Los maquinistas alemanes iniciaron este martes la huelga más larga de la historia moderna del país que se prolongará hasta el lunes y que afecta primero al transporte de carga y después, a partir de esta madrugada, también al de pasajeros.
Se trata de la cuarta huelga del sindicato GDL en un lapso de tres meses en el marco de un conflicto con los Ferrocarriles Alemanes (DB) para llegar a un acuerdo sobre un nuevo convenido salarial.
La empresa ofrece un aumento del 4,8 % del salario a partir de agosto de este año y un segundo aumento del 5 % a partir de 2025 y una paga única de 2.850 euros para compensar la inflación.
Además, a partir de 2026 se ofrece la posibilidad de recortar la jornada laboral de 38 a 37 horas semanales.
El sindicado pide una reducción de la jornada a 35 horas semanales, un aumento de 555 euros mensuales y una paga única de 3.000 euros.
El Instituto de la Economía Alemana (IW) de Colonia calcula que la huelga tendrá un costo de hasta 1.000 millones de euros, ya que algunas empresas se verán obligadas a detener o ralentizar su producción por el retraso en la llegada de componentes.
"La economía alemana está en medio de una recesión que puede hacerse más grave con la huelga", dijo el director de estudios coyunturales del IW, Michael Grömling.
El ministro de Transporte, Volker Wissing, dijo que el conflicto está adquiriendo dimensiones destructivas.
EFE