Paolo Montero tiene el récord de expulsiones en el fútbol italiano. Pero lo suyo no solo era cantidad, sino también calidad. Basta ir a YouTube para encontrar sutilezas como un golpe de karate -o cirugía ambulatoria- a un chileno, jugando por Uruguay, o la juntada de tobillos que le hizo a Francesco Totti en un partido Juventus - Roma. Igual, Paolo fue crack de verdad, porque a eso que podríamos definir como su lado oscuro le agregaba jerarquía en serio.
Los más jóvenes quizás no sepan de dónde pudo haber sacado el gran Paolo esa veta un tanto destemplada, y eso es porque no disfrutaron de su padre, el "Mudo" Montero Castillo. El Mudo, que sepamos, no tiene record de nada, pero a uno le tiemblan las canillas hasta cuando escucha sus cuentos. Era el 5 raspador, que no sacaba la pierna nunca y que cuando recuperaba la pelota se la daba enseguida "a los que saben". Para él, tarea cumplida. Fue campeón de América y del mundo con Nacional, jugó tres mundiales, marcó a Pelé y a Rocha, le arrimó a Bilardo, a Morena, a Cruyff y a todo el que hiciera méritos. Lo echaban dos por tres, pero sin embargo todo el mundo lo quiere. Será por aquello de que los problemas quedaban en la cancha.
Al Mudo le gusta hablar de estas cosas, porque en su época ser guapo y "hacerse respetar" era como un mandato bíblico. Y por supuesto, no era el único que lo entendía así. Tiene 74 años y un conato de gripe que lo trae a puro té con limón y antigripales, pero se comprometió a la entrevista y aquí está. "No te miento, hoy habré tomado como diez tés. Aparte estoy tomando pastillas para la gripe. Llegás a viejo y... Ahora me dicen que me tengo que pinchar... me rompe los huevos. Nunca me di la vacuna, tengo miedo de dármela y que me joda más". Con gripe y todo, está esperando el frío de verdad para comerse un buen guiso aunque la comida no le preocupa demasiado. Vestida toda de negro, hasta la gorra, por debajo de su metro ochenta y pico respira una humanidad que mantiene la simpleza del conventillo donde se crió.
Un personaje el Mudo, de esos que, guste o no, marcaron una época de oro del fútbol uruguayo. La selección salía cuarta en el mundial y era para amargarse. Y los dos grandes llegaban sin despeinarse a definir la Libertadores y a veces -hay pruebas de esto- hasta la ganaban.
Por Gerardo Tagliaferro
tagliaferro@montevideo.com.uy
1) De chico viviste en un conventillo.
Yo nací en Manga, después mi madre se fue a vivir a República entre Dante y Colonia, que había un conventillo, de esos corredores largos con apartamentos. Y de ahí nos fuimos para Nuevo París, unas casitas obreras que te daba la intendencia. Éramos cinco hermanos, cuatro varones y una mujer. Ahora dos se murieron de cáncer, igual que mi madre y mi abuela. El bicho se despierta y te lleva.
2) En tu casa no sobraba nada.
No, pero todos laburaban. El Alberto, que se murió, laburaba en el Frigorífico Nacional. En aquel tiempo el frigorífico te regalaba cuatro kilos de carne por día, y los fines de año te regalaba un cordero y la mitad de un lechón, y unas latas así de dulce de membrillo, dulce de batata... Y después uno tenía la tarjeta con la que sacaba la leche del expendio. Nosotros le dábamos la plata a un vecino que no quería comprar y comprábamos con la tarjeta de él. Yo tomaba un litro de leche por día. La carne hasta la regalábamos, comíamos cada guiso que ahora no se puede comer. Buenos guisos. Aparte había unos bichitos que no sé cómo se llaman, que les ponías leche... (piensa) mi vieja nos mataba con eso.
3) ¿Hasta dónde llegaste con el estudio?
Salí de sexto nomás. No hice más nada. Cuando empecé a laburar en el Óptimo, a los 17 años, me levantaba a las cinco de la mañana, entraba a las seis, salía a las dos y de ahí me iba a Belvedere, a la cancha de Liverpool que a las cuatro entrenábamos. Y de ahí llegaba a casa a las seis o las siete y a comer y dormir. Y al otro día levantarse a las cinco otra vez. En verano no pasaba nada, pero en invierno... Yo me iba caminando desde Granaderos y Yugoeslavia hasta Simón Martínez. Después encontré un capataz que vivía cerca de casa y me llevaba. Yo no hacía nada, ¿sabés cómo era la máquina? Ponías la botella vacía, apretabas un botón, daba la vuelta, se llenaba, vos la tapabas y la ponías en un cajón. Estuve hasta que pasé a Nacional a los 23 años. En la primera de Liverpool jugué los últimos cuatro partidos, y bajamos. De ahí pasé a Nacional y estuve un año sin jugar. A los cuatro meses me vino a buscar el Atlético de Madrid pero (Eduardo) Pons Etcheverry (presidente de Nacional) no me quiso vender. Estaba "Cococho" (Álvarez), por suerte pasé de volante porque yo jugaba de zaguero, como Paolo. A mí me gustaba jugar de back izquierdo. Una vez suspendieron a Cococho tres partidos y jugué yo. Anduve bien, pero después volvió Cococho, que era un monstruo, y volví al banco. Después (el técnico Roberto) Scarone me puso 20 minutos y ahí me dijo "¿querés jugar de 5?"
4) Jugaste 68 partidos por Copa Libertadores, algo raro pensando en un jugador uruguayo de hoy.
Sí. En el 71 salimos campeones y en el 72 podíamos haber salido de nuevo. Quedamos afuera (en semifinales) porque Cubilla erró un penal, que no tenía que haberlo tirado él. (NdeR: se refiere a un partido decisivo contra Peñarol, que Nacional ganó 3 a 0 y tenía que ganar por cuatro goles para clasificar). Lo tenía que tirar Mujica y lo tiró Cubilla y se le fue por arriba.
5) Los jugadores de Peñarol y Nacional, en aquella época, estaban acostumbrados a ganar a nivel internacional.
Claro, no les importaba jugar en cualquier lado. Si teníamos que jugar en una cueva jugábamos. Y si había que jugar con gente pesada, que había en aquel tiempo, no importaba nada. Igual que el Luis Ubiña, o Mujica... igual que los de Peñarol, el Tito (Goncalvez), Rocha, Cortés o el Chiquito (Mazurkiewicz), cualquiera.
“Contra Estudiantes el ómnibus te dejaba en la esquina y tenías que pelearte con la gente en la calle”
6) ¿Cuál fue la cancha más brava en la que jugaste?
Lo bravo no eran las canchas, era que contra Estudiantes, por ejemplo, el ómnibus te dejaba en la esquina y tenías que pelearte con la gente en la calle. Ese era el problema, no era como ahora que el ómnibus entra al estadio. Y los jugadores antes eran más agresivos. Aparte yo agarré la mejor época: Santos, Botafogo, River, Boca, Estudiantes, San Lorenzo.
7) Esos partidos de Libertadores eran guerras.
Claro, pero además eran buenos jugadores. Los uruguayos y argentinos tenemos pica en los partidos, pero en la vida particular no. Yo fui al Granada y me encontré con Aguirre Suárez y Echecopar (NdeR: dos ex jugadores de Estudiantes de La Plata). ¿Sabés qué personas? Cuando llegué, a los abrazos: "Mudo ¿cómo andás?" Estuve con ellos tres años sensacionales, grandes amigos. Cuando estás afuera y hay un par de porteños, ellos te arropan.
8) Nacional tenía grandes jugadores...
(Interrumpe) Te voy a decir una cosa. Estaba el finado Restuccia, estaba Cubilla, el "Pulpa" Etchamendy (entrenador), el profesor Moreira (preparador físico), todos sentados en Los Céspedes. Era verano y estábamos haciendo la pretemporada, y dice Restuccia: "Me ofrecieron a Artime". Y Cubilla le dice: "Presidente, cómprelo que son 26 goles por año". Y fue así nomás.
9) Artime era un jugador de selección argentina. Había jugado el mundial del 66.
Tocaba tres pelotas y hacía dos goles. Había un buen equipo también. Tenías a Morales que jugaba bien, le pegaba bien a la pelota. Vos le pegabas y él te pegaba. Son bravos esos jugadores que cuando vos les pegás, ellos te pegan. Le pegás y a la vuelta él viene por la revancha; le pegás otra vez y él te pega de nuevo. ¿Sabés lo que son 90 minutos así? Si no lo sacás vos, te saca él.
10) ¿Con qué rival tuviste más problemas?
Principalmente con los de Estudiantes. Eran bravos.
11) ¿Es real aquello de que entraban con alfileres a la cancha para pincharte?
Sí, es verdad. Bilardo hacía eso. Y después los invitabas a pelear y te decían "son cosas del fútbol". Qué fútbol ni fútbol, decía yo, vení a pelear afuera, andá a cantarle a Gardel. Venís acá a hacerte el coso...
12) ¿Tuviste problemas fuera de la cancha?
Fuera de la cancha no, nunca. Cuando perdimos con ellos la final (de la Libertadores) del 69, 2 a 0 en la cancha de ellos, ahí hasta la Rosa Luna se tuvo que pelear. Estaba con nosotros y es lo que te digo, el ómnibus nos dejó a una cuadra. Flor de tipa la negra, buena amiga para todo, hincha a muerte de Nacional, siempre estaba con nosotros. Vos sabés que con los porteños siempre había pica. Lo mismo Peñarol. Cuando Peñarol perdió la final del 70 acá (con Estudiantes) terminó en piñata general.
“Los uruguayos y argentinos tenemos pica en los partidos, pero en la vida particular no. Cuando estás afuera y hay un par de porteños, ellos te arropan”
13) Los de Estudiantes eran bravos pero ustedes también.
Sí, pero no como ellos. Ellos te pegaban una piña de garrón... yo nunca pegué así. Los brasileros son bravos también; si se arma lío entra hasta el masajista, entran todos y te pegan. Y acá, cuando uno armaba lío la policía nos pegaba a nosotros. Yo les decía: "pará, no me pegues a mí. Vamos a Brasil, a cualquier lado y la policía nos pega a nosotros, y acá vos que sos uruguayo me pegás a mí. ¡Pegale a ellos!" les decía.
14) Hay leyendas negras también. Se dijo en algún momento que el arquero Manga le había robado a un compañero en el vestuario.
No, no es cierto. Estando yo, nunca. Le gustaba el casino, como todo, pero era flor de persona y flor de golero. Yo vi cuatro goleros: Mazurkiewicz, Manga, el golero inglés Gordon Banks, y el ruso (NdeR: se refiere a Lev Yasin, "la araña negra"). Esos para mí fueron los mejores.
15) El "Peta" Ubiña, capitán de Nacional y de la selección uruguaya en el mundial del 70, me dijo una vez: "si en ese mundial no se lesiona Rocha, salimos campeones" (Rocha se lesionó en el primer partido y no jugó el resto del mundial).
Yo no digo que salíamos campeones, pero... Mirá, se nos lesionó Rocha, que era el jugador que le pegaba de 30 metros. Nosotros jugábamos al ritmo de él, yo quitaba y se la daba. Yo le decía: "vos siempre tenés que estar libre, yo quito y es toda tuya". Y bueno, se lesionó y perdimos el tiro de lejos, perdimos todo. Pero mirá que igual, contra Brasil (en el partido por semifinales) erramos tres goles cuando íbamos 1 a 0. Después nos empatan y después pica Jairzinho y le grito a Matosas "hacele falta... hacele falta". Y Ancheta le va a salir y patinó, y se le va y la clava contra un palo.
16) En ese partido está la famosa historia del cambio de sede. El partido estaba fijado en ciudad de México, donde Uruguay venía jugando, y a último momento se cambió para Guadalajara, donde tenía su sede Brasil.
Brasil jugó los cinco partidos en casa, en Guadalajara. Ellos tenían que venir al Distrito Federal, donde estábamos nosotros. Esperamos hasta las tres de la mañana en el hotel, despiertos. ¡A las tres! Y nos hicieron ir. Fuimos desde ahí a Puebla, que son 250 kilómetros en unas carreteras que eran chiquititas así. Demoramos cuatro horas en llegar. Llegamos, agarramos una ropa, unos refuerzos y de ahí nos fuimos a Guadalajara en coche, como 800 o 900 kilómetros, todo por carretera. Y los negritos estaban esperándonos. Si nosotros hacemos el segundo gol no nos ganan. Jugamos sin 9. Nosotros hicimos dos partidos buenos: contra Rusia, que le ganamos y contra Alemania, que erramos siete goles. Fíjate que había 90 mil personas en el estadio y al principio nos chiflaban a nosotros. Y terminaron los mexicanos, que se venden por caramelos, "U-ru-guay, U-ru-guay". Qué va a hacer... cuando perdimos con Brasil casi nos peleamos con hinchas brasileros en el aeropuerto. Nos gritaban cosas... pará, no te aguanto, gil. Nosotros veníamos muertos pero igual dijimos "vamos a jugar por el tercer puesto". Y nos hace un gol Overath al principio, patea, le pega en la mano a Anchetta y descoloca a Mazurkiewicz. A los dos meses me encontré con Overath, en México, y me dice "Montero, qué partido ese; merecimos perder por seis o siete goles".
“Dice Restuccia: ‘Me ofrecieron a Artime’. Y Cubilla le dice: ‘Presidente, cómprelo que son 26 goles por año’”
17) ¿No te gusta la selección actual?
La selección, para mí, no juega a nada. Lo que pasa es que tenemos buena defensa, le pegan para arriba y ahí tenés dos delanteros que en este momento son los mejores que hay en el mundo. Se la tiran a ellos, son guapísimos, son rápidos, y les queda una y te clavan.
18) Mucha gente dice que esta selección juega como históricamente jugó Uruguay.
Yo no vi la época de Scarone y todos esos, pero en mi época tocábamos también, porque había buenos jugadores. Lo que pasa es que nos encontramos en un momento, en el 70, en que no había 9 en Uruguay. Los que había eran extranjeros: Spencer, Artime... no es como ahora que tenés varios. Tenés a (Maximiliano) Gómez ahora, tenés al Morro (García)... ahora hay buenos delanteros, en esa época no había, eran todos extranjeros.
19) ¿Es justa la fama de matones que durante mucho tiempo tuvieron los equipos uruguayos?
Lo que pasa es que queríamos ganar siempre y jugábamos en cualquier lado, no nos importaba nada. Metías, se jugaba bien y ganabas. Peñarol iba perdiendo 2 a 0 y le metió cuatro goles a River. Peñarol también tenía flor de equipo. Flor de equipo y flor de personas eran. En el 66 yo no fui al mundial, Ondino me sacó. Me dijo "Montero, no se haga problema, usted en seis meses va a ser titular y va a estar por diez años". Y estuve diez años en la selección.
20) En el mundial del 74 había buenos jugadores y fue un papelón.
Ah... un desastre. Fíjate si Fernando (Morena) hubiera estado en el 70... Pero en el 74 anduvimos todos mal, mal. ¿Quién le pasaba una pelota, si Pedro (Rocha) jugó lesionado? No anduvimos. El primer partido con Holanda nos dieron flor de toque. Fíjate que a Argentina le hicieron cuatro... jugaban muy bien y eran rápidos. A nosotros nos salió barato (NdeR: Holanda ganó 2 a 0). A mí me echaron a los 15 o 20 minutos, así que jugamos casi todo el partido con diez. Me dieron tres fechas, no jugué más.
21) Américo Signorelli contó una anécdota que te involucra, sobre un divertido cruce en radio con el ex boxeador argentino Ringo Bonavena, un día que el equipo del que él era hincha, Huracán, vino a jugar con Nacional...
No, no me acuerdo. A Bonavena nunca lo conocí, él se equivocó. Al que sí conocí fue a (Carlos) Monzón, en un fiesta de El Gráfico. Yo estaba con jugadores de Independiente, sentado al lado de Monzón, y él me dice: "parecemos gemelos, los dos nacimos de abajo, luchamos, a mí me gusta como jugás vos". Y después me dice: "Si yo juego al fútbol contra vos, sé que me matás a patadas, pero si yo te agarro en un ring, te rompo todo". Fue eso. Con Bonavena no... me contaron que dijo eso sí, pero no.
22) ¿Cuál fue el mejor futbolista con el que jugaste?
Yo qué sé... fueron muchos. Jugué con (Ricardo) Bochini, cuando subió a primera (en Independiente). Él y Bertoni, que venía de Quilmes. Bochini la dejaba chiquitita así. Independiente ganó todo, yo me fui de boludo, siempre digo que me arrepiento. No me tenía que haber ido, estaba cómodo, ganaba bien, me tomaba un avión y en 25 minutos estaba acá. Me fui lejos al pedo.
“Cuando perdimos con Estudiantes la final (de la Libertadores) del 69, hasta la Rosa Luna se tuvo que pelear”
23) ¿Había mucha diferencia económica en aquel momento entre Europa y Sud América?
No, era casi lo mismo. Ahora hay diferencia, aunque Paolo dice que los fenómenos ganan bien, Messi, Ronaldo. Los jugadores de equipos chicos ganan 300 o 400 mil dólares por año.
24) Cuando Paolo empezó a jugar ¿le dabas consejos?
No, yo lo dejaba, pero siempre le decía: "vos no pegues; pero si te pegan, pegá". Lo que pasa es que cuando sos chico, vos tenés 11 y yo tengo 11, y me pegás y yo me achico, cuando lleguemos a nivel profesional vas a decir que yo soy un cagón. Pero si me pegás y yo te pego, vas a decir "ojo, este también pega". Es lo que hacían Cubilla o Spencer. Pelé te rompía... te pegaba en la pierna que tenías apoyada, que se quiebra más fácil. Pelé tiene como cinco fracturados.
25) ¿Llegaste a hacer plata con el fútbol?
Algo hice, para vivir bien, viajar, tener mis gastos. Pero nada que ver con lo que se hace ahora. Te comprás dos casas todos los meses si querés.
26) Trabajaste como contratista y en algún momento se dijo que Paco Casal te quedó debiendo dinero.
No, no, Paco me pagó todo... tas loco. Pagó todo. Una plata que le tenía que dar a Paolo se la dio, bien. Y le hizo buenos contratos también. Él no se llevaba nada y hacía buenos contratos.
27) En Bérgamo tuviste un problema con hinchas del Atalanta, donde jugaba Paolo.
Sí, lo que pasa es que en Bérgamo a las tres de la tarde ya está oscuro. Y pasaban en moto y puteaban: "Montero, vete de Italia". Y yo dije: "un día voy a poner un cable de lado a lado de la calle y les voy a arrancar la cabeza". Y un día me fui hasta un boliche donde paraban y los encaré. "No puteen más, van a tener lío". "¿Qué te pasa? ¿Quién sos vos?" "Yo soy il genitore (el padre) de Paolo". Eran de esos cabeza rapada, que no les importa nada. "Me van a matar, pero dos o tres me llevo. A vos, a vos y a vos. Loco, estamos con la familia, no conocemos a nadie, no pueden pasar y putear así". Ahí no me hicieron nada y me fui. No putearon más.
28) ¿Por qué estaban tan malos con Paolo?
Porque él recién llegaba y quería salir jugando, le quitaban la pelota y los clavaban. Por eso ellos me decían "no tenemos nada como jugador contra él, pero que no salga más así". Yo le dije a Paolo: "ya demostraste que sabés jugar, ahora demostrales que también sabés pegarle de punta".
“Cuando uno armaba lío la policía nos pegaba a nosotros. Yo les decía: ‘pará, no me pegues a mí. ¡Pegale a ellos!’”
29) Él explotó acá cuando llegó Menotti a dirigir a Peñarol, en 1990.
Sí. El problema con Menotti fue porque no lo aguantaron, porque hoy te ganaba 5 a 0 y mañana perdía 6 a 0. Si lo hubieran dejado un año... eran todos guachos. Yo los vi jugar con el Real de Madrid, que jugaba Hugo Sánchez, en La Línea, cerca de Gibraltar... qué partidazo (NdeR: se refiere a un partido de agosto de 1990, que ganó Real Madrid 2 a 1). Peñarol le dio un toque... el juez robó el partido. ¡Cómo jugaban! Nunca más vi un equipo uruguayo que jugara tan bien. Lo que pasa que, viste cómo es... Menotti tenía eso. Te daba una confianza bárbara. Un día, contra Cruzeiro, Paolo la rompió. Y había un penal y le dice (Menotti) a Paolo: "tiralo vos". "No, yo no". "Sí, tiralo; como jugaste hoy qué te importa si lo errás". Y lo hizo. Él lo quería mucho a Paolo, y fue él que lo llevó a Italia, porque era amigo de (Antonio) Percassi, el dueño del Atalanta. Le preguntó y Menotti le dijo: "llévate a éste, que es un pichón de Passarella". El contratista era Mascardi, que también era amigo de Menotti.
30) Paolo no pudo concretar en la selección todo lo que hizo a nivel de clubes. Jugó en una época muy difícil del fútbol uruguayo.
Y sí. Mirá, se tenían que pagar los pasajes. No lo digo yo, hablá con el Chengue (Morales), hablá con cualquiera. Todo lo que tiene ahora la selección ¿quién lo hizo? La generación de Paolo. Preguntale a Lugano. A mí me dijo el Chengue: "el mejor capitán que tuve en mi vida fue Paolo". Y había muchachos que jugaban acá y en sus clubes no cobraban los sueldos y Paolo hacía que les pagaran a ellos. "Pagale a ellos, nosotros (los que jugaban en el exterior) estamos bien". ¿Cuántos líos tuvo? ¿Cuántos problemas tuvo con Figueredo? Ahora tienen todo. El otro día escuché que querían ir al mundial todos los presidentes de todos los equipos. ¿No ves que estamos todos locos? ¡No seas malo!
31) ¿Cómo ves la movida de "Más unidos que nunca"?
Me parece bien. Hay que luchar por el jugador, hay equipos chicos en los que no cobran. Ahora le van a dar a El Tanque una plata (del mundial). Que no se la den a (Freddy) Varela (el presidente del club). Que se la den a los jugadores. El jugador es el último... ¿para qué hicimos la Mutual? Yo no, pero la hicieron los monstruos. Esos tenían dignidad, estuvieron un año en huelga y después salieron campeones en el 50.
32) ¿Está bien que se haya removido a la directiva de la Mutual?
Y, todo se termina. Ya estuvieron como ocho años... que vengan cabezas nuevas. Si son corruptos o no, yo no sé nada. Pero es necesario que vengan cabezas nuevas. El jugador siempre pierde, y más los de equipos chicos. El único es Liverpool: está al día, tiene de todo, y no tiene suerte. El fútbol es muy injusto. Siempre paga el jugador.
33) Cuando la selección obtuvo el cuarto puesto en México, ¿tuvieron un buen premio?
Nada, no ganamos nada. Nosotros habíamos acordado por salir campeones. Campeón o nada.
34) ¿La política no te interesa?
Una vez, hace años, me iba a meter, pero no. Está muy podrida la política. El Hugo de León me dijo lo mismo. Un día le pregunté por qué no se tiraba a diputado, que salía. "Yo ayudé a Bordaberry pero es muy jodido, después todo el mundo se te tira atrás". Se matan, y el país cada vez está más jodido. Está jodido el país, estamos en pleno Pocitos y hay gente durmiendo en la calle. Al lado de mi casa, en la plaza Gomensoro... pleno Pocitos. Está complicado. Te roban, acá están robando 500 o 600 coches por semana. A mí el auto no me lo robaron, pero cada vez que lo dejaba afuera aparecía un vidrio roto.
“Carlos Monzón me dijo: Si juego al fútbol contra vos sé que me matás a patadas, pero si yo te agarro en un ring, te rompo todo”
35) En 2005 me dijiste que el único político que te gustaba era Astori.
Sí, pero más me gustaba Ferreira Aldunate. O Michelini. Ahora los hijos de Michelini no tienen nada del padre. A veces miro el informativo, pero no quiero ni mirar. Vas a comprar un pan y te sale 45 pesos, 50 pesos. Los fideos más baratos salen 60 pesos. ¡Una colita de cuadril sale 300 pesos! ¿Cómo vive la gente que gana diez lucas? Acá una piecita sale 12 o 13 lucas. Un par de championes buenos te salen 4 o 5 mil pesos. ¿Cómo hacés para comprárselos a tus hijos? Ahora lo pibes quieren todo de marca.
36) Vivís solo. ¿Te cocinás?
Cuando tengo ganas, pero casi nunca. Acá cerca vive mi ex mujer y ahí tengo a dos nietas. A veces me invitan a comer y no voy. ¿Sabés qué pasa? No me gusta comer. Como para que no me duela el estómago, pero puedo estar tres o cuatro días sin comer nada.
37) ¿Cuando jugabas hacías lo mismo?
Sí, cuando jugaba me comía un refuerzo, un té con sándwiches. Si jugaba de noche, a las cinco me tomaba un té, un sándwich, y hasta el otro día no comía. A veces sí... si voy a la casa de mi hijo, la muchacha, que es como una hermana para Paolo, me dice: "mirá, abuelo -porque me dice abuelo- que mañana vamos a hacer lentejas". "Bueno dale, mañana vengo". Yo me cocino a veces pero me aburre para mí solo. A veces agarro y me hago unos bifes a la cacerola: churrasco, papa, cebolla... Viví en Pocitos Nuevo, Ellauri y Marco Bruto. Después me fui a un apartamento de dos pisos que tiene mi mujer. Después al penthouse, que era divino, tres dormitorios, dos baños, pero como hacía mucho relajo, me había separado y me traía minas... ahora estoy viviendo en 21 entre Roque Graseras y Benito Blanco. Un dormitorio, un living grande... ¿para qué quiero más?
38) ¿Vas al fútbol?
Ahora voy poco. Voy a ver a mis nietos. Uno juega en La Escalinata, baby fútbol, y el otro fichó por el Torque, tiene 13 años. Ese es hincha de Nacional, y el chico es hincha de Peñarol. El grande se levanta a las siete de la mañana, va al Seminario, sale a las dos y media, se toma un ómnibus y se va a practicar a diez quilómetros del aeropuerto, para allá. Llega a la casa a las siete de la tarde. Y le encanta.
39) ¿Cómo ves a Uruguay en el mundial?
Lo veo bien, si vienen bien, no vienen cansados. Lo fundamental es ganar el primer partido. Si lo ganás, ya estás adentro. El problema es que después, la segunda ronda te puede tocar contra Portugal o España. A Portugal le podemos ganar, pero España es difícil. Tenés que estar bien parado atrás y en el medio, ellos tocan mucho. El fútbol es lindo, lo que pasa es que lo pudren todo. Fíjate que debe ser el negocio en el mundo que da más dinero. Las cifras que se manejan... y lo que robaron. "Te voy a poner medio palo en tu cuenta". Hasta Platini... El que inventó el fútbol nunca se imaginó que iba ser el negocio que es.
40) El año pasado, un Barcelona - Real Madrid lo fijaron en un horario poco usual para venderlo en China.
Claro, fíjate los chinos... lo vendés a un dólar por chino, imagínate... son 1.800 millones. Es el negocio. ¿Vos te pensás que Paco fue boludo? El problema son los alcahuetes. Yo soy alcahuete de mis hijos y de mis nietos, de nadie más.
Montevideo Portal | Gerardo Tagliaferro
Fotos: Juan Manuel López