Las encuestas demoscópicas han entrado en el punto de mira de
Brasil tras la sorpresa de este domingo, cuando el presidente Jair Bolsonaro y
varios de sus aliados regionales salieron de las urnas más fortalecidos de lo
esperado.
El descrédito de las encuestas entró de lleno en
la campaña electoral para la segunda vuelta y se ha convertido en una nueva
arma para el bolsonarismo tras los resultados de este domingo.
Los sondeos anticiparon el resultado de Lula, que
quedó a dos puntos porcentuales de la victoria en primera vuelta con un 48,3%
de los votos, pero no predijeron el de Bolsonaro, que tomó impulso y cerró la
primera ronda con un 43,2% de los sufragios.
"Las encuestas subestimaron la fuerza de
Bolsonaro. Eso puede tener relación con el tipo de muestra. Las encuestas se
equivocaron, pero lo hicieron encima de la misma lógica", afirmó en
declaraciones a EFE Guilherme Casaroes, politólogo del prestigioso
centro de estudios Fundación Getúlio Vargas.
Para Casaroes el resultado tiene, en parte, una
lectura en clave regional: los sondeos no consiguieron prever el liderazgo de
la derecha en los grandes colegios electorales, principalmente San Pablo, el
estado más rico y poblado de Brasil.
Allí, la sorpresa la dio el exministro de
Infraestructura Tarcísio Gomes de Freitas, militar de la reserva y un fiel
escudero de Bolsonaro, quien contrarió las encuestas y pasó con ventaja a una
segunda vuelta frente al exalcalde Fernando Haddad, pupilo de Lula y quien
sobresalía como favorito.
Otro de los factores que explican la diferencia
entre las encuestas y las urnas, según especialistas, sería el llamado
"voto útil". Es decir, una transferencia de votos de última hora del
laborista Ciro Gomes hacia el presidente Bolsonaro.
Pese a ser una referencia de la centroizquierda,
Gomes, cuarto colocado con un 3% de los votos, ha sido uno de los principales
críticos de Lula y en los últimos años ha cobijado bajo su paraguas a muchos
electores decepcionados con el progresista Partido de los Trabajadores.
Pese a la inesperada fortaleza de Bolsonaro, los
responsables de diversas empresas demoscópicas salieron hoy al paso para
intentar explicar por qué fue subestimado en las encuestas el apoyo hacia el
capitán de la reserva del Ejército.
En una entrevista a UOL, el primer ejecutivo de la
firma Quaest, Felipe Nunes, precisó que las encuestas no son un
"pronóstico" y sí un "diagnóstico" de la sociedad.
"Los sondeos tienen un papel fundamental para
ayudarnos a entender los movimientos que están por llegar", señaló Nunes,
quien recordó que las últimas encuestas ya sugerían una migración de votos de
Gomes hacia el líder de la ultraderecha brasileña.
No obstante, el director ejecutivo de la firma
Atlas, Andrei Roman, admitió que las "encuestas se equivocaron".
"La diferencia de 9 puntos en el Atlas
(entre Lula y Bolsonaro) acabó siendo de 5 puntos en el resultado. Necesitamos
encarar ese resultado con honestidad", afirmó Roman en sus redes sociales.
Encuestas: munición para el bolsonarismo
Tras el resultado del domingo, las encuestas han
dado munición para Bolsonaro y sus aliados de cara a la segunda vuelta.
Uno de los hijos del mandatario, el diputado
Eduardo Bolsonaro, propuso hoy crear una comisión de investigación en el
Congreso para investigar "las discrepancias no solo en las intenciones de
voto para presidente, como para otros cargos".
Asimismo, el líder del oficialismo en la Cámara
baja, Ricardo Barros, expresó su intención de presentar un proyecto de ley para
imponer "castigos severos" a los institutos demoscópicos que se
equivoquen más allá del margen de error, que suele ser de dos puntos
porcentuales.
"Encuesta publicada la víspera de las
elecciones cuyo resultado no coincida con el margen de error es delito",
declaró Barros.
El ministro de la Presidencia en el Gobierno
Bolsonaro, Ciro Nogueira, orientó a los seguidores del mandatario a no
responder encuestas de cara a una segunda vuelta.
"Después del escándalo que cometieron, todos los electores del presidente Bolsonaro solo tienen una respuesta a las empresas de investigación: no responder a ninguna de ellas hasta el fin de las elecciones", escribió en sus redes sociales.
Alba Santandreu para EFE