El caso de la banda de “fabricantes de eunucos” saltó en las últimas horas a los titulares de la prensa británica, luego de que dos de sus integrantes se declararan culpables en primera instancia de mutilar a su propio jefe. El lesionado en cuestión es el noruego Marius Gustavson, a quien le arrancaron un pezón y le congelaron una pierna hasta el punto de hacer necesaria la amputación. El sujeto, actualmente en prisión, compareció mediante videoconferencia y estaba en silla de ruedas.
El miércoles, el noruego se presentó ante un tribunal londinense junto a sus cómplices y a la vez agresores. Se trata de Damien Byrnes, londinense de 35 años, quien entre lágrimas admitió haber extirpado el pene de Gustavson el 18 de febrero de 2017. El otro es el exenfermero Nathan Arnold, de 48 años y también londinense, quien admitió la extirpación parcial del pezón de Gustavson, hecho ocurrido en 2019. También se declaró culpable de robo de medicamentos del hospital donde trabajaba en 2016, y de un delito de “pornografía extrema”.
Gustavson, de 45 años, originario de Noruega y radicado también en Londres, sería el cabecilla de una conspiración de gran alcance que involucró hasta 29 delitos de modificaciones corporales extremas, extracción de partes del cuerpo, comercio de esas mismas partes y la difusión de videos de tales procedimientos.
De acuerdo con el periódico local Daily Mail, el grupo filmaba videos de las “modificaciones corporales extremas” que llevaba a cabo y luego las subía al sitio web de Gustavson, llamado Eunuch Maker (fabricante de eunucos).
El informe detalla que estas prácticas se enmarcan en una subcultura donde hombres deciden convertirse en “nulos” mediante la extirpación de testículos y pene. Estas personas se habrían sometido voluntariamente a las castraciones de Gustavson y sus cómplices, lo que no exime a estos de la acusación haber practicado una serie de delitos graves.
La Policía Metropolitana de Londres informó que los cargos presentados se relacionan con 13 presuntas víctimas dentro de las 29 mencionadas. Asimismo, estiman que el grupo estuvo activo durante seis años y obtuvo ganancias por alrededor de 200.000 libras (unos 249.000 dólares).
Un cuarto individuo, llamado Peter Wates (66), compareció en la misma audiencia. Considerado como la “mano derecha” del noruego, se declaró culpable de conspiración para causar lesiones corporales graves entre el 1° de enero de 2016 y el 1° de enero de 2022.
Caroline Carberry, fiscal del caso, calificó a Wates de “participante clave” porque habría actuado como cirujano —por lo tanto, autor material— en al menos nueve castraciones. En la audiencia comparecieron otros cinco individuos, a quienes no se solicitó que se declararan culpables.
En el juzgado se acusó a Gustavson, Byrnes, Arnold y Wates de cometer “modificaciones corporales extremas, incluida la extirpación de penes y testículos”. Estas acciones eran filmadas y publicadas en el sitio web ya mencionado, donde internautas pagaban para verlos.
Gustavson, líder de la banda y también víctima de las acciones, está acusado de conspiración para causar lesiones corporales graves con intención entre el 1° de enero de 2016 y el 1° de enero del año pasado y cinco cargos de causar lesiones corporales graves a cinco presuntas víctimas.
Estos cargos incluyen la extirpación del pene de un hombre, el pinzamiento de los testículos de otro y la congelación de una pierna, que requirió amputación.
Además, se lo acusa de adquirir o poseer bienes de forma delictiva, y de crear digitalmente pornografía infantil, contenido que también difundió.
Los otros comparecientes fueron Ion Ciucur, David Carruthers, Janus Atkin, Ashley Williams y Jacob Crimi-Appleby, quienes están acusados de diferentes delitos relacionados con la red de mutilaciones y fueron arrestados en operativos policiales en Inglaterra, Escocia y Gales. Al igual que Gustavson, Wates y Ciucur declararon de forma telemática desde la prisión. El resto de los implicados lo hicieron de manera presencial, dado que están en libertad bajo fianza.
La Policía Metropolitana de Londres emitió un comunicado en el que alienta a quienes hayan sido víctimas de la banda a que radiquen la denuncia, y también a “buscar asesoramiento médico de su clínica local de salud sexual o médico de cabecera”.
El caso proseguirá con una audiencia fijada para el 31 de mayo, en la que los acusados podrán presentar sus alegatos. El comienzo del juicio está previsto para el 4 de marzo de 2024.