Alejandro Lali Sonsol cuenta que el 2 de diciembre de 2022 sintió el abrazo de su padre, Alberto. Ese día, cuando a los 25 minutos del primer tiempo Giorgian de Arrascaeta anotó contra Ghana por la Copa del Mundo, el relator de 30 años, hijo de la voz del gol, se llenó la garganta por primera vez con la Celeste en un Estadio por un Mundial. Y fue inolvidable, al punto que cuando lo recuerda, asegura, todavía se eriza.

“Desde el momento en que me confirman que voy a relatar para Canal 4 los partidos de Uruguay, a partir de ahí era casi constante el deseo de poder compartirlo con él”, rememora Sonsol en diálogo con Montevideo Portal.

“A medida que los partidos pasaban empecé a tener eso de no poder gritar un gol de Uruguay en una Copa del Mundo, te diría que es el sueño que tenía como relator. Y fue muy emocionante gritar un gol, sentí que él me abrazaba. Ahí se fusionó el amor que él me inculcó por el fútbol y por el relato, las noches que compartimos juntos alentando a la selección. Fue una situación muy emotiva que me erizó, me conmovió y hasta el día de hoy lo recuerdo y me vuelvo a emocionar”, dice con la voz entrecortada.

Días después del Mundial, Sonsol compartió el video de su segundo grito de gol en el partido contra Ghana.

La gente quiere vivir

Para Alejandro Sonsol y su familia la vida cambió el 25 de marzo de 2021. Fue la fecha en que murió su padre, una leyenda de la radiofonía uruguaya, pero que en el último tiempo había cobrado notoriedad como nunca antes opinando de todo en televisión, en Polémica en el bar, Punto penal y el clásico de siempre, La hora de los deportes.

Alberto Sonsol falleció a los 63 años a causa de covid-19. El periodista fue diagnosticado con la enfermedad el 12 de marzo y cuatro días después lo internaron. Si cuando relataba fútbol acuñó el “qué bárbaro, escúcheme”, y en el básquetbol el “pa pa pa”, en su partido más importante Sonsol también dejó un mensaje en cualquier escuela del país: “La gente quiere vivir”.

“Es como que a nuestro padre se lo llevaron los extraterrestres”, dice Sonsol. Foto: Javier Noceti

“Para nosotros, es como que a nuestro padre se lo llevaron los extraterrestres. Porque hicimos radio un día normal, un 11 de marzo, de repente él se enferma, y el 25 de marzo nos confirman su fallecimiento. Fue todo tan rápido, de un día para el otro, que es como si hubiera desaparecido. En cualquier caso me atrevo a decir que ninguna familia está preparada para perder a un integrante, en este caso a mi padre”, recuerda su hijo, que dice extrañarlo siempre, pero más en los buenos momentos.

Alejandro tiene dos hermanos, Diego y Micaela, y sus padres hubieran cumplido el pasado 20 de febrero 35 años de casados.

“Obviamente lo extrañamos todos los días. Te pongo una situación muy puntual: en verano, que eran los días que él se desconectaba de su vorágine laboral y compartíamos 24/7 todos juntos, lo disfrutamos muchísimo. Y obviamente que tanto este año como el pasado se notó enormemente su ausencia, como se nota en el día a día de la casa también. Pero el verano era más el espacio que teníamos para disfrutar entre nosotros”, dice Alejandro Sonsol.

Alejandro Sonsol, su madre Patricia Datz y sus hermanos Micaela y Diego. Foto: Twitter.com/LaliSonsol

La voz del gol

Cuenta Lali que ahora, con sus hermanos, tratan de acompañar más a su madre, Patricia Datz. Las visitas en la casa son más frecuentes y allí imaginan a la voz del gol, pero en el rol de padre.

“Naturalmente se dan circunstancias en las que los cuatro sabemos y tenemos certeza de lo que estaría diciendo papá en algunas charlas y en algunos momentos”, dice Sonsol.

Alejandro Sonsol ahora lidera las transmisiones deportivas de El Espectador. Foto: Javier Noceti

“A mí me pasa en algunas situaciones personales, que converso con mi madre o mis hermanos, y muchas veces sin ni siquiera tener que decirlo ya sabemos lo que nos estaría diciendo papá, ya sea en un tema laboral, en un tema personal, en un tema de amorío o lo que fuera. Y muchas veces termina siendo importante para tomar una decisión lo que imaginamos o creemos que él nos hubiera dicho. Porque además habitualmente tenía razón”, agrega.

“No va a haber otro igual”

Alejandro y Alberto Sonsol en el Estadio Centenario. Foto: Instagram Alejandro Sonsol (@lalisonsol)

Desde que murió Alberto Sonsol, su hijo Alejandro asumió mayores retos profesionales. Ahora lidera las transmisiones deportivas de Tuya y mía en el Espectador, condujo programas de entretenimiento, y hace semanas se integró al equipo de Telenoche de Canal 4.

“En lo que tiene que ver con la radio, donde la estructura giraba en torno a él, tanto yo como mi hermano, y sobre todo el resto de los compañeros, supimos dar un paso adelante individualmente y como colectivo para, sin disimular su ausencia porque es imposible, mantener los estándares de calidad del producto”, dice Sonsol.

Si bien compartían la profesión y la pasión, Alejandro Sonsol asegura que no puede, ni quiere, ponerse en el lugar de ser la continuidad de un legado. En lo personal, dice sentirse cómodo en “un estilo bastante menos visceral” y se ve “construyendo desde otro lado”.

“A mí no me gusta ponerme en ese rol. Entiendo que muchas veces quizás la opinión pública pretende que yo sea el próximo Alberto Sonsol. Pero eso es imposible, porque es inigualable. Alberto Sonsol no va a haber otro igual”, asegura.