Techo dio a conocer un informe sobre el impacto socioeconómico de la emergencia sanitaria por covid-19 en 55 asentamientos de Montevideo. Entre mayo y junio del 2022, la organización llevó a cabo un relevamiento que evidenció un incremento “significativo y sostenido de la percepción de aumento de las vulnerabilidades desde el inicio de la pandemia”, a la vez que se percibe que los asentamientos han crecido en estos últimos tres años.
A su vez, señalan que, luego de finalizada la emergencia sanitaria por covid-19, la dimensión salud “dejó de ser una preocupación latente en estas comunidades”. En contraposición, las dificultades económicas y el acceso a alimentos se presentan como los principales problemas que enfrentan muchas familias que viven en asentamientos.
En este marco, resulta clave el trabajo realizado por merenderos y ollas populares, “que hoy día siguen siendo determinantes” para garantizar la alimentación de muchas personas.
De acuerdo con el informe, se encontraron “importantes carencias con relación al acceso a energía eléctrica, agua potable y a la red de saneamiento”. Según los datos relevados, este último es el servicio al que menos se tiene acceso.
Asimismo, se observó que en el 40% de los barrios relevados, la conexión a red eléctrica es mayormente ilegal. Mientras que, en lo que respecta al acceso al agua potable, el 61% de las personas encuestadas manifestaron que, en sus barrios, la mayoría de los hogares contaban con una canilla de agua potable dentro de la vivienda.
Por su parte, con relación al impacto en el ámbito económico y laboral, dos de cada tres personas consultadas consideran que su situación laboral se ha visto negativamente afectada por la emergencia sanitaria, mientras que la mitad manifiesta estar en situación de desempleo.
En esta línea, la mayoría de los encuestados consideraron que la situación económica de muchas de las familias empeoró si se la compara con aquella previa al inicio de la pandemia. Al tiempo que identificaron como principales necesidades los alimentos (42,1%), las fuentes de empleo (15,8%) y agua potable y saneamiento (15,8%).
Según los datos, “ninguna o pocas” familias tienen acceso a las tres comidas diarias. Mientras que el apoyo recibido por organizaciones sociales fue evaluado de mejor manera que el brindado por el Estado.
En tanto, en los 55 asentamientos relevados en este trabajo se identificaron 23 ollas populares y 20 merenderos en funcionamiento durante mayo y junio de 2022.