El presidente José Mujica hizo este viernes un balance de las donaciones que efectuó de su sueldo, tanto para el Plan Juntos como para el Frente Amplio (para el MPP, ya que aplica para su cargo el mismo criterio que descuenta una importante cuota a los legisladores del espacio para el funcionamiento del sector).

Lo hizo en el marco de una columna sobre la necesidad de que el reparto social sea mayor, teniendo en cuenta que hay que aplicar descuentos a los que más ganan pero a su vez no quitarle mucho a aquellos que invierten.

"El aumento de la riqueza social no necesariamente significa más desarrollo humano para todos, porque [...] la riqueza que se genera en el devenir del mercado tiende a concentrarse y esa concentración si la dejamos así nos crea dos sociedades: una que progresa y multiplica todo su acervo y otra que va quedando al costado del camino", dijo.

"Es inevitable tener políticas sociales que son instrumentos que tratan de forzar un poco la distribución de la riqueza que se genera. Pero lo que se extrae no puede ser paralizador de la aventura de invertir", reflexionó.

Razonó que "por desgracia la solidaridad social es menguada en nuestro medio". "Las empresas privadas tienden a pedir y lograr alivios fiscales en las contribuciones que debe recibir el fisco para colaborar en lo social. Cuando estos fenómenos se dan indirectamente, nos damos cuenta que esa ayuda social tiene poco de privada y bastante de pública", dijo, aunque "es innegable que hay empresas que ayudan y ayudan mucho socialmente, y merecen reconocimiento en este país".

"En lo que humildemente se puede hacer como persona, al cerrar el año y cerrar el gobierno estamos terminando los aportes globales que hemos hecho al Plan Juntos con parte de nuestro salario. Entre los aportes en dinero y equipos nuevos comprados vamos a redondear los 400.000 dólares", dijo.

"Con respecto al aporte a la fuerza política que pertenecemos —que significa obligación moral y ética de colaborar con nuestros ingresos líquidos—, vamos a cerrar un quinquenio con un aporte de 150.000 dólares", agregó. "Todo esto es constatado en los recibos si algún voluntario quiere inspeccionar. Uno y otro está en línea concreta con lo que pensamos y vivimos. Con estas cosas no cambiamos el mundo en que vivimos, pero multiplicamos nuestro compromiso con la sociedad", opinó el presidente.

"Se puede gargantear todo lo que se quiera, pero [a] la garganta hay que prestarle el bolsillo. Sobre todo cuando el tono central de nuestra garganta es el mensaje de solidaridad con los más pobres", concluyó.