Un informe publicado por el grupo de expertos Royal United Services Institute (RUSI), con sede en el Reino Unido, reveló nuevos detalles sobre las tácticas de artillería rusas obtenidos de entrevistas con soldados ucranianos realizadas por los analistas militares Jack Watling y Nick Reynolds.
La publicación destaca los hallazgos clave con respecto a la forma de guerra basada en la artillería de Rusia, según consignó el portal Insider.
No es ningún secreto que, después de que los primeros y ambiciosos ataques de Rusia terminaran en desastre en febrero-marzo, a partir de abril Rusia pasó a un estilo de guerra de desgaste orientado a la artillería en el este de Ucrania, golpeando a las unidades ucranianas con bombardeos abrumadores. "El desempeño generalmente mediocre de las fuerzas terrestres de Rusia se ha visto cada vez más compensado por su aprovechamiento de los fuegos de artillería masivos para facilitar un avance lento y metódico. El bombardeo sostenido ha desplazado progresivamente a la población local y arrasado con los asentamientos y la infraestructura que estaban siendo defendidos, obligando al ejército ucraniano a abandonar el territorio después de que sea devastado", analizó Watling.
Los bombardeos masivos expulsaron gradualmente a las tropas ucranianas de las ciudades simbólicamente importantes de Severodonetsk y Lyschansk a fines de junio, al tiempo que hicieron imposible que las fuerzas ucranianas se concentraran con la velocidad y el número adecuados para contraatacar de manera efectiva. Aún más inquietante, Watling estima que las pérdidas de personal ucraniano ahora pueden estar acercándose a la paridad con las de Rusia.
El lado positivo es que las unidades ucranianas han evitado repetidamente el cerco y la aniquilación, parte de los objetivos originales de Moscú en Donbás, a través de retiradas oportunas y relativamente ordenadas. De hecho, ganaron terreno alrededor de Kherson en el sur de Ucrania.
En este sentido, Rusia en realidad no tiene una gran ventaja cuantitativa en tropas de combate en comparación con Ucrania (porque no está completamente movilizada), pero tiene mucha más artillería; según el informe, los obuses rusos gastan una media de 20.000 proyectiles diarios, frente a los 6.000 disparados por Ucrania.
Según Watling, mientras que Rusia emplea obuses para atacar objetivos puntuales discretos, los sistemas de lanzamiento de cohetes múltiples se utilizan a menudo para impedir el movimiento de las fuerzas ucranianas al establecer una cortina de destrucción entre ellas y su objetivo deseado.
El empleo de la artillería por parte de Rusia puede carecer de delicadeza según los estándares occidentales, pero aun así ha tenido un papel dominante en la facilitación de la captura de objetivos clave y ha infligido bajas insoportables. Para hacer frente a este gigante destructivo, Watling argumentó que la clave es matar de hambre a la bestia; es decir: "…La carga logística planteada por el transporte y almacenamiento de la gran cantidad de proyectiles que permite a Rusia seguir maniobrando por fuego".
Eso se debe a que las fuerzas terrestres de Moscú dependen de la logística ferroviaria para abastecer a las fuerzas en comparación con los ejércitos occidentales, que carecen de camiones adecuados y equipos modernos de elevación de carga paletizada.