El expresidente de Estados Unidos, Barack Obama, quien estuvo de visita en Australia, reveló un secreto de larga data. Entre las conversaciones, que abarcaron desde las relaciones de Estados Unidos con China, el impacto de Donald Trump en la política mundial y los altibajos del puesto más alto, Obama confesó que tuvo una debilidad por una azafata de la aerolínea australiana Qantas.
Obama contó, durante un evento en el Centro Internacional de Convenciones en Sídney, sobre sus primeros recuerdos australianos.
“Viajaba desde Indonesia, donde vivía mi madre en ese momento, a lo de mis abuelos en Hawái. Viajaba solo”, detalló.
Un día, contó el expresidente, tuvo un día entero de escala para conectar con otro vuelo. Según dijo, una azafata de Qantas “lo atendió muy bien”. La funcionaria le ofreció Coca-Cola a quien unos años después se convertiría en un líder del mundo.
“Estaba muy enamorado de ella”, admitió Obama. “Me sentí muy elegante, muy mundano, viajando solo y esa es mi primera asociación con Sídney…. sigue mejorando cada vez que vuelvo”, agregó.
Además, la charla cubrió otros temas más “serios”, entre estos, elogió al líder chino Xi Jinping, a quien describió como “contundente y confiado”.
También habló sobre la guerra entre Rusia y Ucrania y “la difusión más amplia del autoritarismo de Putin, tanto en Rusia como en todo el mundo”, citó el portal Dmarge.
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