Distintos sectores comenzaron a abrir sus puertas luego de que la situación sanitaria en nuestro país esté mayoritariamente "controlada". La semana pasada la empresaria y vocera de los gimnasios, Lourdes Rapalín, dijo a Montevideo Portal que un 90% de los locales había comenzado a abrir sus puertas, aunque estaban utilizando un protocolo que fue creado por ellos y que no estaba homologado por el Ministerio de Salud Pública.

Este lunes, el director de la Secretaría de Deportes, Sebastián Bauzá, dijo en radio Sarandí que si existe un caso positivo de COVID-19 en algún club o gimnasio, se harán responsables sus dueños. En tal sentido, agregó que desde la secretaría se continúa exhortando a no abrir sus puertas y que se envió un proyecto de decreto al Poder Ejecutivo y al Congreso de Intendentes para que comenzar a fiscalizar.

Montevideo Portal se volvió a comunicar con la vocera de los gimnasios para conocer su opinión sobre estos dichos. En primer lugar, Rapalín dijo que ellos son responsables desde el momento que decidieron abrir, desde el momento que decidieron comenzar un emprendimiento y desde el momento que decidieron "arriesgar".

"Nosotros, los gimnasios, somos los que arriesgamos e invertimos en el país, somos los que damos fuentes laborales. Tenemos la responsabilidad de velar y cuidar a cada uno de nuestros colaboradores. Nosotros no precisamos de una ley de responsabilidad empresarial para saber que somos responsables por nuestro equipo de trabajo. Pero también sabemos que cada gimnasio, si cumple con los protocolos exigidos, aunque no haya un oficial todavía, no vamos a ser responsables de un contagio. Porque la responsabilidad empresarial va sobre los funcionarios, no sobre los clientes", señaló la vocera de los gimnasios.

Con respecto a que exista un posible caso de coronavirus en los clientes, Rapalín dijo que esa situación "puede existir en todos lados", pero que la diferencia que existe en su caso es que "no obligan a nadie" a ir al centro deportivo.

"Nuestro rubro es voluntario, la gente va si quiere. Entonces, si quieren nosotros le exigimos un protocolo porque debemos cuidar al cliente para cuidar a nuestros funcionarios. Si el cliente cumple no tenemos por qué impedirle el ingreso", indicó.

Consultada sobre la exhortación de la que hablaba Bauzá, la vocera de los gimnasios dijo que "no necesitan que nadie los exhorte" porque "son generadores de salud" y "cuidan la calidad de vida de cada uno de sus clientes".

"Nosotros cerramos por decisión propia, aún fuera de la exhortación porque la exhortación vino después en el caso nuestro y las actividades deportivas, pero el día uno decidimos cerrar porque nuestro pilar es la salud y cuidar la salud de cada una de las personas que diariamente confía en nosotros. Dos meses estuvimos. Dos meses estuvimos así, cerrados. Me pueden decir que quizás hay gimnasios siguieron, pero ¿están en regla? ¿cumplen con todos los requisitos? Lo más probable que no porque quienes cumplimos con cada una de las normas de habilitaciones lo hacemos porque tenemos una responsabilidad atrás", sostuvo.

La empresaria explicó que después de esperar una respuesta por parte del gobierno luego de casi dos meses y medio, llegó un momento en que, al no tener una respuesta, decidieron abrir sus puertas. "Nosotros somos empresas privadas, somos los que arriesgamos cada día y la verdad que lo que menos queremos es tener un problema y jamás haríamos algo arriesgando la salud y toda nuestra inversión. Si decidimos abrir es bajo seguridad", agregó.

Finalmente, Rapalín explicó que se quieren cuidar 10.000 fuentes de trabajo y que el retorno de los gimnasios se da muy lento. "Es como empezar de cero y con deudas, pero el retorno a la vida normal puede demorar de dos a tres meses. Si nosotros empezamos a fines de junio esto no se reactiva hasta setiembre u octubre, y en ese caso ya muchas empresas desaparecerían. Lo mejor es la reeducación, la adaptación y de a poquito", concluyó Rapalín.