Contenido creado por Inés Nogueiras
Las 40

La revolución en modo rebusque

Las 40: Postales de Cuba

Con un salario promedio de 20 dólares mensuales, para los cubanos que viven de su trabajo en el sistema formal la vida no es fácil.

03.12.2015 16:24

Lectura: 25'

2015-12-03T16:24:00-03:00
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Hay algunos que en los últimos años, por distintas razones, pudieron establecerse como cuentapropistas: taximetristas particulares, dueños de pequeños restaurantes llamados "paladares", empresarios que celebran convenios con el Estado, propietarios de casas que dan alojamiento a visitantes, en general actividades vinculadas al turismo.

Para el resto queda el rebusque, o como ellos mismos le llaman, "el invento". Así unos días en La Habana permiten conocer una legión de vendedores de las cosas más diversas, también, como es de norma, alrededor del turismo: desde una caricatura hecha al instante, hasta el típico cuentista que conoce el mejor restaurante y el más barato, no faltan el taxista empleado del Estado que igual negocia el precio del viaje porque es su negocio o la vendedora de libros que ofrece, en voz baja, un masaje que le salve el día.
Cuba vive su medio siglo largo de revolución y todavía no ha encontrado un lugar en este mundo que le cambió tanto sus preguntas. Mientras, su gente hace lo que puede, la mayoría critica y espera algo que muchos no saben bien qué es.

En esta entrega, unas 40 un poco diferentes: postales de La Habana. Solo eso, impresiones de unos pocos días. Instantáneas que intentan reflejar la frescura, la pasión o el drama de una vida que se hace cuesta arriba, en trazos individuales que quizás recogen algo de lo colectivo.

GERARDO TAGLIAFERRO
[email protected]


1)
Juan Martínez maneja un taxi no oficial. Es un Lada del año 86, la marca rusa de vehículos muy común en Cuba y un modelo parecido al viejo Fiat 125. El de Juan pena un poco por los años y -por lo que se ve- las dificultades de mantenimiento. Para arrancarlo, su dueño mete mano bajo el capó y para moverlo hacia atrás hubo de dejarlo providencialmente en un pequeño terraplén: simplemente quita el cambio y lo deja ir, porque el "carro" no tiene marcha atrás.

2)
-Ahora estoy usando petróleo en lugar de gasolina, que es más barato. Tengo que hacerle todavía algunos ajustes pero lo voy haciendo de a poco.
El auto de Juan atraviesa amplias avenidas. En un muro se lee: "Socialismo o muerte" y más adelante, luego de pasar por el Polideportivo, un estadio cerrado muy bonito por fuera, ladeamos un edificio -que después sabré que es el Ministerio de Transporte- que en lo alto recuerda la frase del Che: "Hasta la victoria siempre". Los ómnibus de transporte urbano impresionan por su suciedad: en muchos de ellos, la capa de tierra denuncia estar allí desde hace tiempo. Lo que no se ve son contenedores con basura desparramada a su alrededor.

3)
-Tú tienes que tener cuidado con los que se te acercan y te envuelven para intentar sacarte algo. Te ofrecen cigarros, llevarte a los mejores lugares para comer o comprar cosas y te piden algo a cambio. En el Malecón cuídate de grupitos de muchachos, porque ahora usan la táctica de que uno te distrae con la conversación y otro intenta robarte algo. Aquí no hay robos violentos, pero sí pueden quitarte una cámara fotográfica o un celular si te descuidas. (Magela, propietaria de un amplio apartamento en el barrio El Vedado que alquila dos habitaciones con baño privado a turistas por 30 CUC diarios).

4)
El CUC es la moneda convertible que utiliza el turismo. Un CUC equivale más o menos a un dólar, aunque el cambio de la moneda norteamericana está gravado con un 10 %. Por estos días, con 100 dólares se pueden comprar unos 87 CUC. Por un euro, en el Hotel Nacional pagan 1,02 CUC. El peso cubano (PUC) es la moneda que utiliza la mayoría de la población y equivale a unos 4 centavos de CUC, o dicho de otra forma: un CUC vale unos 25 PUC. En los sitios y servicios turísticos -hoteles, taxis, restaurantes de la Habana Vieja o playas, por ejemplo- los precios se establecen en CUC pero nada impide que un turista pueda manejar la moneda local en otros lugares y comer, por ejemplo, por precios mucho menores.

Los descapotables americanos de la época prerevolucionaria, convertidos en taxis, son un imán para los turistas

5)
-¿Where are you from?
Es un moreno joven y de físico atlético, bien vestido con ropa deportiva. Aparenta unos 25 años, se llama Marco. Son las siete de una noche ya cerrada en La Habana, al costado del Hotel Nacional suena la salsa y centenares de parejas demuestran cuánto bailan los cubanos. Marco cree que está frente a un gringo.
-Soy uruguayo.
-¡Uruguayo! Cachavacha Forlán, Luis Suárez, Mono Pereira... [Sí, juro que metió al Mono Pereira en su podio de celebridades uruguayas]. Tienen muy buenos futbolistas, hicieron un gran mundial en Sudáfrica, ganaron la Copa América...

6)
En su afán de caer bien al turista, la estadística de copas América de Marco llegó hasta el 2011. Cuenta cómo el fútbol está ganando terreno en Cuba, cosa que puede comprobarse porque no es raro ver niños jugando en las plazas. Y todos hinchas del Barcelona: es prácticamente la única camiseta que se ve.

7)
-Cuba es un buen lugar para los turistas porque es muy seguro. Aquí no hay problemas -dice Marco. Y agrega:
-El único problema son los comunistas... el Gobierno.
En realidad dice "el Gobielno", con esa "l" que colocan en lugar de la "r" cuando va al final o antes de otra consonante. Después se ofrece de guía para conseguir un buen lugar donde cenar. "No tienes que invitarme", aclara, pero cuando su actitud ya está haciéndome recordar las advertencias de Magela, zafo. Más tarde vuelvo a encontrarlo, por casualidad, y es bien directo:
-Oye amigo, ¿no tienes un CUC para tomar un refresco?

8)
A un centenar de metros de Marco y los salseros, la entrada del Hotel Nacional de Cuba habla de otra cosa. Un amplísimo hall, a todo lujo de los 50 y una sala repleta de fotografías de ilustres visitantes: artistas, deportistas, gobernantes -entre ellos Tabaré Vázquez-, representantes de la más variada realeza y, cada tanto, Fidel. En el pasillo, una bandera roja y negra, los colores del Movimiento 26 de Julio, con la imagen del Che. Más adelante los jardines que dan al mar, con varias barras de bebidas y entre los mozos que circulan con ron, champán o whisky escocés para atender a visitantes rusos, canadienses o franceses, un letrero propone una recorrida por los túneles excavados debajo del hotel cuando estalló la "crisis de los misiles", en 1962. La revolución y sus hitos son, tanto como las playas, atracción turística.

9)
-En el Nacional se hospedan presidentes, gente importante. Hace poco vino un jeque de Qatar y dijo que pronto va a volver.
-Ese sí que tiene plata para gastar.
-¿Que si tiene plata? Alquiló treinta carros para moverse él y toda su gente. Los países más ricos ahora son Qatar y Dubai.
Algunos cubanos hablan difícil. Él dice Dubai y yo en mi pobre chauvinismo entiendo Uruguay.
-¿Uruguay dijo? Yo soy uruguayo.
-Nooo... Dubai dije. ¡Uruguay no! Uruguay no tiene nada, qué va a tener... Lo único que tiene es el bistec -dice para pegarme en el piso.

10)
-¿Qué edad tiene?
-Tengo 76.
-¿76? Parece mucho menos. Así que conoció la época previa a la revolución.
-Sí que la conocí. Y le aseguro que estoy trabajando a mi edad y como usted me ve por la revolución. Porque antes comía mal, vivía en la pobreza; después empecé a comer mejor, a atender mi salud... todo por la revolución. El Estado me dio los materiales para hacerme mi casa.
-Pero la gente se queja de la situación económica, sobre todo los jóvenes.
-Sí, porque no han conocido otra cosa y muchos quieren vivir sin trabajar.
(Roque, chofer de una moto-taxi: una moto que lleva a su pasajero en un sidecar).

11)
Roque pregunta de dónde soy. "Soy uruguayo", le digo, y la asociación es inmediata:
-¿Vivió la época de los tupamaros?
-Yo era muy niño pero obviamente conozco la historia.
-Aquí vinieron muchos, cuando tuvieron problemas. Yo simpaticé mucho con ellos... con Raúl Sendic. Recuerdo cuando lo de Mitrione... eso estuvo muy bien. Silvio Rodríguez hizo una canción para los tupamaros.
-El hijo de Raúl Sendic es el vicepresidente ahora.
-Sí... Mujica no está más, ¿verdad? ¿Ahora está Tabaré Vázquez otra vez? Yo lo vi cuando estuvo aquí hace unos años. El problema es Argentina ahora: vuelve la derecha.

12)
-¿Taxi, my friend?
-Sí pero hablo español. ¿Cuánto me sale hasta El Vedado?
-10 CUC
Estamos hablando de unos 320 pesos uruguayos, por una distancia que podría ser entre Pocitos y la Plaza Independencia. Subo a un Kia blanco, en muy buen estado, que no luce distinción alguna que lo acredite como taxi.
-El carro no es mío, es de la compañía de renta. Yo lo que puedo hacer es transporte de turistas, pero tengo el beneficio de que me puedo quedar con él, usarlo para pasear. Lo único que no puedo hacer es robar... o transportar droga, eso no. Pero puedo taxear, no debería hacerlo pero bueno... uno tiene que buscarse su vida. Ahora cuando lleguemos te pido que me pagues antes de bajar, porque en El Vedado hay cámaras prácticamente en todas las esquinas.
Efectivamente, sobre los postes del alumbrado hay unas cámaras similares a las que se usan en las canchas de fútbol.
-Pero ¿cuál es el problema? ¿No me dijiste que tu trabajo era transportar turistas?
-Sí, pero no puedo usarlo como taxi.
-Me dijiste que podías taxear.
-No, no puedo pero bueno... lo hago.
(Francisco, 42 años)

Frente a los hoteles o en las "rampas", los jóvenes se amontonan buscando una buena conexión de wifi, la única posibilidad de navegar por ahora

13)
El viaje anterior, entre La Habana Vieja y la compañía de ómnibus Viazul, que realiza el trayecto entre la capital y Varadero, entre otros, fue más largo y por calles más transitadas y costó 5 CUC. Claro que fue en una moto-taxi.

14)
-Algo de lo que siempre se habló sobre Cuba es de la calidad de su medicina.
-Sí, la medicina es buena, aquí te atiendes y no tienes que pagar nada... pero... si no te entiendes con los médicos o los enfermeros, quedas para atrás.
-¿Cómo es eso?
-Tú vas a la clínica y a veces el médico o el enfermero te piden algo para hacerte pasar más rápido... ¿Entiendes? Si tienes amigos logras mejor atención. Y si no, te atiendes pero no es lo mismo. Pero no pagas nada. Pagas si te mandan un medicamento, pero son unos céntimos. Lo más caro son los antibióticos, tienes que pagar unos 30 pesos (cubanos, lo que equivale a algo más de 1 CUC o de 1 dólar).
(Juan, el chofer del Lada sin marcha atrás)

15)
Los salarios de los médicos han mejorado un poco en los últimos años en Cuba, el país de América con mayor cantidad de profesionales de la salud por habitantes. Últimamente también, los médicos cubanos salen en misiones al exterior, como la "Operación Milagro" que conocemos aquí por el trabajo en el Hospital de Ojos, y en esas salidas obtienen un importante ingreso extra. Muchos optan por invertir ese ingreso en algún bien o servicio que después utilizarán fundamentalmente con el turismo, como un "paladar", pequeño negocio gastronómico o mismo un automóvil, aunque los autos nuevos son muy caros en la isla y el Gobierno no facilita su compra por particulares. Ricardo, un taxista que es propietario de la mitad de su "carro" -la otra mitad es del Estado-, dice que su Lada del 85 vale 10.000 dólares. Y que un coche nuevo, con poco kilometraje, más de 20.000. El Estado regula y no tiene interés en que los particulares compren autos, dice.

16)
-Éste es un país bastante seguro por lo que veo y me dicen. En el mío es frecuente el asalto a taxistas a punta de pistola.
El conductor hace un gesto de sorpresa:
-No, aquí eso no pasa. Ni tampoco robarle o hacer daño a un turista. El que hace daño a un turista...
(Francisco, chofer del Kia que nunca se supo si era taxi o no)

17)
En La Habana hay taxis para todos los gustos y billeteras. Están los oficiales, que transportan básicamente turistas al precio que negocien. Están las "máquinas", coches de la década del 50 que son colectivos y por la décima parte de lo que cobra un taxi oficial, llevan hasta a seis personas -que pueden no conocerse- a lugares cercanos entre sí en un recorrido establecido. Están las moto-taxi, los coco-taxi y las bici-taxi, con un señor pedaleando y llevando a remolque al turista. Y da la impresión de que todo aquel que tenga un auto puede ofrecer sus servicios, aunque no deba.

18)
-¿Te parece que el restablecimiento de relaciones con Estados Unidos favorece en algo?
-Por ahora hay dos banderas: una de ellos acá y otra de Cuba allá. No cambia nada... por ahora no ha cambiado nada. Lo que la gente quiere aquí es irse. Las mujeres lo que buscan es alguien que se las lleve a vivir al exterior.
(Marco, el cubano que admira al Mono Pereira)

19)
Serena tiene 44 años -que tampoco aparenta- y trabaja como promotora de un "paladar" en la peatonal Obispo, el centro turístico por excelencia en La Habana Vieja. En la esquina del negocio, junto a una compañera, ella reparte volantes con las ofertas gastronómicas y trata de convertir transeúntes en clientes. Es mediodía y Serena sonríe con picardía. Dice que además es maestra. Y completa:
-También soy masajista.
-¿Qué clase de masajes?
-Masaje terapéutico -se ríe Serena. Por 25 CUC podemos ir a un lugar que yo rento a una cuadra de aquí, después de las 10 de la noche que es la hora que termino mi trabajo. Pero si quieres, por 20 te puedo acompañar a tu casa.

20)
-Hace un año que me separé de mi esposo. Él empezó a beber y a ponerse agresivo. Buscó ayuda en Alcohólicos Anónimos pero pronto dejó. Tengo un hijo de 20 años que tuvo algunos problemas de salud, tuvo que usar muletas pero ahora está mejor. Yo estoy tratando de ahorrar algún dinero y poner mi propio "paladar". Ese es mi sueño y lo pienso conseguir. Estuve en Jamaica, conseguí el pasaporte negro y pude salir, pero no me adapté, estuve quince días y me tuve que volver. No hablo bien el inglés.
Para conservar su trabajo, Serena tiene que llevar al menos tres clientes por día al paladar. No es que allí gane mucho, pero es lo que le permite obtener clientela para su otra ocupación.

Un "perro policía" con arma y todo. Los cubanos recurren al "invento" para complementar los 15 o 20 dólares mensuales que representa un salario promedio Guajira, son, salsa, en cada esquina de La Habana Vieja hay posibilidades de disfrutar buena música. Y con músicos buenos de verdad

21)
En Cuba el acceso a Internet sigue siendo restringido. La mayoría de los habitantes de La Habana solo puede conectarse si se acerca a algún hotel que tenga wifi o a alguna de las "rampas", calles en las que se puede establecer conexión por esa vía. La principal rampa es la 23, una avenida que desemboca en el Malecón, en El Vedado. Frente a los hoteles o en las esquinas de la 23 se agolpan, en su mayoría jóvenes, cada uno enchufado a su celular.

22)
-Yo no sé por qué no dejan tener Internet en las casas a todo el mundo, como tienen en todos lados. Mi hija vive en Estados Unidos y hace años que tiene Internet. Mi nieta nació allá con Internet e incluso otra que es mayor, tiene 31 años, ha estado prácticamente toda la vida con Internet. Nosotros acá no tenemos.
(Magela, propietaria de una casa que hospeda turistas)

23)
Un artículo del Granma, órgano oficial del Partido Comunista de Cuba, del miércoles 25 de noviembre, da cuenta de una conferencia sobre Derechos Humanos en Cuba, en el Ministerio de Relaciones Exteriores. Uno de los expositores fue Iroel Sánchez, que es Especialista de la Oficina para la Informatización de la Sociedad Cubana. Según Granma, Sánchez dijo que "la isla no puede integrarse soberanamente a Internet si no es con una visión de nación e infraestructura con servicios nacionales. Dijo que es interés de la máxima dirección del país que todos los cubanos tengan acceso pleno a estas tecnologías, a pesar de las limitaciones y de cómo Washington las emplea como instrumento político".

24)
-Los cubanos son muy entradores y han desarrollado una capacidad muy grande para conquistar al turista para obtener algo de él. Aquí vinieron dos chicas argentinas a las que estuvimos hablándoles con mi esposo una noche hasta la una de la mañana. Les explicamos que no debían dejarse embaucar, pero... al otro día conocieron a dos muchachos y ellos las convencieron de que les iban a conseguir para cambiar dinero a un precio más conveniente. Les cambiaron y cuando vinieron... les habían dado pesos cubanos, que no valen nada.
(Aleida, propietaria de una casa que alquila habitaciones a turistas)

25)
Desde hace algunos años el Gobierno liberalizó la oferta de alojamiento, y familias que posean una vivienda en condiciones pueden alquilar una o más habitaciones. Hay un registro estricto y el propietario debe aportar al Estado parte de la renta. El inquilino debe ser minuciosamente registrado y la información transmitida a la oficina correspondiente. En la aduana, el visitante debe declarar dónde va a hospedarse y las autoridades están en contacto con quien lo recibe.

26)
Local de fotografía digital. Necesito una tarjeta de memoria para la cámara.
-No, no tenemos.
-¿Dónde puedo conseguir?
-Se supone que debería conseguir aquí, pero no tenemos -sonríe la señora y señala un estante semivacío. Quizás en la otra cuadra, en el local de telefonía.

27)
En el local de telefonía hay una cola importante, pero a veinte metros hay un pequeño negocio que ofrece "reparación de celulares, habilitaciones". En un pequeño zaguán, dos jóvenes trabajan en una computadora.
-¿Tendrán tarjeta de memoria? En realidad es para una cámara de fotos, pero supongo que es la misma.
-Tenemos sí. La de 8 gigas a 15 pesos (CUC) y de 4 gigas a 8 pesos.
Saca una bolsita de nailon y la vuelca sobre la mesa: no menos de 40 o 50 tarjetas. Busca una de 4 gigas, que es la que pedí, y me la llevo.

28)
Cuando los barbudos entraron triunfantes a La Habana, una de sus primeras medidas y una de las más emblemáticas fue convertir el Hotel Hilton en el Habana Libre. A todo lujo, el antiguo hotel alberga turistas de varias partes del mundo y alto poder adquisitivo. En la puerta, un hombre entrega Granma, a voluntad. Me da uno y pregunta:
-¿English? ¿Español? ¿Français?
-Uruguayo -respondo.
-¡Uruguayo! ¿Y qué pasó en Argentina? ¿Perdieron las elecciones? ¿Vuelven al capitalismo?


29)
Después de hablar un rato de política argentina y consultarme también sobre Uruguay, el vendedor de Granma me pregunta si tengo hijos chicos y le digo que no, pero igual procede como tenía preparado si los tuviera: pone en mi mano dos monedas en desuso con la figura del Che y declara:
-Lleva, son monedas históricas con la imagen del Che.
-¿Me las estás vendiendo? ¿Cuánto te tengo que dar? -saco una moneda de 1 CUC y se la ofrezco. La toma y dice:
-Esto es por el diario, por lo otro dame lo que puedas... dame 5 CUC (recordemos: 1 CUC, más de 1 dólar).
-No, gracias, mis hijos leen el diario.

30)
En los barrios de La Habana se ve mucha obra de construcción. Mucha reparación de espacio público y también de viviendas y una buena cantidad de gente trabajando en ellas.
-Acá ha empezado a entrar el capitalismo y eso empieza a crear grandes diferencias. Hay gente que trabaja por 15 CUC al mes y otros que hacen contratos con el Estado por 3 o 4 mil dólares mensuales.
-¿Qué tipo de contratos?
-De reparaciones, de mantenimiento, forman empresas y contratan con el Estado. A esos les va muy bien.
(Rogelio, 32 años, empleado de un hotel)

Las "máquinas", viejos automóviles que circulan como taxis colectivos, se pagan en pesos cubanos y permiten atravesar La Habana por un par de dólares

31)
Cuando Omar, de 56 años, dice que hay que pagar 5 CUC para entrar al cementerio Cristóbal Colón de La Habana, pienso que está bromeando. Omar es guardia de seguridad a la entrada del cementerio, además de oficial de marina mercante.
-5 CUC es mucho dinero por entrar a un cementerio -le digo.
-No, qué va a ser mucho dinero, para ustedes es muy poco. Este es un monumento histórico de Cuba -replica con fastidio. Yo conozco otros países y sé que 5 CUC es muy barato.
-Pero por ese dinero aquí yo como en un restaurante.
-No, tú no comes en un restaurante por 5 CUC.
-Te aseguro que sí.
-Mira, como sea yo conozco la realidad de toda América y sé que 5 CUC es poco dinero. Es mucho para nosotros, pero no para ustedes. Yo aquí gano 40 CUC.
-¿Y la libreta? -le pregunto.
-Con la libreta tengo una libra de pollo (equivalente a 2,300 kg), frijoles, arroz, azúcar negra, azúcar blanca, café, pero no tiene ropa ni artículos de limpieza, eso lo tienes que comprar por fuera.

32)
La charla con Omar se prolonga.
-En otros lugares -dice- tú tienes otras oportunidades. ¿Por qué todos los mexicanos se quieren ir para Estados Unidos? Y aquí también.
-En otros países latinoamericanos hay otras posibilidades económicas pero también otros problemas, hay muchos hombres y mujeres que viven en la más absoluta pobreza.
-Ya lo sé, conozco toda Latinoamérica. Uruguay no conozco pero pasé por ahí, conozco Argentina, he estado en Rosario. Pero me gustaría que tú probaras a vivir con lo que gana aquí un cubano.

33)
Una cola de gente que rodea el vallado de la plaza a lo largo de cien metros por lo menos. En el centro de la plaza un pequeño carrito al que son conducidos los turistas que preguntan por la heladería Coppelia. Allí se puede tomar un helado de fresa y chocolate, como la película que le dio fama internacional a la heladería. No hay que hacer ninguna cola, pero hay que pagar 2,60 CUC (unos 85 pesos) por un helado de esos dos sabores. La cola afuera es para comprar el mismo producto pero con una oferta más variada de gustos, y con otro nombre: helado Varadero. Pero la gran diferencia es que en ese enclave, que tiene mesas y sillas y está repleto de gente, no se paga en CUC: un helado allí cuesta 10 pesos cubanos, es decir 40 centavos de CUC (unos 13 pesos). En buen romance, aquí los cubanos se comen largas colas pero disfrutan un helado más variado y seis veces más barato. No hay disposición que impida a un turista hacerse de pesos cubanos y de paciencia para afrontar la cola, pero algo me dice que nadie lo hace.

34)
-No sé si el fin del bloqueo va a solucionar algo. Eso es todo muela. ¿Sabes lo que a mí me importa?
Wladimir, de 39 años, mozo de un bar, saca su billetera y me muestra la foto de dos niños, una nena y un varón.
-Ellos, mis hijos. Yo sé que cada día tengo que hacer lo suficiente para darles de comer. Lo demás, la política, no me interesa, que hagan lo que quieran.

35)
-Aquí lo bueno es la tranquilidad y la solidaridad. La gente se ayuda. Si hay un taxi que va lleno y pasa algo en la calle, todos se bajarán para llevar a quien lo necesite a un hospital o a donde sea. Eso es bueno. También la medicina es buena, nosotros sabemos que tenemos un sistema que funciona bien. Pero a los jóvenes no les interesa nada, la política no les va. La situación cambió, la historia es otra cosa. Nosotros hace pocos años que tenemos teléfonos móviles, Fidel se había empecinado en que no los hubiera. Y lo mismo está pasando con Internet. ¿Sabes por qué Fidel se mantuvo tanto tiempo? Porque Cuba es una isla, es fácil dominarla. Si tuviera fronteras terrestres no le hubiera sido tan fácil. El ejército les paga a las personas que viven en las costas para que ellas vigilen el mar y evitar cualquier problema. Este es un país militarizado, por eso hay tanta tranquilidad.
(Donato, taxista, 41 años)

36)
Cerca de las 10 de la noche. Tienda de libros, pequeña, ubicada en la calle Obispo, la peatonal. Una puerta de doble hoja abierta y un escaparate dispuesto ahí mismo con libros: casi todo Fidel, el Che, algo de Lenin, otros clásicos del marxismo. Muchos parecen usados. La vendedora, sentada en el escalón de la casa contigua con otra chica, se para y se acerca. Es delgada y no tiene más de 25 años.
-Muy buenos libros, a bajo precio. ¿Quería ver alguno en particular?
-No, gracias, estoy mirando nada más.
-¿De dónde es usted?
-De Uruguay.
Se queda unos instantes en silencio y después me tutea:
-Te puedo dar un masaje si quieres también. Por 80 CUC te puedo acompañar a tu casa. Vamos en un taxi y después yo vuelvo.
Serena, la maestra, ofrecía su masaje terapéutico por 20 CUC. Tenía casi el doble de edad.

37)
-Los problemas en Cuba son económicos. La gente se las ingenia para conseguir un mejor ingreso, nosotros le llamamos "el invento". Cada uno lo hace de la forma que puede, los que tienen mejores condiciones son los que tratan con los turistas.
-¿Crees que si se levanta el bloqueo la situación puede cambiar?
-No sé... el hecho de poder comerciar directamente seguramente va a abaratar los precios, pero acá lo principal es el bloqueo interno. Ahora cada uno puede poner un pequeño negocio, pero para eso hay que tener algún capital. En cuanto a la tranquilidad, acá hay seguridad porque todo está muy controlado, lo que tiene su parte a favor y su parte en contra. Delitos hay, como en cualquier parte, pero son menos violentos, porque hay pocas armas de fuego. Hace un tiempo desapareció un cargamento de armas que venía y todavía hay algunas que siguen ilegales. Pero no es libre la circulación de armas de fuego, eso está todo muy controlado. Tú disparas y enseguida se sabe de dónde salió ese disparo, quien vendió el arma, todo. Y además, Cuba es una isla: el que comete una tontería aquí es muy difícil que escape. Y sabe que son mínimo 20 años de cárcel.
(Bruno, mozo de la Casa de la Música, un restaurante y centro cultural del barrio Miramar)

38)
-No sé si el levantamiento del bloqueo va a cambiar algo, pero está muy conversado eso, porque a los dirigentes no los afecta el bloqueo, al que afecta es al pueblo. Yo si fuera Estados Unidos, hacía rato que había levantado el bloqueo, así se terminaban las excusas.
Esta es la opinión de Juver, un taxista de unos 60 años, mientras en la radio de su auto suenan los acordes de "Hasta siempre".

39)
Leonel es empleado del Estado al volante de un taxi oficial. De lo que recauda debe verter 85 centavos de CUC por cada kilómetro recorrido. Lo que haga extra es para él, por lo tanto la ecuación es simple: cuanto más cobre por el viaje, más ganará. Casi nadie, en los taxis que lo tienen, enciende el taxímetro, con los turistas todo se negocia antes de subir.

40)
Dice otra vez Aleida:
-En la época de la Unión Soviética ellos nos daban todo y nos acostumbramos a eso. El campesino no se preocupaba por extender su producción o mejorarla porque le alcanzaba con lo que tenía. Todo llegaba desde afuera, fundamentalmente la comida, aunque hay cosas que siempre escasearon. Yo ganaba 85 pesos, en aquel momento no existía el CUC, pero el peso era equiparable al dólar. Y mi marido ganaba 120. Ahora tú puedes poner tu propio negocio, pero para hacerlo tienes que tener un dinero al que no es fácil llegar. Pero si hubiera más sería dinero que quedaría en Cuba, nadie se lo va a llevar al exterior. ¿Comprar una vivienda o alquilar? Imposible, el alquiler se paga en CUC. Por eso los jóvenes cuando se casan se quedan a vivir con sus padres y eso termina en matrimonios destrozados. Cuando comenzó el turismo, los cubanos empezaron a ver que los turistas acceden a muchas cosas que ellos no pueden, y eso da mucha bronca.


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