A las 7:05, Cecilia puso una mesa con listas de la agrupación Frezelemi en Colonia y Tristán Narvaja, al lado del anexo de la Facultad de Derecho. Ese camino lo recorren muchos estudiantes y egresados que van a estudiar al edificio central en 18 de Julio o al propio anexo de la calle Colonia.
Cecilia está parada justo en la esquina y ni bien ve que una persona puede ser estudiante o profesional de la facultad, lo aborda y dice: “¿Sos estudiante o egresado? ¿Ya votaste?”. Las palabras de la joven se mezclan con el estrés del tránsito capitalino, que a media mañana irrumpe el Centro con el ruido de motores y bocinas.
Dejando atrás el anexo y a Cecilia con su mesa, en el edificio central de Derecho el ambiente es claramente de elecciones. Canciones, mates, carpas y listas, muchas listas. Todos quieren lo mismo: que los escuchen y que su agrupación sea la más votada.
Martín, de la facción de estudiantes Brum, comprende que las elecciones universitarias que se llevan adelante este miércoles son un acto importante para los alumnos y egresados. Pero, inmediatamente, dice que no pude dejar de ser realista y explica: “Hay muchos que votan por la multa o por compromiso, más allá de que en Derecho le damos una gran importancia a este tipo de instancias”.
Justo enfrente está Julián, con su cigarro en mano y una lata de cerveza, mirando con cierta repugnancia todo el ambiente. “Mirá eso, te acosan, boludo. Dejen vivir”, dice irónicamente.
“Todos vamos a votar si tenemos que pagar una multa de $ 7.000”, indica, y ante la pregunta de Montevideo Portal sobre si ya tiene decidido el voto, responde: “Sí, meteré un par de listas. ¿Vos en serio creés que cambia algo?”, pregunta retóricamente, y toma una lista de la Corriente Gremial Universitaria (CGU) “por comprimiso”.
En la puerta de la facultad hay varios estudiantes entregando listas o averiguando en qué parte del edificio les toca votar. Hay uno que no es estudiante, que lleva traje y tiene varias listas de la agrupación de egresados de Brum: es el diputado del Partido Colorado Felipe Schipani.
Al igual que muchos, Schipani pregunta: “¿Sos egresado? ¿Ya votaste?” y ofrece una lista. El legislador saluda a los estudiantes, se abraza con varios egresados y se ríe al decir que “hoy no toca Parlamento”.
“Igual hace más calor acá que en el Palacio”, expresa Schipani, y se seca el sudor de la frente, gesto que denota los 27 °C que azotan a la capital este miércoles.
En un moment,o la atención se centra en un grupo de personas que dejan sus quehaceres para saludar al ministro de Desarrollo Social, Martín Lema. A paso lento, entre medio de saludos, bromas y ofrecimientos de lista, el secretario de Estado logra llegar a la entrada de la facultad.
“Uh, mirá quién está acá”, exclama al ver a Schipani, y luego ambos se abrazan. Lema no sabía en qué aula le tocaba votar, por lo que hizo las averiguaciones correspondientes y se lanzó directo hacia los interiores del edificio.
Allí adentro el ambiente está mucho más calmado. En los salones se ubican las mesas de votación, que no presentan mayor demora ni largas filas de espera. De igual forma, Guillermo asegura que el ritmo viene siendo bueno y considera que aún faltan muchos por votar.
Él trabajó en varias elecciones, colaborando en la recepción de los votos. En todas esas oportunidades, el patrón de la llegada tarde se repite. Explica que esto se da porque algunos “se duermen en los laureles” y otros deben trabajar y dejan la instancia electoral para lo último.
Tranquilo
En la Facultad de Ciencias Económicas y de Administración el clima está mucho más calmado. Si bien hay varios puestos con listas, sobre todo del Centro de Estudiantes de Ciencias Económicas y de Administración (Cecea) y de la CGU, no hay tanto “acoso” para entregar una lista.
Dentro del edificio se percibe un poco más de movimiento, sobre todo de profesionales egresados que llegaron temprano para votar. Gustavo, contador de profesión, quiso sufragar antes del mediodía para quedarse “libre”.
Lo mismo sucede con Emilia, quien se recibió hace poco y dice que le parece “mentira” llegar a la facultad como egresada. Cuenta que las elecciones nunca fueron un acto multitudinario en Economía y considera que el buque insignia en ese sentido es la Facultad de Derecho.
“Viste que a los abogados les encanta todo eso”, agrega. Otro factor que influye en este sentido es que muchos estudiantes que están avanzados no suelen ir a clases para dar los exámenes libres. “Eso nos aleja un poco”, reflexiona Emilia.
Movido
En la Facultad de Arquitectura suena Roberto del Cuarteto de Nos en la mesa de listas del Centro de Estudiantes de Diseño y Arquitectura (CEDA). “¿Parece una fiesta? No. ¡Es una fiesta, porque esto es la Fadu, papá!”, exclama uno de las personas que entrega listas.
Egresados y estudiantes se mezclan entre sí, se saludan y charlan acerca de cómo vienen los cursos, cuánto ha cambiado la facultad y en qué están ahora. El clásico viaje de quienes se reciben, que para muchos se vio suspendido por la pandemia, es otro de los temas de conversación.
Las elecciones para los arquitectos es también un reencuentro con colegas que no veían hace bastante tiempo. Andrés, quien trabaja en Durazno hace 20 años, aprovecha la instancia electoral para verle la cara a varios amigos que no ve hace tiempo.
“Es un buen pretexto”, considera.
Al conversar con estudiantes de los tres centros de estudios, los une un mismo patrón: quieren que se mantenga la buena convivencia, pero ser vehementes a la hora de defender sus ideas. “Ese siempre, desde que yo entré a estudiar, ha sido el camino para encontrar las mejores soluciones”, recuerda Andrés, con un dejo de nostalgia.