El exministro de Desarrollo Social Martín Lema se alejó del Poder Ejecutivo para dedicarse a la campaña electoral y los comentarios de que será candidato a intendente por Montevideo crecieron, y aún más se instalaron cuando se supo que su nombre no está en ninguna lista con claras intenciones de estar libre de cara a las elecciones municipales, conforme a lo que establece la Constitución. 

El anuncio será después de las elecciones nacionales porque ahora el foco está puesto en ganar las internas y que Álvaro Delgado ocupe el despacho en el piso 11 de la Torre Ejecutiva que hoy es de Luis Lacalle Pou. 

Pese a que la decisión de Lema se dilató en el tiempo, el blanco ha sido la cara de la oposición a la gestión de Carolina Cosse en la capital. Hábil declarante y con una defensa férrea a lo hecho por la actual gestión, el exministro repasó algunos temas de la agenda política, dijo por qué cree que Delgado va a ser el nuevo mandatario y habló del rol del Frente Amplio como oposición. 

¿Cómo ve el tono de la campaña hasta ahora? 

Hay dos campañas. Por un lado, hay una que se da en el marco de la coalición, donde claramente Álvaro Delgado está haciendo una campaña que reúne las exigencias que debe tener alguien que aspira a ser presidente de la República. En el caso de Delgado, aparte de su trayectoria y estar probado, cuenta con un gran equipo. Además de eso, cuenta con propuestas; cuando hizo la presentación de un segundo piso de transformaciones, a partir de los cimientos que se hicieron en este período, proyectar o dar la dirección del próximo período dando posturas. Ahí tenemos un modelo de campaña. Por el otro lado, tenemos una campaña de un Frente Amplio que la verdad a mí me llamó la atención. Hay pérdidas que ha tenido el Frente que, en un punto, pueden llegar a ser aceptables o circunstanciales. Por ejemplo, el Frente Amplio no tiene liderazgo ni conducción; te puede pasar en una etapa durante unos años. El Frente Amplio tampoco tiene propuestas: si leés los dos programas —el de Cosse y el residual—, hay aspectos aspiracionales que se vienen haciendo en varias áreas, pero no ves propuestas concretas ni que se tomen posturas. Pero lo más imperdonable es que el Frente ha perdido patriotismo. Eso no se lo perdono. Desde 2020, la dirigencia del Frente no ha parado de intentar que al Uruguay le vaya mal. 

Hay críticas del Frente que parecen tener asidero, por ejemplo, a partir de los chats entre Astesiano y el presidente Lacalle.

Lo primero es que yo tengo 100% de confianza hacia el presidente de la República. Hay operaciones que están claras, o sea, que se dan a partir de las filtraciones. Fijate el contraste: el celular de Cendoya que fue incautado en 2020 en una causa que dejó cinco procesados… no se filtró una sola conversación. Y acá, claramente, vemos cómo en diferentes etapas se da un cuentagotas semanal de filtraciones que tienen un objetivo, que va a fracasar. El presidente de la República sigue con esa fortaleza de aceptación popular que no solo se ve en los estudios de opinión pública, sino que lo vemos en los diferentes actos y eventos rodeado de gente. Por eso, ese tipo de operaciones son muy burdas. 

Más allá de la filtración, ¿qué le pareció el contenido de esa captura?

A mí me preocuparía si, en diferentes circunstancias, se trata de un presidente que no recibe información. Aparte, para llegar a diferentes conclusiones hay que tener una cantidad de elementos que es imposible hacerlo a través de una imagen. El presidente salió inmediatamente y dijo claramente: “Al juzgado”, que es donde las papas queman. Lo que pasa es que ningún dirigente del Frente Amplio tuvo el coraje de actuar en consecuencia. No tienen coraje, por eso se dan diferentes expresiones en los estrados. No hay nada reprochable en las conversaciones. 

¿Habló con él de este tema? 

No, no necesito tampoco. Hace muchos años que lo conozco y para mí es un orgullo ser parte del gobierno con un presidente verdaderamente clase A. No clase A modalidad Orsi, sino clase A a la uruguaya. 

¿El episodio de los chats de Pablo Iturralde tampoco es grave?

A ver, la mayor prueba de que no hubo influencia fue que Penadés recibió todo el peso de la ley en la imputación que tuvo. Por la solicitud de la propia fiscal no hubo ningún tipo de presión o injerencia de Iturralde. 

¿A la coalición le conviene electoralmente que gane Cosse? 

No hago especulaciones sobre cómo se va a movilizar el electorado del Frente Amplio. Yo estoy convencido de que Álvaro Delgado es la persona más capacitada para ser el presidente. 

¿Es lo mismo competir con Orsi que con Cosse? 

No me cambia. Creo que el proyecto político de la coalición es mucho más fuerte que el del Frente Amplio, que está en decadencia. 

¿Cuál es su rol dentro de la campaña?

A mí me gusta el ida y vuelta permanente. En algunos casos comunicando lo que se hizo en el gobierno, y en otros escuchando críticas, que vienen bien para lo que se viene. Pero el rol es estar en contacto con la gente, que es algo que siempre me gustó. 

Su territorio viene siendo Montevideo y, si bien ha dicho públicamente que está analizando ser candidato a la intendencia, es cierto que es la cara visible de la oposición a la gestión de Cosse. 

Yo no lo analizo por ese lado, porque estamos en un proceso que es clave para el futuro del país. 

¿Pero dice no le hace oposición a Cosse? 

Sí, pero no necesariamente pensando en la intendencia. Eso es algo que vendrá después y tiene que ser así. 

Parece ser bastante obvio porque su nombre no va en ninguna lista. 

Es una posibilidad, sin dudas, pero no una certeza aún. 

¿Quedó un espacio vacío desde que se fue Laura Raffo de la departamental?

Tenemos que tener presencia en todo el país, eso está claro. Creo que Laura tomó una decisión y, bueno, así se dieron las cosas. En este gobierno, igualmente, se ha atendido muchísimo tanto al interior del país como a Montevideo. Acá se muestra un gobierno que determina un Estado que está donde tiene que estar. 

Javier Noceti / Montevideo Portal

Javier Noceti / Montevideo Portal

Cuando estuvo en el Mides hubo críticas por el grado de asistencialismo que daba el ministerio; uno de los que lo dijo fue Carmelo Vidalín. ¿Encontró trabas para hacer aquello de “enseñar a pescar y no dar el pescado”?

Todas las acciones y programas se mejoraron y buscaron las autonomías. Por ejemplo, en materia de transferencias, antes había un tope [de ingresos] que si las personas lo superaban, perdían la prestación social. Eso hacía entrar en conflicto la posibilidad de trabajar. Nosotros lo eliminamos y son más de 20.000 hogares que ahora tienen un trampolín y antes era un ancla. El programa de trabajo protegido lo cambiamos por otro de más redistribución e impulsa la autonomía por la conexión con el sector privado. En líneas generales hay un ministerio con mucho mejor funcionamiento del que tenía antes. 

En una entrevista con Al weso (Aweno TV), Micaela Melgar reconoció que habían aumentado los cupos en los refugios, pero criticó que eso denota que la cantidad de gente durmiendo en la calle aumentó. ¿Cómo lo ve usted?

Primero, nadie del Frente Amplio me llamó al Parlamento para hacer objeciones al tema. O están de acuerdo con lo que hicimos o no hicieron su trabajo parlamentario de control, porque nunca tuve un llamado de ningún tipo. Segundo, por primera vez este gobierno atendió las causas; la respuesta de emergencia no solamente la mejoramos, sino que también el proyecto de ley de internación compulsiva que va a estar en vigencia en dos meses, aproximadamente, fue con este período de gobierno y el Frente [en comisión] votó en contra. Desde Desarrollo Social de la Intendencia de Montevideo, el Frente promovió como un derecho que la gente durmiera en la calle y eso se traduce en los hechos y también en posturas como para estar en contra de la internación compulsiva. 

¿Cree que va a haber una solución definitiva al problema? Porque hoy parece una utopía. 

A ver, creo que no tenemos que resignar a nadie. Hay que tener paciencia porque no se cambia en el corto plazo y creo que se establecieron raíces para dejar bien encaminado el tema. 

Entre Cosse y usted se han pasado la pelota con el tema, porque uno le adjudica responsabilidad al otro. ¿No hay un poco de culpa compartida? 

Es una actitud miserable culpar a los más vulnerables de la ineficiencia de una gestión. Estuve repasando y siempre hubo excusas. Cuando el Frente tenía el gobierno nacional y el departamental, había diferentes excusas. Que ahora se recurra a ese tipo de expresiones me parece de una bajeza tremenda. En un momento decían que el aumento de la capacidad de consumo llevaba a que los contenedores estuvieran desbordados. Es una nueva excusa para la ineficiencia. 

Si es intendente, ¿va a terminar con el problema de la basura en Montevideo? 

Etapa por etapa. Ahora faltan 20 días para la interna, pero podés ir a otros departamentos a ver si hay basura (se ríe).