Desde el pasado miércoles 23 de octubre, cuando Peñarol jugó el partido de ida por la Copa Libertadores contra Botafogo, 22 uruguayos hinchas del carbonero están detenidos en Brasil.

Según información a la que accedió Montevideo Portal, se trata de 21 mayores de edad que se encuentran recluidos en el Complejo Penitenciario Bangú. Por su parte, hay también detenido en el país norteño un menor de 17 años que está privado de libertad en un centro de acciones socioeducativos destinado a menores infractores de muy baja peligrosidad. 

Después de los incidentes ocurridos en las vísperas del partido, sobre los apresados por la Policía brasileña fueron acusados por Fiscalía de ese país por diversos delitos: destrucción de la propiedad pública, destrucción de propiedad privada, asociación criminal, hurto, rapiña, porte de arma de fuego, porte de armas blancas y actos de discriminación racial.

Fuentes vinculadas al caso, además, agregaron que el humor social y mediático después de los desmanes ocurridos para con los uruguayos es mayormente de rechazo, lo que también puede incidir en el proceso judicial que tendrán que afrontar en los próximos días. Muchos de los detenidos, según supo Montevideo Portal, cuentan con antecedentes penales en Uruguay.

Por su parte, desde el gobierno uruguayo lleva adelante gestiones para que los que no han sido visitados puedan establecer contacto telefónico con familiares en Montevideo. En el caso del adolescente, ya fue visitado por sus padres.

Con respecto a la parte legal, Peñarol contrató al abogado Rodrigo Rey y otro grupo de especialistas para llevar adelante la defensa de los hinchas aurinegros presos en Río de Janeiro.  

En esta línea, se destacó que las etapas procesales se vienen cumpliendo de acuerdo con las leyes locales, mientras que, el consulado uruguayo está en permanente contacto con el Ministerio de Relaciones Exteriores y con los representantes legales contratados por el equipo aurinegro.

Cronología de los hechos  

El miércoles 23 de octubre fue el día en que ocurrieron los incidentes que generaron la detención de las dos decenas de uruguayos, entre otros, que ya fueron liberados y pudieron regresar a Uruguay.

Al tomar conocimiento de lo que ocurría, robos, rapiñas, vehículos prendidos fuego, entre otros, la policía brasileña detuvo a buena parte de los presentes en la Plaza do Portal en la zona de Recreio, cerca de Barra da Tijuca.

El jueves, el Consulado uruguayo, que ya estaba al tanto de la situación recibió a personas que tras el partido se presentaron para denunciar que en el estadio habían “extraviado” o les fueron robados sus documentos de identidad. Por esta razón, se debieron expedir en muchos casos nuevos documentos para que pudieran regresar al país. Luego de los incidentes, fueron liberados más de 220 hinchas aurinegros que habían sido detenidos la noche del partido tras un trabajo conjunto entre Peñarol, el Consulado y el gobierno brasileño.

En otro orden, las fuentes señalaron que todos los 22 uruguayos detenidos están en buen estado de salud, con “las necesidades básicas cubiertas” y acceso a servicio médico en caso de ser necesario.

Durante las audiencias preliminares que se están llevando adelante, el Consulado uruguayo está oficiando de observador y además colaborando en las traducciones del español al portugués o viceversa.

De todas las audiencias preliminares realizadas, solo un hincha de los detenidos fue liberado para regresar a Uruguay, mientras que para los 21 restantes se dispuso el traslado a la cárcel.

Tras la decisión judicial, el gobierno uruguayo intervino y se contactó con las máximas autoridades del sistema penitenciario del Estado de Río de Janeiro a efectos de solicitar y confirmar que el presidio de destino fuera Bangú —pabellón de extranjeros— con el objetivo de reducir riesgos a la integridad física de los compatriotas.

No obstante, dado la gravedad de las acusaciones de Fiscalía la expectativa desde el gobierno uruguayo no es optimista con respecto a que muchos de los detenidos sean liberados prontamente. Más bien, se entiende que algunos tendrán pena de cárcel.

En tanto, los contactos con familiares de los detenidos y sus abogados defensores se mantienen de forma asidua con el fin de garantizar los derechos de los uruguayos presos en un país extranjero. No obstante, la decisión final dependerá de la actuación de la Justicia brasileña.