Flanqueado por varios de sus ministros —aunque con la ausencia del canciller Bustillo—, el presidente Luis Lacalle Pou dio inicio a la 61ª Cumbre de Jefes de Estado del Mercosur y Estados Asociados saludando a las delegaciones y a sus pares de Paraguay, Brasil y Argentina, con un mensaje en referencia a Catar 2022 para estos dos últimos.
“Fuera de protocolo desearles suerte a la Argentina y al Brasil en las instancias que tienen por delante en el Mundial”, expresó, despertando una sonrisa en la cara de su par argentino, Alberto Fernández.
Luego de una intervención de la subsecretaria de Relaciones Exteriores, Carolina Ache, el mandatario comenzó su discurso aludiendo a la previa de la cumbre y las “hipótesis” que se manejaban.
“Se generaron muchas hipótesis de que esta reunión iba a generar más conflictos. Estoy seguro que nadie se tomó un avión para venir a nuestro país en el día de hoy para generar más conflictos. Todo el mundo vino a buscarle la vuelta, como se dice en nuestro país”, afirmó.
“Seguramente inspirados en lo que fue la visión de los socios fundadores en aquel momento. Sería muy difícil abordar el Mercosur con una cabeza de principios de la década del 90. Porque el mundo es otro y porque esta región es otra”, agregó, comenzando a hablar de la modernización que considera necesaria que emprenda el Mercosur.
“Es cierto que llegamos hoy con tensiones. La vida entre los seres humanos se trata de resolver las tensiones. De buscar un justo equilibrio. Cuando un país concede parte de su soberanía para un bloque, lo que está buscando son dos cosas: el bien nacional, que es el que nos mueve y obviamente de la mano el bien de los socios”, manifestó Lacalle.
Lacalle dijo que habló bilateralmente con todos los países del bloque, de “manera formal e informal” y ratificó cual es la postura uruguaya en sus asuntos exteriores.
“Quiero repetir qué es lo que mueve la política exterior del Uruguay: abrirse al mundo, el Uruguay necesita y tiene vocación de abrirse al mundo. Por supuesto que, si vamos en grupo, vamos en barra, es mucho mejor. Por supuesto que, si le ofrecemos al mundo un mercado como el de los cuatro países, vamos a tener mayor poder negociador, eso es lo que buscamos. No estamos dispuestos a quedarnos quietos. Si algo demostró el presente, cualquier hecho, en cualquier lugar del mundo cambia las costumbres humanas”, remarcó el presidente.
“Acá no se trata de ruptura, hay que sacarlo del imaginario colectivo nuestro hablar de ruptura. Se trata de resolver tensiones”, sostuvo.
Sobre las negociaciones que el bloque mantiene con la Unión Europea para alcanzar un Tratado de Libre Comercio, dijo: “No podemos estar 25 años para firmar un acuerdo, no es serio, no es creíble en el mundo real. Por eso nosotros pretendemos seguir ampliando las posibilidades del Mercosur”.
Lacalle definió al bloque como “una zona de libre comercio imperfecta”, al igual que lo hizo Bustillo este lunes y, pidiendo que entre los países socios se sinceren, expresó: “En los últimos meses existieron dos bajas del arancel externo común y no fueron por consenso. ¿Por qué? Porque a determinado país del bloque le servía. Y está bien. No podemos ser obstáculo para que los países progresen”.
El mandatario uruguayo dijo que “hay que ver qué está pasando con el intercambio de bienes y servicios intrabloque” porque el bloque muestra “complicaciones”.
“Tenemos que trabajar en que los individuos se puedan trasladar más fácilmente dentro del Mercosur, no esas enormes colas que vemos en el litoral con Argentina”, añadió, en referencia a la libre movilidad a la que el bloque apuntó alcanzar en su fundación.
“Tenemos que trabajar conjuntamente con los bancos centrales, veo por ahí una idea —la iba a catalogar, cosa que no debo hacer así que no lo hago— de generar un banco central común. A mí me parece que hoy, hablar de esos temas, cuando ni siquiera estamos caminando, [es] hablar de que estamos corriendo. Cuando vemos las dificultades monetarias que tenemos entre los países, es avanzar más de lo que debemos”, aseveró.
Dijo que los países deben “ponerse en los zapatos del otro”, ver el “interés nacional” de cada uno y apuntar a “centrar esas tensiones” a las que definió como naturales.
“Salvo que alguien levante la mano y diga ‘se terminó’, que no es el espíritu de nadie”, manifestó Lacalle.
“Vayamos por eso. Busquemosle la vuelta, para no dormirla. Juntémonos para pincharla y no dormirla. Hay ánimo de avanzar. Con una visión optimista, porque hay factores reales que así lo indican. Una visión moderna y con el sentido de riesgo de salir al mundo. Pero lejos de una visión rupturista; última vez que uso esta palabra, porque no está en la cabeza de nadie”, afirmó.
Y concluyó su alocución diciendo: “Avancemos, Uruguay lo está haciendo. En su momento mirará a los costados y le dirá a los países socios, avancemos todos juntos, esperemos que tanto Argentina, Brasil y Paraguay estén decididos y preparados para eso”.