Chile conmemoró este viernes el 47 aniversario del golpe de Estado del 11 de septiembre de 1973 en homenaje al derrocado Salvador Allende, en una jornada salpicada de protestas y de alusiones al histórico plebiscito por una nueva Constitución que se celebrará en octubre.
La conmemoración de esta fecha, que siempre ha dividido a los chilenos, se celebró este año en plena pandemia de la COVID-19 y embebida en la mayor crisis social desde la vuelta a la democracia en 1990, que desde el pasado octubre, con cinco meses de paréntesis durante el confinamiento, convoca masivas marchas.
El 11 de septiembre recuerda el alzamiento militar encabezado por el general Augusto Pinochet, que acabó con la vida del entonces presidente Salvador Allende, y que cada año emplaza numerosos actos en todo el país para rendirle homenaje, en esta ocasión menos multitudinarios debido a la pandemia.
El presidente Sebastián Piñera encabezó una ceremonia en la sede del Ejecutivo para recordar el golpe de Estado que puso fin al Gobierno de Unidad Popular, la primera coalición marxista que fue elegida en las urnas en América Latina.
"Hoy queremos recordar esa ruptura de la democracia, no para repetir los mismos errores del pasado, sino para aprender las lecciones y permitir que puedan iluminar los caminos de todos hacia un futuro mejor", apuntó el mandatario.
ALUSIONES AL PLEBISCITO
El presidente se refirió al histórico plebiscito constitucional que se celebrará en octubre, y que fue planteado como la solución política para intentar desbloquear la crisis social al abrir la posibilidad de dejar atrás la actual Carta Magna de Chile, redactada 1980 durante la dictadura.
"Estamos convencidos que la inmensa mayoría queremos perfeccionar, modernizar, cambiar nuestra Constitución", afirmó.
Las alusiones al referéndum estuvieron presentes también en los homenajes de las formaciones de la oposición de centroizquierda, organizaciones sociales y pro derechos humanos, que salieron a las calles de la capital para rendir tributo a las víctimas del golpe de Estado y de los 17 años de dictadura que prosiguieron (1973-1990).
En una vía colindante al Palacio de La Moneda donde se ubica la puerta por la que sacaron el cadáver de Allende el día que fue bombardeada la sede gubernamental, hicieron una simbólica ofrenda floral los líderes de varios partidos de izquierdas y la Fundación Salvador Allende.
La presidenta de la fundación y nieta de exmandatario, Marcia Tambutti, aseguró que esta fecha sigue siendo un "día de tristeza y dolor" y evidencia la necesidad de "más justicia".
"El octubre próximo estamos frente a una oportunidad histórica de construcción colectiva de una sociedad más justa", agregó Tambutti en un encuentro que terminó frente a la estatua del fallecido presidente.
En el mismo acto, el líder del socialdemócrata Partido Por la Democracia (PPD), Heraldo Muñoz, dijo que es un día triste pero que hay que verlo con la esperanza de que "el plebiscito dé a Chile la oportunidad de cerrar un ciclo que partió con la Constitución fraudulenta de 1980".
La actual Carta Magna de Chile, reformada en más de 40 ocasiones durante la democracia, es vista por gran parte de la sociedad como el origen de las desigualdades del país por su corte neoliberal.
También tuvo lugar la anual romería, una multitudinaria marcha encabezada por la Agrupación de Familiares de Ejecutados Políticos (AFEP) hacia el Cementerio General de Santiago, donde descansan muchas de las víctimas del régimen militar.
"Nuestros asesinados y detenidos desaparecidos florecen en la lucha y el compromiso con la verdad y la justicia", afirmó la presidenta de AFEP, Alicia Lira.
Tras la recuperación de la democracia, en 1990, la Comisión Rettig certificó que unos 3.200 chilenos murieron a manos de agentes del Estado durante la dictadura, de los que 1.192 aún figuran como detenidos desaparecidos.
Como ocurre casi todos los años, la romería concluyó con enfrentamientos entre manifestantes encapuchados y la Policía, este año a las puertas del cementerio capitalino, que permanece cerrado como medida para enfrentar la crisis sanitaria del coronavirus.
SE CONSOLIDA EL RETORNO DE PROTESTAS
En la céntrica Plaza Italia, con mascarillas y bajo el lema "Iluminemos Chile con verdad y justicia", más de un millar de manifestantes se congregó para recordar al exmandatario, que se suicidó atrincherado en el Palacio de La Moneda.
La figura de Allende, una de las personalidades políticas mejor valoradas entre la izquierda por los principios inspiradores de Gobierno popular, recobró fuerza desde el inicio de las masivas protestas en el país austral.
En esta ocasión, los manifestantes conmemoraron el 47 aniversario de su derrocamiento entre consignas contra el actual Gobierno y pronunciamientos en favor de una nueva Carta Magna.
Se produjeron disturbios en las zonas colindantes a la plaza con barricadas y cortes de circulación en varias vías y Carabineros (policía militarizada) recurrió a los habituales carros lanza-aguas para dispersarlos.
La movilización, que se saldó con 14 detenidos, es la más multitudinaria desde la llegada del coronavirus a Chile el pasado mes de marzo y consolida el retorno de los encuentros semanales que durante los cinco meses de confinamiento permanecieron silenciados y que las dos pasadas semanas habían logrado reunir a menos personas.
La agitada jornada, a un mes de la celebración del plebiscito por una nueva Carta Magna, evidencia que las heridas siguen abiertas y demuestra que la polarización de la sociedad chilena sigue vigente desde el alzamiento militar encabezado por Augusto Pinochet en 1973.
EFE