Por The New York Times | Edgar Sandoval
Debió parecer un momento poco común de paz para un grupo de inmigrantes recién llegados que habían pasado la noche en un refugio de la ciudad fronteriza de Brownsville, Texas, tras un arduo viaje hacia el norte. El domingo por la mañana, mientras pululaban en el exterior, un todoterreno gris se pasó un semáforo en rojo, volcó y arrolló a la multitud que se agolpaba frente al refugio; mató a ocho personas e hirió a otras diez.
El conductor fue detenido y acusado de homicidio involuntario y otros cargos. Muchas de las víctimas siguen hospitalizadas. Las autoridades siguen investigando si el conductor arrolló a propósito a la multitud.
Esto es lo que sabemos.
¿Qué pasó?
El suceso tuvo lugar a eso de las 8:29 a. m. del domingo. La policía de Brownsville informó que había recibido varias denuncias de un accidente de tráfico frente al Centro Ozanam, un albergue para personas sin hogar que suele alojar a inmigrantes que cruzan la frontera desde México.
Los testigos describieron una camioneta Range Rover gris que se saltó un semáforo en rojo, perdió el control y volcó hacia un lado antes de estrellarse contra el grupo reunido afuera del albergue, en su mayoría hombres de Venezuela, cerca de una parada de autobús.
Cuando llegaron, los agentes se encontraron con una escena espantosa. Félix Sauceda, jefe del Departamento de Policía de Brownsville, aseguró que seis de las personas atropelladas murieron en el acto y dos fallecieron más tarde en el hospital. Otras diez sufrieron heridas graves.
¿Quién era el conductor?
La policía identificó al conductor como George Álvarez, de 34 años, residente de Brownsville. Este no es el primer encuentro de Álvarez con la policía. Sauceda afirmó que este había sido detenido en numerosas ocasiones en el pasado, incluyendo por cargos de saqueo, asalto, robo y conducir en estado de ebriedad.
Álvarez se niega a cooperar con los investigadores. Ha dado a la policía varios nombres diferentes y no se ha sometido a la prueba de alcoholemia ni a la toma de huellas dactilares.
Un informe toxicológico preliminar reveló que Álvarez tenía cocaína, benzodiacepinas y marihuana en su organismo en el momento del accidente, según un funcionario informado sobre la investigación. Sin embargo, la policía está esperando los resultados de más informes toxicológicos antes de determinar un motivo o qué papel pudieron haber desempeñado las drogas en el accidente.
Álvarez también estuvo al centro de un caso de exoneración que saltó a los titulares años atrás. Según los expedientes judiciales, Álvarez alegó que había pasado cuatro años en prisión después de que un agente penitenciario lo acusara falsamente de agresión.
En noviembre de 2005, cuando Álvarez tenía 17 años, fue detenido bajo sospecha de haber robado un vehículo. Tras ser trasladado a una cárcel local, un guardia lo acusó de agresión y pasó cuatro años en prisión. Más tarde salió a la luz un video que demostraba que Álvarez no había agredido al guardia, y luego fue puesto en libertad, según consta en los registros judiciales.
El actual abogado defensor de Álvarez, Sergio Galván, declaró para San Antonio Express-News que su cliente trabaja para una empresa de limpieza industrial con chorreado abrasivo y que tiene seis hijos.
¿Lo hizo a propósito?
En los días posteriores al mortal accidente, la policía estuvo investigando informes según los cuales Álvarez había gritado insultos antiinmigrantes al grupo al que atropelló, la mayoría de quienes había llegado a Brownsville en busca de asilo.
Podrían añadirse más cargos penales si los investigadores determinan que el choque fue deliberado, explicó Sauceda. Imágenes de video captaron a un grupo de migrantes que inmovilizó a Álvarez después de que intentó huir tras el choque.
¿Cuáles son los cargos?
La policía acusó a Álvarez de ocho cargos de homicidio involuntario, diez cargos de asalto agravado con arma mortal y conducción imprudente. Álvarez, que se encuentra detenido en una cárcel de Brownsville, compareció el lunes ante un juez de lo penal que le impuso una fianza de 3,6 millones de dólares.
¿Quiénes son las víctimas?
Las autoridades no han revelado la identidad de las ocho víctimas. La mayoría eran hombres procedentes de Venezuela de entre 20 y 40 años, según aclararon activistas de inmigración. En los últimos días, un gran número de migrantes han llegado a Brownsville y otras ciudades fronterizas en previsión del fin del Título 42, una norma impuesta por el gobierno de Trump a principios de la pandemia del coronavirus para facilitar la expulsión de los migrantes que cruzaban la frontera.
El Título 42, que llegó a considerarse un gran impedimento para solicitar asilo en Estados Unidos, expira esta semana. En los últimos años, muchos venezolanos han abandonado su país natal para solicitar asilo en Estados Unidos como parte de un intento desesperado por escapar de la pobreza y la opresión gubernamental.
Las autoridades de Brownsville han estado trabajando con funcionarios consulares venezolanos para identificar a las víctimas y reunirlas con sus seres queridos. El martes, siete inmigrantes seguían hospitalizados, según la policía, y tres habían sido dados de alta.
¿Qué vieron los testigos?
Los testigos describieron una escena de caos y horror cuando la camioneta todoterreno se dirigió hacia ellos. Yohonny Miratriz, de 38 años, que salió de Venezuela en marzo y se dirige a Garland, Texas, dijo que él y dos amigos se dirigían a una parada de autobús fuera del refugio donde se habían alojado cuando se produjo el accidente. Oyó un estruendo ensordecedor, seguido de un temblor en la calle bajo sus pies. Cuando se dio la vuelta, el tiempo pareció ralentizarse al ver que el vehículo ya volcado volaba hacia ellos.
“Tuve tiempo de pensar, ¿salto hacia delante o hacia atrás?”, recordó Miratriz. “¿Qué camino me daría más posibilidades de sobrevivir?”. Decidió lanzarse de cabeza y sintió el fuerte golpe de la parte delantera de la camioneta en su pierna izquierda. “Al principio no me dolió. Estaba en shock, pero luego el dolor llegó de golpe”.
Un amigo cercano, Luis Matute, de unos 30 años, murió en el accidente. Otro más, Johan Quiroz, de 40 años, resultó gravemente herido y fue trasladado a un hospital, donde se estaba recuperando, aseguró Miratriz.
“¿Cómo sobreviví? Creo que solo Dios lo sabe”. Anny Colina es abrazada durante una vigilia en memoria de los migrantes fallecidos el domingo, atropellados por un vehículo en Brownsville, Texas, el 8 de mayo de 2023. (Verónica G. Cárdenas/The New York Times). Migrantes cantan el himno nacional venezolano durante una vigilia por los migrantes fallecidos el domingo, atropellados por un vehículo en Brownsville, Texas, 8 de mayo de 2023. (Veronica G. Cardenas/The New York Times).