dada la alta dependencia que tiene de China, sobre todo en cuestiones como las materias primas.

El próximo sábado será el alto representante de la UE para Asuntos Exteriores, Josep Borrell, quien inicie un viaje oficial a China de dos días, al que seguirá una visita a Tokio.

Será el sexto dirigente europeo que viaje a China en los últimos meses, tras el canciller alemán, Olaf Scholz; el presidente del Consejo Europeo, Charles Michel; el presidente del Gobierno español, Pedro Sánchez, Macron y Von der Leyen. 

Con información de AFP y EFE.