El exdirector de la Policía Nacional Mario Layera hizo pública este jueves una misiva, publicada en las Cartas al lector del semanario Búsqueda, que realizó el pasado 9 de marzo en donde justificó el voto por el sí a la derogación de 135 artículos de la Ley de Urgente Consideración (LUC), que se votará el domingo 27 de marzo. En primer lugar, recordó que cuando integraba el área de seguridad en el gobierno reconoció la situación “grave” que había, el “aumento constante de las denuncias, los índices de violencia, el daño a la unidad familiar, la comunidad y el tejido social”.
“No dejan dudas de la amenaza que se enfrenta, en un marco global que afectara a todo el ser humano y nuestro pequeño país no es ajeno a estos problemas. No obstante, bajo estas circunstancias y las futuras amenazas a la democracia como sistema político de gobierno, modelo cultural, social e institucional elegido para vivir en nuestro espacio, no puede sustentarse en el miedo que provoca, por eso me opongo a todo relato que pretenda manipular de esta forma”, sostiene.
“El sano juicio del sentido común, la crítica constructiva y la evolución natural a través del estudio que nos otorgue mayor conocimiento para resolver nuestros problemas”, añade.
Para Layera es claro que en la contienda electoral pasada se utilizó el relato de inseguridad y el miedo para oponerse al gobierno y luego llegar a él, con programas como el de “Vivir sin miedo” como solución, que no logró las mayorías cuando fue puesto a disposición de la ciudadanía.
“Por la vía de la mayoría obtenida, inmediatamente, y a aun enfrentando un peligro mayor en el orden de la salud pública, pandemia mundial, se procesó este programa que en su centro tiene a la institución policial como ‘herramienta’ principal para eliminar el problema, incluyéndolo en una Ley de Urgente Consideración, cuando la prioridad en los hechos centraba la atención de todos en el sistema sanitario y no jerarquizaba el debate y el estudio debido, de las medidas a implementar”, indica.
Explicó, además, que lo que lo impulsa a expresarse públicamente es el conocimiento interno de la Policía y la seguridad, que resumió en tres conceptos que integran el espíritu de la ley, que es la “vida, la libertad y la autoridad”, aspectos que calificó como “esenciales” en los valores democráticos. A su entender, en lugar de proteger, confunden con “vida / propiedad, libertad / detención, autoridad / derechos humanos”.
“Si solo me guiara la comodidad, el egoísmo y la especulación, que en la vida profesional permanentemente nos acecha, por supuesto que ignoro ese juicio equilibrado que estos valores deben contemplar; la gran mayoría de los policías por su vocación de servicio lo entienden, lo perciben, solo algunos quieren recorrer el camino de la injusticia, nada los separa de los que infringen la ley. Los demás sabemos que el respeto es una doble vía que se construye elevando el nivel profesional y calidad de nuestro trabajo, obteniendo la confianza de quienes son los sujetos de sacrificio, nuestra sociedad, el ciudadano, sin un amplio reconocimiento es imposible avanzar legítimamente. ¿Que necesitamos para cumplir? que los representantes de ellos nos respalden con justo amparo, otorgando la dignidad en el desempeño a través del presupuesto y la oportunidad del conocimiento”, sostiene en su carta Layera.
“No me parece, nada más como ejemplo, que avancemos con pérdida de salario, con carencias de recursos humanos y logísticos; que en lugar de otorgar oportunidad a los jóvenes y especialmente a las mujeres, motor de cambio y renovación, se ingresen policías retirados que ya cumplieron su ciclo en la institución; a los que siempre reconoceremos su valor y merecido descanso de las tareas tan exigentes que demanda la acción operativa”, añade.
Finalmente, quien fue director de Policía en el último gobierno del Frente Amplio señaló que la LUC “no solo cambia el paradigma del equilibrio”, sino que empodera a la policía para que enfrente “toda situación de conflicto social más que al crimen organizado, la corrupción y la violencia de género”.
“Un sicario no va a ser disuadido, tampoco el tráfico de drogas, ni lo siente, por el contrario, expone a los policías a obviar los riesgos en estos casos y a enfrentar al ciudadano común con la fuerza desmedida de la mal considerada ‘guerra’. La promoción de Inteligencia que nos da conocimiento es el camino para superar este tránsito en nuestro tiempo, no la fuerza, ya lo ha demostrado nuestro propio pasado”, señala.
Por último, Layera dijo que “reconocer el problema” es un primer paso, “entender la complejidad” es otro y aseguró que “resolver solo con represión” es “simple y deriva en un estado policial”, que no se corresponde con nuestra democracia y el respeto de los derechos humanos, “tan reconocido en el ámbito internacional, igualmente que nuestra policía”.