Por The New York Times | Gaya Gupta
Desde hace años, Yevgeny Prigozhin, el líder del grupo mercenario Wagner que lideró una rebelión breve contra el Ejército ruso, había sido un partidario leal del presidente de Rusia, Vladimir Putin.
En los últimos meses, siguió sin criticar de manera directa a Putin, incluso conforme utilizó cada vez más las redes sociales para juzgar con dureza al Ejército ruso, al acusar a sus líderes de traición y al culparlos de fallar en brindar recursos suficientes a sus fuerzas.
No obstante, durante los últimos dos días, Prigozhin atacó la razón de la así llamada operación militar especial de Putin en Ucrania, envió a sus elementos a tomar la ciudad de Rostov del Don, en el sur de Rusia, un centro neurálgico militar, y comenzó a mover convoyes del Grupo Wagner hacia Moscú. Putin movilizó tropas rusas para extinguir lo que llamó una rebelión armada y el presidente bielorruso, un aliado de Putin, negoció un alto al avance de Wagner.
A continuación, una mirada a la historia de Prigozhin y algunas de las afirmaciones que ha hecho:
Diciembre de 2016
Estados Unidos impuso sanciones contra quince entidades rusas, incluyendo a Prigozhin, por sus acciones en Crimea, que Rusia se anexionó de forma ilegal en 2014, y en Ucrania, donde separatistas respaldados por los rusos se apoderaron de territorio el mismo año. El Departamento del Tesoro de Estados Unidos enfocó su atención en empresarios que eran socios de Putin o estaban involucrados en actividades que ayudaron a la desestabilización rusa de Ucrania.
Febrero de 2018
Prigozhin fue uno de los trece rusos acusados por un jurado federal en Estados Unidos de interferir en la elección presidencial de 2016 a través de la Agencia de Investigación de Internet, una fábrica de troles que divulgó falsedades y libró una guerra de información para apoyar la campaña de Donald Trump.
Septiembre de 2022
Prigozhin reconoció de forma pública por primera vez que era el fundador de la organización mercenaria Wagner, cuyos combatientes se desplegaron junto a las tropas rusas en Ucrania. Anteriormente los elementos de Wagner operaron para apoyar las campañas militares del Kremlin en África y el Medio Oriente, lucharon en ocasiones contra fuerzas estadounidenses.
Octubre
Prigozhin fue uno de los dos poderosos partidarios de Putin que se volvió de manera pública contra el liderazgo del Ejército ruso después de que ordenó una retirada de Limán, una ciudad clave en el este de Ucrania, lo que enfatizó que la retirada fue una gran humillación para el Kremlin.
Noviembre
Justo un día antes de las elecciones de medio mandato de Estados Unidos, Prigozhin se jactó de modo sarcástico de que Rusia estaba interfiriendo en las elecciones.
A través de un comunicado publicado por su empresa de banquetes, Prigozhin manifestó: “Caballeros, hemos interferido, interferimos e interferiremos. Lo haremos con cuidado, con precisión y de manera quirúrgica como somos capaces de hacerlo. Durante nuestras operaciones específicas, eliminaremos ambos riñones y el hígado a la vez”.
En ese momento, las tropas de Wagner avanzaban hacia la ciudad de Bajmut, en el este de Ucrania, que había estado bajo ataque ruso durante meses.
Febrero
Prigozhin acusó a dos líderes militares rusos de traición en una serie de mensajes de audio hostiles. Aseguró que el ministro de Defensa ruso, Serguéi Shoigú, y Valeri Guerásimov, el jefe del Estado Mayor, se negaban a dar municiones y suministros a sus combatientes para intentar destruir a Wagner.
A principios de ese mes, Prigozhin dio a conocer que Wagner ya no reclutaría combatientes de prisiones rusas, una práctica que había generado críticas por parte de grupos de derechos humanos, pero había impulsado los avances de Moscú en el este de Ucrania.
Mayo
Prigozhin emitió una serie de declaraciones incendiarias. Una vez más acusó a la burocracia militar rusa de privar a las fuerzas de Wagner de las municiones necesarias y amenazó con retirarlas de Bajmut. Días después, pareció dar marcha atrás sobre esa amenaza luego de aseverar que le habían prometido más armas.
Más adelante en el mes, las fuerzas de Wagner difundieron que habían capturado Bajmut, una afirmación que también habían hecho con anterioridad. Los funcionarios ucranianos negaron con rapidez la aseveración, pero días después reconocieron haber perdido la ciudad. Los medios estatales rusos mantuvieron el nombre de Prigozhin fuera de su cobertura de esos eventos.
Poco antes, Prigozhin desestimó un reporte de The Washington Post que sostenía que la inteligencia filtrada mostraba que se había ofrecido a compartir posiciones del Ejército ruso con Ucrania.
Junio
Las tensiones entre Prigozhin y el Ejército ruso crecieron aún más. Prigozhin señaló que Wagner no obedecería una orden que requeriría que firmara un contrato formal con el Ministerio de Defensa de Rusia antes de julio.
La disputa se intensificó con rapidez el 16 de junio, cuando Prigozhin hizo público un video de treinta minutos en el cual describía la invasión de su país a Ucrania como una “estafa” perpetrada por una élite corrupta que buscaba dinero y gloria sin preocuparse por las vidas de los rusos. También cuestionó la afirmación del Kremlin de que Kiev había estado a punto de atacar territorio separatista respaldado por Rusia en el este de Ucrania cuando Rusia invadió.
En referencia a las justificaciones iniciales de Putin para iniciar la guerra, Prigozhin mencionó: “No era necesaria la guerra para devolver a los ciudadanos rusos a nuestro seno ni para desmilitarizar o desnazificar a Ucrania. La guerra era necesaria para que un grupo de animales simplemente pudiera regocijarse en la gloria”.
Prigozhin también acusó a Shoigú de orquestar un ataque mortal con misiles y helicópteros en campamentos en la retaguardia de las líneas rusas en Ucrania, donde sus combatientes estaban estacionados.
El Ministerio de Defensa ruso negó las acusaciones y expresó a través de un comunicado que los mensajes que Prigozhin había publicado sobre supuestos ataques a los campamentos de Wagner “no corresponden con la realidad”. Su relato de los ataques sigue sin confirmarse.
Putin movilizó a las tropas rusas el sábado para defender a Moscú de lo que llamó una rebelión armada de Prigozhin, cuyas fuerzas reclamaron el control de Rostov del Don y se les vio moviéndose hacia el norte a lo largo de una autopista hacia la capital rusa. Luego, en un giro inesperado, el presidente de Bielorrusia, Alexandr Lukashenko, declaró que había logrado un acuerdo con Prigozhin para detener el avance de sus fuerzas. Prigozhin confirmó que estaba emprendiendo el regreso de sus elementos.
El portavoz del Kremlin, Dmitry Peskov, dio a conocer que Prigozhin huiría a Bielorrusia y que las operaciones militares de Rusia en Ucrania continuarían sin cambios.