El presidente uruguayo, Luis Lacalle Pou, anunció este lunes que no se vacunará anticipadamente contra la COVID-19 como forma de dar confianza a la población sobre la seguridad de las inyecciones, sino que esperará su turno según el cronograma establecido por el Gobierno.
Lacalle Pou, de 47 años, dijo este lunes ante un grupo de periodistas: "Cuando me toque y con la vacuna que me toque". La segunda parte de la oración refiere a que Uruguay ya sabe que tendrá a su disposición al menos tres vacunas: Sinovac (la primera en llegar), Pfizer-BioNtech (la segunda) y AstraZeneca (la tercera).
Con esta idea de atenerse al cronograma establecido por el Gobierno, es probable que Lacalle demore varios meses en vacunarse, ya que por edad no le corresponde ser de los primeros y tampoco trabaja en un sector considerado de riesgo, como sí es el rubro de la educación, de los policías, bomberos, militares y médicos.
Otros mandatarios del mundo y la región optaron, en cambio, por ser de los primeros en vacunarse y de esa forma dar confianza a la población sobre la seguridad de las inyecciones, ya que (al menos en Uruguay) diversas encuestas indican que un alto porcentaje de la ciudadanía no estaría dispuesta a vacunarse.
El primer mandatario sudamericano en recibir una dosis anticovid fue el argentino Alberto Fernández. El 21 de enero recibió la primera dosis de la vacuna rusa Sputnik V. Fernández, de 61 años, expresó tras recibir la inyección: "Vacunarse sirve para ser inmunes frente al coronavirus. Hágamoslo".
En diciembre, Fernández había anunciado: "El primero que se va a dar la vacuna soy yo, porque no tengo ninguna duda de la calidad de la vacuna. Voy a vacunarme antes que nadie para que nadie tenga miedo". Si bien no fue el primero porque esperó a que la Administración Nacional de Medicamentos, Alimentos y Tecnología Médica (Anmat) autorizara la aplicación de la Sputnik V en mayores de 60 años, los hizo no bien se habilitó.
Otro mandatario de la región que ya se vacunó es el peruano Francisco Sagasti. El presidente fue uno de los primeros peruanos en vacunarse y lo hizo con una dosis de la china Sinopharm. En este caso, la inoculación del presidente también se hizo con la intención de transmitir confianza entre la ciudadanía.
También se vacunó contra la COVID-19 el chileno Sebastián Piñera, de 71 años. En el país de la región con mayores avances en vacunación anticovid, el presidente se vacunó a inicios de febrero con una dosis de Sinovac. Sin embargo, Piñera no fue de los primeros en vacunarse dentro de su país, sino que lo hizo una vez que comenzaron a inocularse los mayores de 70 años.
Por su parte, el mandatario brasileño, Jair Bolsonaro, no solo aún no se vacunó contra el coronavirus, sino que se muestra escéptico. En alguna ocasión, Bolsonaro cuestionó la eficacia de las vacunas contra la COVID-19 y más de una vez criticó las medidas de aislamiento social para contener el avance del coronavirus, a pesar de que su país es uno de los epicentros mundiales de la pandemia.