Los cables de cobre en Uruguay: un robo que deja vidas en el camino y ataca a la sociedad

Eran las cuatro y media de la mañana del domingo 22 de agosto cuando se escuchó una pequeña explosión y el grito de un vecino que insultaba al aire. Era la segunda vez en menos de una semana que intentaban llevarse el trozo de cable que establecía el límite entre dos casas. Ese cable que se encargaba de brindarle corriente a una casa al fondo que no se deja ver, con una reja blanca a pocos metros de la vereda. 

Estos dos últimos episodios generaron que, los vecinos de esa casa que se ubica a 32 kilómetros de Montevideo, decidieran poner cámaras de seguridad. Con ella, quedó registrado el momento en que una chispa envolvió por un instante a aquel hombre encapuchado. 

El video de seguridad muestra que salió corriendo y, ante la posibilidad de haber muerto en el intento, olvidó una pinza en el piso y su objetivo principal: el trozo de cable.

Imágenes del hombre que robó un cable y fue capturado por la cámara de videovigilancia de sus vecinos

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A principios de febrero de 2022, tres personas que intentaron robar una subestación de UTE ubicada en el barrio Lavalleja, en Montevideo, fueron internadas en cuidados intensivos. Una de esas personas falleció al quedar electrocutada, según informó en ese entonces el vocero de Bomberos, Simón Burlón.

Estas personas de 33, 39 y 53 años habrían recibido una descarga eléctrica en el instante.

Bomberos indicó a UTE que debieron retirar a tres individuos "accidentados" que "habían intentado robar parte de las instalaciones con la expectativa de que tuviera cobre'', aseguró el gerente de Distribución de UTE, Luis Cataldo a Telenoche.

Un caso similar se reportó en abril del 2021, cuando un adulto mayor en situación de calle intentó robar dos cables de alta tensión y murió electrocutado a la madrugada en Jardines del Hipódromo. Ese día, dejó a gran parte del barrio sin energía eléctrica.

En el barrio Nuevo Lecocq, un joven de 24 años murió electrocutado en marzo del año pasado por intentar cortar un cable de 6.000 voltios del tendido eléctrico. "Los funcionarios de la UTE ni siquiera se animan a manipularlo sin apagar antes el transformador. No se acercan a más de tres metros del cable hasta que el transformador esté apagado", dijeron fuentes cercanas a la investigación a Montevideo Portal. 

Entre enero y febrero de este año murieron dos personas en Uruguay por este motivo, según datos del Ministerio del Interior

En Uruguay, el kilo de cobre se compra, aproximadamente, a 200 pesos uruguayos. 

Para llegar al kilo, se precisan diez metros de cable.

Jhonny, un vendedor de cobre que publica afiches con precios de los metales que compra en el sitio Market Place de Facebook, explicó que si bien los cables tienen distinto grosor, el cable que se hurta con más frecuencia es el de UTE. También se roba, aunque menos, el de ANTEL.

No todas las personas que compran este metal aceptan el cobre de los cables. Al menos, es una afirmación que se repite mucho y en donde a veces tratan de refugiarse aquellos que sí lo hacen, pero que por miedo a las represalias legales lo desmienten.

“Compro cobre”, dice un cartel blanco y azul de chapa, pintado a mano, sobre la vereda y advierte la llegada a una sede de compra de cobre en Canelones. El letrero informa que ahí el metal se presupuesta a 220 pesos el kilo. Al escuchar el timbre, el portón se abre automáticamente y sale un adulto mayor en una silla de ruedas eléctrica, esperando una nueva propuesta de venta.

“Yo compro cobre pelo, que es cobre de cable, y después cobre tacho, tanques de calefón y piezas”, aseguró. Añadió que los cables de UTE no se pueden comprar porque “están declarados como robados”. 

“Cable robado no compro”, remarcó, asumiendo que nadie ve las camionetas que llegan a su domicilio con rollos de cable listos para ser comprados. A pesar de que él asegura que no lo hace, los testimonios de sus vecinos indican lo contrario. 

José, otro comprador que anunció su negocio en redes sociales, comentó que para vender el cobre que proviene de los cables UTE y que no se pueda diferenciar de otros, necesita que lo corten en fragmentos de al menos diez centímetros. Después, hay que pelarlo y desarmarlo. “No se lo compra nadie sino”, dijo.

“El cobre de UTE no se compra así nomás, yo por ejemplo no”, añadió, y explicó que el cable de UTE es “un cable especial”, trenzado, que “trae alambre en el medio”. Estimó, además, que por metro de cable se puede sacar un kilo de cobre.

En Uruguay, el negocio del cobre y el hurto de cables se han vuelto un tema recurrente para la Policía. Según datos del Ministerio del Interior, el hurto de cables descendió un 18,04% en un año. En enero del 2022 se registraron 427 casos, mientras que, en enero del 2021, 521. 

En julio del año pasado, el ministerio presentó ante el Parlamento un nuevo artículo para penalizar de forma específica este tipo de delitos. El Subsecretario del Ministerio del Interior, Guillermo Maciel, planteó ante la Comisión de Presupuesto y Hacienda de la Cámara de Diputados, unos días antes de la presentación de la propuesta, su preocupación ante el robo de tendidos de cables. Hizo énfasis en el hurto de cobre, en los daños a la red de fibra óptica, transformadores, alumbrado público e incluso semáforos. 

“El Ministerio planteó en el Parlamento con su fundamentación la creación de un delito específico y autónomo, el Parlamento optó por otro camino en la redacción de la norma. La opción elegida fue incorporar un inciso al artículo 341 del Código Penal, el numeral 7°. Si se configura lo descrito en el numeral 6°, “la pena mínima será de veinticuatro meses de prisión”, declaró Juan Manuel Romero, de la Unidad de Comunicación del Ministerio.

El Ministerio del Interior informó que el hurto de cables bajó en un 18% de enero de 2022 a enero de 2021

En estos casos no se desarrolla un protocolo específico, porque, según Romero, “es un delito más”. Sin embargo, cuando la Policía encuentra cables de cobre se comunica con técnicos de UTE y ANTEL para que vean lo incautado y así poder determinar a qué organismo pertenece. 

En el 2020, UTE sufrió el robo de 56.000 metros de cable, lo que representó un aumento de 16% con respecto al 2019.

En el 2021, se registraron 7.506 hurtos de sus cables, siendo mayo el mes que hubo más robos por día con un promedio de 35,1, lo que equivale a 1.089 casos durante el mes. “Cuando el precio del cobre sube, los hurtos se disparan notoriamente. Subió mucho en el 2021, hubo un pico en mayo casi duplicó el valor comparado en años anteriores”, señaló Cataldo, gerente de Distribución de UTE.

Asimismo, explicó que el 2021 cerró con un total de 20.000 kilos de cobre robados, lo que significó un total de 39.102 clientes afectados en un año. “El 3% de los cortes de luz fueron ocasionados por hurtos”, señaló la autoridad.

Durante el año pasado hubo un total de 8.000 casos de hurto en nuestro país y más de 7.000 ocurrieron en Montevideo.

Por otro lado, Cataldo explicó que la ubicación de los hurtos se debe a las características físicas de las construcciones y edificios y no tanto por la zona, ya que, si la propiedad se encuentra retirada de la vereda, va a ser más fácil proceder.

Consideró “relevante y preocupante” la manipulación de lo eléctrico, ya que los funcionarios utilizan un equipamiento especial para esto y el año pasado se encontraron con doce personas hospitalizadas que intentaron robar cobre y no se protegieron.

Ante los casos de hurto funciona una Comisión Interinstitucional, presidida por la Directora Nacional de Industrias del Ministerio de Industria, Energía y Minería del Uruguay, y compuesta por representantes de este Ministerio, Fiscalía, ANTEL y UTE.

Existen rumores sobre la existencia de grupos de crimen organizado involucrados en estos casos. En ese sentido, Romero, comentó que la Policía trabaja en esto, “y prueba de ello son algunas operaciones realizadas con mucho éxito”.

Asimismo, se han informado varios casos de investigaciones y operaciones sobre este mercado. Uno de los casos más recientes ocurrió en octubre del 2021 y tuvo lugar en Rivera. Fue llamado Operación Hilo Negro.

Las investigaciones que realizó la Policía establecieron que los autores de los hurtos de este caso eran, en su mayoría, consumidores de sustancias estupefacientes que vendían los cables en distintos depósitos y chatarrerías de la ciudad de Rivera. El cobre sustraído de la quema del cable hurtado era vendido en galpones por cuarenta reales (equivalente a 329 pesos uruguayos) el kilo. Ese cobre era enviado a Porto Alegre, donde lo industrializaban.

Durante el año pasado hubo un total de 8.000 casos de hurto de cables de cobre en Uruguay y más de 7.000 ocurrieron en Montevideo.

En este caso, se detuvo a 14 personas y se incautaron dos toneladas con 170 kilos y medio de cobre, diecisiete toneladas con 980 kilos de baterías de autos en desuso, siete baterías, ocho vehículos, un remolque, tres revólveres, sesenta municiones, nueve celulares, un DVR de cámara de videovigilancia, 1.500 pesos, 431 reales, y herramientas.

Otro caso sucedió el 21 de julio de 2021 cuando la Policía incautó casi 490 kilos de cables, lo que equivale a 4.900 metros de cobre aproximadamente en depósitos de Montevideo con un valor de 143.080 pesos, según las boletas comerciales encontradas. 

Durante esta operación también se inspeccionó otro depósito ubicado en Manga, donde la Policía encontró 67.800 kilos de cable lo que equivale a 678.000 metros de cable. A su vez, fueron fiscalizados dos depósitos en Jardines del Hipódromo de donde se incautó 21,5 kilos de cable, 215 metros aproximadamente.

Por otro lado, el 4 de junio del 2021, luego de varios llamados por robos de cables de cobre de diferentes líneas del tendido público, la Policía realizó operativos en varias zonas para investigar.

Según datos del Sistema de Gestión de Seguridad Pública, hasta esa fecha se habían realizado 293 denuncias en Montevideo.

Estos operativos tuvieron lugar en asentamientos de Boix Merino, Aquiles Lanza e INVE, en la zona de Malvín Alto e incautaron 500 kilos de cobre, producto del robo de redes del tendido público tanto de UTE como de ANTEL. También se incautaron drogas, tres autos y artículos robados como televisores, balanzas y celulares.

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Casos en los que una persona decide cortar un fragmento de cable para venderlo, son cientos. El del hombre encapuchado que fue registrado por la cámara de seguridad de los vecinos del barrio, es uno de los tantos. 

En aquel video se vio, además de la pinza en la vereda, el cable colgando. Allí permaneció después de que otro hombre, compañero del primero, también saliera corriendo. Después de eso, el barrio quedó en un silencio extraño y en una conversación que duró días.