Los seis presos liberados de la cárcel estadounidense de Guantánamo, llegaron a Uruguay en la madrugada de este domingo.
Así lo confirmó el Ministerio de Relaciones Exteriores a través de un comunicado: "el gobierno de la República Oriental del Uruguay recibe a seis personas que se encontraban privadas de libertad en la cárcel de la Base Naval de Bahía de Guantánamo. La posición nacional respecto a esta decisión fue explicitada por el señor Presidente de la República en su carta abierta al Presidente de los Estados Unidos Barack Obama, de fecha 5 de diciembre".
En esa carta, Mujica manifestó que "recogiendo de nuestro mejor pasado esa vocación, hemos ofrecido nuestra hospitalidad para seres humanos que sufrían un atroz secuestro en Guantánamo. La razón ineludible, es humanitaria. A estas tierras han venido, desde nuestra independencia y aún antes, personas y contingentes a veces muy numerosos buscando refugio: guerras internacionales, guerras civiles, tiranías, persecuciones religiosas y raciales, pobreza y también extrema miseria, lejanas o muy cercanas".
Según informó el diario New York Times más temprano, "el Departamento de Estado confirmó este domingo, que los seis detenidos de la prisión de Guantánamo Bay fueron enviados a Uruguay. Es el grupo más amplio que parte de la prisión en Cuba desde 2009, y los primeros detenidos que son enviados a América del Sur. En la trasferencia está incluido un hombre sirio que mantiene una prolongada huelga de hambre en protesta a su detención por tiempo indefinido sin juicio".
El grupo llegó en un avión sanitario del gobierno de Estados Unidos. Cinco de ellos fueron al Hospital Militar, mientras que el sexto fue derivado al Hospital Maciel
Mohammed Tahamatan (palestino, 35 años): estuvo encarcelado 12 años. Es el segundo de 15 hermanos, que se caracterizaba en su infancia por su apego al estudio y la lectura. El 28 de setiembre del 2001 dejó su país para "escapar de la violencia y la pobreza", según la abogada Lauren Carasik, especializada en derechos humanos. Quiso ir a Afganistán, pero a medio camino, cuando estaba en Pakistán, un hombre le recomendó buscar ayuda en una casa en la que residían estudiantes árabes. Estando allí, el servicio de inteligencia paquistaní hizo una redada, lo detuvo junto a otros ocupantes de la casa y lo derivó a una base estadounidense en Afganistán, desde donde fue conducido a Guantánamo. Allí estuvo once años sin cargos en su contra. Un informe de la base de Guantánamo lo consideraba de "riesgo medio", según documentos de Wikileaks que adjuntamos.
Ali al Shabaan (sirio, 32 años): lleva 12 años preso. Estudió primaria y secundaria en Utayba, un pueblo que está a una hora y media de Damasco en coche. Estudió inglés seis años y trabajó en la herrería de su padre, ubicada en su pueblo natal. Según su abogado, espera su liberación desde el 2009, cuando las fuerzas de seguridad de Estados Unidos decidieran que junto a otros 85 detenidos no representaba una amenaza.
Abd Hadi Faraj (sirio, 39 años): lleva 13 años en Guantánamo. Fue detenido en diciembre del 2001 en Tora Bora, Afganistán. Hizo primaria en Hama. Trabajó como carnicero, empleado en una cantera y vendedor de frutas y verduras en un carro. También trabajó con su tío como mecánico.
Ahmed Adnan Ahjam (sirio, 36 años): creció en Aleppo, Siria. Su padre tenía una fábrica textil y su familia era de buen pasar. Aprendió el oficio de joyero. Se mudó a Kabul para seguir estudios religiosos y allí practicó varios deportes, como fútbol y vóleibol. Fue atrapado en una redada a fines del 2001 cuando intentaba huir del frente militar Alianza del Norte Afgana. Hizo más de una huelga de hambre para protestar por su situación en Guantánamo.
Abu Wael Dhiab (sirio, 43 años): su situación tuvo amplia repercusión internacional por su prolongada huelga de hambre, que llevó a temer por su vida. Su madre es argentina y su padre sirio. Tiene también la nacionalidad libanesa. Según un informe filtrado por Wikileaks, trabajó como conductor de camiones en la Fuerza Aérea Siria, vivió en Arabia Saudita como vendedor puerta a puerta y retornó a Siria, donde siguió trabajando como camionero hasta el 2000. Luego viajó a Pakistán, donde fue detenido en el 2002 en una redada en una casa. En el 2009, el servicio de seguridad de EEUU concluyó que podía ser liberado.
Abdul Bin Mohammed Ourgy, tunecino de 49 años: trabajó desde pequeño con su padre vendiendo ropa de segunda mano en Túnez. Hizo varios vuelos a Italia en 1989 para el negocio de su padre. Trabajó también en la construcción con su hermano, pero -de acuerdo al reporte estadounidense- decidió traficar drogas al estar insatisfecho con la paga. Fue arrestado en 1992 en Italia por esta misma actividad. Fue atrapado en la frontera entre Afganistán y Pakistán, donde fue conducido por fuerzas afganas, según él mismo expresó.
"Revisión exhaustiva"
En un comunicado oficial, el Departamento de Defensa de los Estados Unidos confirmó la transferencia Adnan Anham, Ali Hussain Shaabaan, Omar Mahmoud Faraj, Abdul Bin Mohammed Abis Ourgy, Mohammed Tahanmatan, y Jihad Diyab del Centro de Detención de la Bahía de Guantánamo al Gobierno de Uruguay.
"Como lo estipula el decreto del presidente del 22 de enero de 2009, la Unidad Interinstitucional de Revisión de asuntos de Guantánamo realizó una revisión exhaustiva sobre este caso. La misma examinó un número de factores que incluyeron cuestiones de seguridad y dio como resultado la aprobación unánime de la transferencia de estos hombres por parte de los seis departamentos y agencias que conforman la Unidad. De acuerdo con los requisitos legales, el Secretario de Defensa informó al Congreso de la decisión de los Estados Unidos de transferir a estos individuos y de su determinación de que esta transferencia cumpliera con los estatutos correspondientes", agrega el comunicado.
"Estados Unidos agradece al Gobierno de Uruguay su voluntad de apoyar los esfuerzos de Estados Unidos para cerrar el Centro de Detención de la Bahía de Guantánamo. Estados Unidos coordinó con el Gobierno de Uruguay para garantizar que esta transferencia se realizara de acuerdo con las medidas de seguridad y humanidad apropiadas".
"Un nido de secuestro"
El viernes pasado, el presidente José Mujica aseguró que "el refugio está en el marco de las más nobles instituciones que hacen viable esta humanidad", y pidió a los uruguayos que recuerden que compatriotas como Alfredo Zitarrosa o Los Olimareños fueron beneficiarios de refugio durante la última dictadura.
Además, enfatizó que Guantánamo "no es una cárcel, sino un nido de secuestro", y apuntó que las condiciones en las que se encuentran los reclusos distan de ser las ideales. "Una cárcel supone una sujeción a algún sistema de derechos, a la presencia de alguna fiscalía, a la decisión de algún juez, cualquiera sea, y a algún mínimo de referencia desde el punto de vista jurídico", y de eso (Guantánamo) "no tiene nada".