Martes 7

Un grupo de adolescentes, externos al Liceo N.º 2 Héctor Miranda, “ingresó de manera abrupta” al centro educativo, “violentando a dos estudiantes y un profesor”. Estos jóvenes ocasionaron, pues, “lesiones físicas y emocionales” y generaron “un ambiente tenso y de inseguridad” en la comunidad educativa, de acuerdo con un comunicado de la sala docente del liceo difundido en redes.

De acuerdo con una carta que elaboró la dirección del centro educativo más adelante, el conflicto “se originó fuera” del instituto durante el fin de semana y, debido al uso de las redes sociales, “tomó otro nivel que excedió a los protagonistas y desembarcó” en los pasillos, puerta y alrededores del Liceo Miranda.

Asimismo, Luciana Spadaro, docente de Dibujo (Comunicación Visual) de cuarto y quinto año en el liceo, contó a Montevideo Portal que el hecho también causó que se rompiera el vidrio “grande” del laboratorio de biología, por lo que “fue una suerte” que no hubiera más heridos. Este grupo de estudiantes ajenos al Miranda buscaba a otros jóvenes que sí eran alumnos del liceo, narró la profesora, pero “en realidad terminaron dando con otro grupo, que no tenía nada que ver” y allí se produjo el conflicto.

Luego de “un enredo” en las escaleras, donde más personas defendieron a las víctimas, los agresores se retiraron del centro educativo.

Miércoles 8

“Un grupo mucho más numeroso” de jóvenes retornó al liceo al día siguiente, según el comunicado de los docentes, e intentó ingresar por la puerta principal. Spadaro detalló que fue alrededor de las 13:30-14:00, “en el interturno o primera hora de la tarde”.

De acuerdo con la docente de Comunicación Visual, con los sucesos del día anterior la portera “estaba más alerta” y “se dio cuenta de que estaban tratando de entrar”; “de hecho, bajé para ir al baño y la portera me alertó al grito de ‘¡no bajes! ¡No bajes! Andá para arriba porque quieren entrar", relató.

Spadaro, a su vez, advirtió a la adscripta. Según detalla el comunicado del cuerpo docente, “rápidamente, un grupo muy reducido” de educadores “puso en riesgo su integridad saliendo a la vereda a desarticular la situación de conflicto”.

No obstante, los jóvenes que intentaban entrar “rodearon el liceo tratando de ingresar por las ventanas mediante agravios, insultos y amenazas”, de acuerdo con el texto.

La profesora de Dibujo, que formó parte de las reuniones con sus colegas de las cuales se elaboró el documento difundido, indicó que la directora del Miranda se dirigió a los adolescentes y les solicitó que se retiraran y, luego, se llamó al 911; según la carta, los efectivos demoraron “más de 20 minutos” en llegar.

Mientras tanto, cerraron “provisoriamente” el liceo “para salvaguardar a la comunidad liceal”. “El móvil llegó al liceo, permaneció unos minutos y se retiró”, añaden los profesores en la misiva. Spadaro acotó que se logró “disuadir un poco el asunto”.

No obstante, cuando se desarrollaba la sala extraordinaria de los educadores y se pensaba que la situación “había sido resuelta” por el día, el grupo volvió al liceo “con objetos amenazantes”, según relatan en la carta. La profesora, que trabaja allí desde hace unos 10 años, añadió que esta vez eran aún más los adolescentes que acudieron al Miranda, alrededor de 20, estimó. Sin embargo, “no quedó en nada más que amenazas”, señaló.

De esta manera, el grupo de docentes elaboró la mencionada carta, que fue publicada el miércoles 8 y difundida y viralizada en redes. “Ante las reiteradas situaciones de vulnerabilidad, inseguridad y falta de activación de los protocolos correspondientes, en la institución se ha instalado una sensación de miedo y ansiedad que es deber de las autoridades conocer y atender”, reclaman desde el Liceo Miranda, ubicado sobre la calle Carlos Bacigalupi, a pocos metros del Palacio Legislativo.

En este sentido, uno de los elementos que más preocupan a los profesores del centro educativo es “la falta de recursos humanos” para el abordaje de estas situaciones y atender un edificio de cinco pisos, “infinidad de aberturas y una superpoblación estudiantil”.

De esta manera, el colectivo docente exigió convocar “urgentemente” al Departamento Integral del Estudiante (DIE) del Consejo de Educación Secundaria (CES), así como también personal capacitado para portería. Reclamaron también: un “equipo multidisciplinario permanente y sin demoras con horas suficientes para cubrir todas las necesidades” que manifestaron, ya que no cuentan ni con psicólogo, asistente social o psicopedagógico si así lo necesitaran; cubrir la “falta de encargatura de Secretaría”, y “al menos” dos cargos de adscripción más, porque cuentan únicamente con 3 cargos de adscriptos para 18 grupos en un turno, enfatizaron los docentes.

Jueves 9

Spadaro comentó que en los días posteriores no se dio ningún otro incidente.

La docente expresó que el gremio de estudiantes del liceo, por su parte, “convocó a todo el estudiantado a no asistir el jueves”, por lo que “prácticamente no había estudiantes”. Consultada al respecto, precisó que en cuarto año ella le dio clase a 8 alumnos de 32; en quinto “no había ningún” alumno y de sexto “había más”, por lo que le comentaron. Ya para el viernes “se normalizó bastante” la asistencia, apuntó.

El jueves, en tanto, la dirección del liceo sacó su propio comunicado para la “comunidad toda” (es decir, padres, alumnos, docentes y funcionarios) sobre lo ocurrido.

“Los impulsores están siendo identificados. En relación al estudiante y el docente que fueron agredidos, estos fueron atendidos y realizadas las denuncias pertinentes, los estudiantes de nuestro centro involucrados también fueron identificados y se procederá como es conveniente. La dirección ha realizado las gestiones pertinentes ante las autoridades policiales y las institucionales que permitieron alcanzar acuerdos”, reza este documento.

En esta línea, el comunicado detalla algunas medidas que se llevarán a cabo para “evitar que se repitan incidentes del estilo”. Por ejemplo, que se mantendrá una “guardia policial” en “determinada franja horaria”; Spadaro acotó que sería en el interturno.

La docente de Dibujo también manifestó que se dispondrá el cierre de la puerta principal “hasta que se encuentre una forma de reconocer a los estudiantes para que no se genere eso de que pueda entrar otra gente que no es del liceo”.

“No es nuevo que la violencia creciente se haya trasladado a nuestras instituciones y para actuar asertivamente necesitamos el apoyo de toda la comunidad”, prescribe el comunicado.

De esta manera, desde la dirección se delinearon las mismas exigencias que los docentes: se necesita “mayor apoyo y nuevo personal sustentado por Secundaria” para “brindar respuestas” a estudiantes, añade la misiva. En esta línea, comenzarán gestiones con la Comunidad Educativa Segura a los efectos de “brindar talleres a cargo de asistentes sociales y psicólogos para realizar un abordaje integral sobre el manejo adecuado de estas situaciones conflictivas” y mostrar “alternativas” ante la comunidad y los estudiantes.

Al respecto, la educadora de Comunicación Visual se refirió a estas cuestiones como “problemas de fondo” del hecho conflictivo en sí; “planes que se han recortado; un montón de gurises que están en la vuelta y no pertenecen a ninguna institución, [o] la poca cantidad de adscriptos que hay”, enfatizó. Respecto a los psicólogos y asistentes sociales, algo que el Miranda necesita —subrayó la profesora—, ya se le notificó a una inspectora de la Dirección General de Educación Secundaria (DGES). Ella “está al tanto” del tema y se le informó de “la cantidad de adscriptos” y la falta de ese “equipo multidisciplinario”, afirmó Spadaro.

Viernes 10

La directora se dirigió a los estudiantes para “aclarar” lo sucedido, comentó la profesora, y “ponerlos al tanto” sobre la mencionadas medidas que se llevarán a cabo.

Sábado 11

Esta mañana se realizó una reunión entre los padres, madres y tutores de los alumnos del liceo con las autoridades del instituto, convocada por la dirección, según informó la misiva. No obstante, Spadaro no pudo acudir a este encuentro.