Los mensajes del tres de Policía: acusación a Jorge Díaz y datos de un caso de violación

El pasado 3 de mayo, el exjefe de la custodia presidencial, Alejandro Astesiano, se comunicó con el subdirector ejecutivo de la Policía Nacional, Jorge Berriel, para pedirle información sobre una denuncia de abuso que hizo una joven en el marco de una fiesta de la juventud del Partido Nacional.

“Buenas tardes, Jorge”, escribió el exfuncionario de la Torre Ejecutiva. “¿Sabés algo de una fiesta que se realizó de los blancos y hay una denuncia de abuso por parte de una femenina?”, preguntó Astesiano a Berriel.

El jerarca policial le preguntó qué había pasado, y Astesiano respondió: “Estoy con el presi acá [Luis Lacalle Pou]”. Luego, el excustodio le dio algunos detalles más, como que había sido en una chacra, y Berriel contestó: “Sí, algo hay de hace unos días”.

En ese momento, Astesiano le pidió que lo mantuviera al tanto del caso. “¿Me podés conseguir las novedades?”, preguntó el imputado, quien está en prisión preventiva.

“Sí, ¿qué precisas?”, volvió a preguntar Berriel, y Astesiano argumentó que Lacalle quería ver las novedades “por las dudas de alguna pregunta de la prensa”. El tres de la Policía Nacional le pidió “algún otro detalle” y el excustodio envió una serie de archivos, según informó el periodista Gabriel Pereyra y confirmó Montevideo Portal en base a los chats.

Sobre el final de la conversación, Berriel le envió información con todos los datos de los denunciados y de la víctima. “Por ahora es lo que tengo”, le aclara el policía, y agrega: “Te amplío cuando tenga el resto”.

Astesiano respondió: “Bien, está leyendo todo”, supuestamente en referencia a Lacalle. Horas más tarde, Berriel le mandó más información que incluía las declaraciones de la denunciante.

“El juez Díaz hizo que mataran a un policía”

En otro pasaje de los chats a los que accedió Montevideo Portal, Berriel y Astesiano mencionaron al exfiscal de Corte Jorge Díaz, actual abogado defensor de Carolina Ache, exvicecanciller. “Ahí estaba hasta las manos, sumado al exfiscal General”, sostuvo Berriel en referencia a un caso policial del que hablaban previamente.

“Sí”, respondió Astesiano, y Berriel siguió: “El juez Díaz hizo que mataran a un policía por no dar una orden de allanamiento. Si me acordaré. […] Después lo premiaron con el cargo de fiscal porque les dio tiempo a todos para limpiar todo”, agregó el jerarca policial.

“Sí, claro, si sabrá ese. Ese sabe todo y todito”, escribió Astesiano. “Así es”, dijo Berriel, y le puso fin al tema.

Ambos se referirían al caso Saúl Feldman, quien se atrincheró en su casa de Shangrilá (Canelones) luego de que se incautara un arsenal de caza y militar en una vivienda en Elba 4210, en el barrio capitalino de Aires Puros.

Al enterarse, la policía concurrió a la casa y Feldman asesinó de un disparo a Mario Morena, de 32 años. El fallecido era agente de segunda de la Dirección Nacional de Información e Inteligencia.

Tras esto, los efectivos montaron un cerco en torno a la vivienda y mantuvieron un intercambio esporádico de disparos durante la tarde y noche del sábado del 9 de abril de 2011.

Díaz, quien en ese momento era juez, ordenó detener el operativo sobre las 21:00 horas. Al otro día, efectivos del grupo GEO volaron con explosivos la puerta de la vivienda de Feldman e intentaron ingresar.

Algunos integrantes de la policía cuestionaron en su momento la decisión de Díaz y argumentaron que era necesario ordenar un allanamiento esa misma noche. Si bien este planteo trascendió, la realidad es que no hubo una solicitud formal de allanar la vivienda. 

El hombre, quien esperaba el ataque, hirió a dos policías, que sobrevivieron. Por lo menos hasta las 9:00 horas del domingo 10 de abril de 2011 hubo intercambios de disparos, que terminaron con la muerte de Feldman.