Cuando Argentina invadió el 2 de abril de 1982 este archipiélago situado a 400 kilómetros de sus costas y a unos 12.700 kilómetros de Londres, su ejército colocó cerca de 20.000 minas antipersonales y 5.000 minas antivehículos para proteger sus posiciones.
El Reino Unido recuperó las islas 74 días después e inició una tarea de desminado que cesó rápidamente tras registrarse una serie de accidentes. Los campos minados fueron vallados y señalizados con carteles que advertían del peligro.
En 2009 se lanzó un programa financiado por el Reino Unido que "ha completado su peligrosa misión de limpiar las islas del Atlántico Sur tres años antes de lo previsto", anunció el ministerio en un comunicado.
"Como resultado, se retirarán las señales de advertencia y las barreras visibles en las islas desde el fin del conflicto durante una celebración local", prevista para el 14 de noviembre, añadió. Para la ocasión, se hará estallar la última mina.
También se celebrarán partidos de cricket y fútbol en las playas, a las que ahora se puede acceder sin ninguna restricción.
El desminado fue realizado por un equipo de Zimbabue, bajo supervisión británica, permitiendo al Reino Unido cumplir con sus obligaciones en virtud de la Convención sobre la Prohibición de las Minas Antipersonales.
La limpieza de las Malvinas "significa que ya no hay minas antipersonales en territorio británico en todo el mundo", se congratuló la cancillería.
También anunció la asignación de 36 millones de libras adicionales (47 millones de dólares, 40 millones de euros), hasta un total de 124 millones de libras, para financiar proyectos de desminado en África, Oriente Medio y Asia.
Con información de AFP