La belleza y sombra que brindan los plátanos capitalinos se contrasta por las manidas “pelusas” que emanan de estos árboles y que generan irritaciones y alergias en primavera. Montevideo Portal conversó sobre este tema con la doctora especializada en alergología Paola Camacho, quien brindó una serie de consejos para que estas sean lo menos molestas posibles.

“El platanero tiene una floración bastante grande, la conocida popularmente como pelusa, y la respuesta que genera en el organismo es más irritativa que alérgica”, explicó Camacho, quien es integrante de la Sociedad Uruguaya de Alergia e Inmunología. “Estos elementos entran en nariz y ojos y actúan como elementos de daño, ya que lesionan la mucosa nasal”, añadió.

Pero, además de las irritaciones, la alergóloga admitió que esta especie —que, según datos de la Intendencia de Montevideo, representan menos del 8% del total de los árboles de Montevideo— también son fuente de alergias. Esto se explica por la presencia de polen en el platanero, que se suma a la “gran cantidad” de este elemento que se encuentra en el ambiente en esta estación.

Entre los síntomas, tanto de la alergia al polen como de la irritación, está: el lagrimeo ocular, los estornudos, la tos, la obstrucción nasal, entre otros. La especialista apuntó a que la intensidad varía en caso de “un paciente que ya tiene una mucosa inflamada por ser alérgico desde antes”.

Señaló, a su vez, que si los síntomas afectan las actividades cotidianas de la persona es recomendable consultar con especialistas.

¿Cómo evitar al máximo irritaciones y alergias?

Las medidas recomendadas por Camacho son: en la calle, utilizar lentes de sol grandes que cubran todo el ojo y, en caso de congestión nasal, usar tapabocas. Por otro lado, de ser posible, evitar salir en las horas en las que hay mucho viento y, en caso de hacerlo, al llegar, lavar la cara con abundante agua. Otro tip es que al finalizar el día la persona se dé un baño y se lave la cabeza para eliminar los residuos que se pudieron acumular en el cuerpo.

En casa, cuando se lava la ropa, es recomendable colgarla adentro con el mismo objetivo de evitar los residuos de polen y pelusas del exterior. Si se viaja en auto, mantener las ventanas cerradas, y en moto usar casco con visor. También en el auto y en los hogares, cambiar los filtros de los aires acondicionados y, en los días de mucho viento, procurar tener las ventanas cerradas.

Por último, recomendó el uso de la aplicación para Android e iOS llamada MIA Alergia, desarrollada por un grupo de mujeres especialistas de Udelar. Allí los pacientes pueden revisar cómo está la concentración de polen en el ambiente día a día. Camacho dijo que, aplicando todos estos consejos, “en general los pacientes mejoran las molestias”.

Una breve historia

Platanus x acerifolia es el nombre científico del plátano común, también llamado plátano de sombra. “La letra equis del nombre indica que se trata de un híbrido, una cruza entre Platanus orientalis, de origen euroasiático, y Platanus occidentalis, originario de los bosques de Norteamérica”, señala un informe elaborado por la intendencia.

Esta variedad híbrida llegó desde el continente europeo hasta a Inglaterra, pero fue en Paris donde se consagró como árbol de ornato urbano, dada su resistencia al hollín y su capacidad para resistir las agresiones propias del entorno urbanita .

En ciudades como Barcelona, Madrid y Montevideo, el plátano cumple a satisfacción los requisitos para copar las aceras: follaje caduco, que genere sombra y refresque las calles en verano. En contrapartida, a ausencia de hojas en invierno permite pasar la luz, algo muy de agradecer en esa época fría y gris del año.

“La vida en la ciudad puede ser muy dura para los árboles”, subraya Figueredo, hecho que también convierte a los plátanos en una buena elección. En ese sentido, la profesional destaca la resistencia de estos árboles, que pueden sobrevivir a podas mortales para otros vegetales, y también se sobreponen a la mutilación de sus raíces, causadas por obras en calles y aceras.

En el citado artículo se ofrecen cifras que hablan con claridad del éxito del plátano en nuestra capital. Se introdujeron en 1891, y para 1913 ya había más de 4.000 de ellos en los espacios públicos. Su presencia es particularmente numerosa en barrios como el Centro, Cordón, Palermo, Parque Rodó, Goes, Reducto y las avenidas Rivera, General Flores, 8 de Octubre, Garibaldi.

En la actualidad ya no se planta la variante híbrida que se utilizaba a fines del siglo XIX, sino Platanus occidentalis, norteamericano, que ofrece menor cantidad de flores y frutos.