En el Ministerio del Interior y la Policía Nacional hay cierta “molestia” con el accionar de algunos fiscales, precisamente por decisiones que estos han tomado en determinados casos. Son por lo menos tres casos que se han dado en las últimas dos semanas los que han provocado disgusto.
El primero fue en relación con un rapiñero, que cometió decenas de robos y logró ser capturado luego de hurtar una farmacia. Sin embargo, la fiscal Brenda Puppo liberó al hombre porque consideró que no tenía pruebas suficientes como para solicitar que se lo imputara. En ese momento, algunos actores de Interior arremetieron contra Puppo y afirmaron en los medios que “no era correcto” cómo se estaba tratando el caso. Esto sucedió el pasado martes 22 de octubre.
El sábado, un joven fue detenido en Durazno luego de que presuntamente robara un whisky en un supermercado del Centro de la ciudad. La Policía venía tras los pasos del hombre desde hace algunos meses, dado que había tenido intervención en otros cinco robos. Desde la Jefatura de Policía de Durazno explicaron a Montevideo Portal que el actuar ilícito del delincuente venía teniendo “gran impacto” en la población duraznense.
Cuando el caso llegó a Fiscalía, se celebró una audiencia en donde se dispuso el cese de la detención por acuerdo reparatorio. “El delincuente ahora sigue suelto y puede volver a robar cuando quiera”, agregó la fuente policial.
En el Ministerio del Interior comparten la misma visión que la Policía, dado que argumentan que no resulta “razonable”. “Tendría que haber más comunicación. Si detenemos a alguien que claramente ha incurrido en el delito, no puede quedar libre. ¿Cómo lo vas a justificar ante la ciudadanía?”, dijeron desde la secretaría de Estado.
Sin embargo, el caso que desató mayor polémica en el Ministerio del Interior fue el del pasado sábado. Ese día, efectivos policiales encontraron el cuerpo desmembrado de una mujer en el barrio Peñarol, luego de que algunos vecinos denunciaran.
Tras las tareas de investigación, pudieron determinar dos aspectos: dos mujeres se encargaron de deshacerse del cuerpo y el asesinato estuvo a cargo del grupo criminal de los hermanos Segales. Según el documento policial, al que accedió Montevideo Portal, una vez que la víctima ya estaba muerta, uno de los Segales les pidió a estas dos mujeres que “descartaran” el cuerpo. Allí ellas decidieron desmembrarla, ponerla en una bolsa y tirarla en una boca de tormenta del barrio Peñarol.
Las dos mujeres declararon ante el fiscal Leonardo Morales, quien dispuso que una de ellas quedara liberada y emplazada. “Tira un torso desmembrado y el fiscal la libera y emplaza. Decir molestia ya es poco”, consideró la fuente.
El punto que defiende el ministerio es que se le pide a la Policía “resultados”, pero esto “tira todo el trabajo a tierra”. Las autoridades repiten como si fuera un mantra que ellos entienden la independencia de Fiscalía, pero “no puede ser” que se den este tipo de situaciones.
“No es el lugar”
Consultado por Montevideo Portal, el fiscal de Corte, Juan Gómez, prefirió no hacer comentarios específicos sobre cada caso cuestionado. Entiende que este tipo de polémicas no se pueden poner en el ámbito público, sino que deben ser tratadas a puertas cerradas.
“No es el lugar de lo público donde se debe hablar de estas cosas, sino que se debe dar en ámbitos de coordinación”, opinó. Si bien reconoció que la actividad que hacen los fiscales es “humana” y por tanto también es “perfectible”, consideró que las mismas características tiene el trabajo policial.
“Yo podría decir muchas cosas del trabajo que hace la Policía, podría estar un buen rato, pero no tiene sentido porque el foco debe estar puesto en la sociedad y no en un ida y vuelta que resulta insignificante”, sostuvo Gómez.
El fiscal de Corte considera que ambos organismos deben trabajar juntos, dado que el éxito de uno conlleva al buen desempeño del otro. Por esto es que argumenta que las diferencias se deben subsanar a la interna y no exponerlas.