La Policía Civil de Brasil resolvió en las últimas horas un caso de secuestro que —luego de una insólita vuelta de tuerca— resultó no ser tal.
Según consignara el medio local Noticias R7, un hombre fingió haber sido secuestrado y torturado, algo que intentó acreditar cortando sus propias orejas. La motivación de semejante acto habría sido “sensibilizar a la mujer para que retomara las citas” que había interrumpido con él.
El hombre, cuya identidad no fue divulgada, presentó el pasado 29 de mayo una denuncia en el municipio de Confresa, en el estado de Mato Grosso. En su relato, aseguró que cuatro hombres lo habían secuestrado en el centro de la ciudad para llevarlo luego a una zona boscosa. Luego añadió que sus captores lo torturaron y le arrancaron las orejas como forma de castigo por involucrarse con una mujer casada.
Sin embargo, ciertas inconsistencias en la narración despertaron sospechas en los investigadores. A estas dudas contribuyó el hecho de que el individuo “tenía fama de mentiroso”, según enfatiza el citado informe.
Dos días después de recabar la denuncia, los investigadores revisaron el historial de búsquedas del denunciante y descubrieron que había investigado formas de cortar una oreja humana y las consecuencias que semejante mutilación aparejaría.
Poco después, la policía dio por concluida la investigación y el sospechoso fue acusado de denunciar un delito falsamente. Si es declarado culpable, podría recibir una pena de hasta ocho años de prisión.