El presidente Luis Lacalle Pou encabezó la reunión del Centro Coordinador de Emergencias (Cecoed) en Treinta y Tres esta mañana. Este lunes, a las 11:00 horas, sesionó el Cecoed en Treinta y Tres, con el fin de definir las próximas acciones con relación al brote de COVID-19 en el departamento.
Participaron del encuentro el secretario de la Presidencia, Álvaro Delgado, el ministro de Defensa Nacional, Javier García, el ministro de Salud Pública, Daniel Salinas, y el presidente de ASSE, Leonardo Cipriani.
A la salida, el presidente de la república brindó una conferencia de prensa donde informó nuevas medidas específicas para el departamento y la ciudad de Treinta y Tres. En primer lugar, el presidente anunció la suspensión de la educación presencial en la ciudad del departamento hasta el próximo 3 de julio. Allí, según dijo Lacalle, se volverá a evaluar la situación y se tomarán nuevas decisiones.
"Pusimos esa fecha por temas de salud. A ese momento vamos a a saber si se han contagiado más personas o no. La presencialidad educativa se suspende hasta el viernes 3 de julio donde vamos a hacer una evaluación", aseguró.
En otros asuntos, dijo que, luego de dialogar con las autoridades militares como el ministro de Defensa, se colocarán cinco puestos de control sanitario en los ingresos y egresos de la ciudad, donde, por ejemplo, se tomará la fiebre.
"Es un control preventivo donde se toma la temperatura, se hizo en Rivera, resultó una buena práctica y lo repetimos aquí", sostuvo.
Finalmente, la última medida que anunció Lacalle fue que, en coordinación con el ministro de Salud Pública, se llegó a un acuerdo de hisopar a todas las personas que se encuentran en cuarentena y a todo el personal de salud que se encuentra infectado con el virus.
"Se van a hacer en el entorno de mil test, a diferencia de rivera que fue aleatorio, esta vez decidimos a las personas vinculadas a la salud. Personal médico y no médico, pacientes y gente que frecuentó o tuvieron contacto con estas personas. Vamos a extenderlo a gente del transporte público y elegiremos algunas zonas", agregó el presidente.
A lo último que hizo referencia con respecto a las medidas fue un mensaje a los ciudadanos de la ciudad de Treinta y Tres: "Todas estas medidas no sirven de nada si en la ciudad de Treinta y Tres la gente no anda con tapaboca y sin un distanciamiento social adecuado".
Finalmente, el presidente dirigió un mensaje a la población de todo el país, dado que, a su entender, la población se "relajó".
"Nos relajamos un poco, lo vemos en todos lados. Yo no quiero alarmar de más, pero con lo que está pasando retrocedimos algunos casilleros. Lo que estábamos pensando de volver a esa nueva normalidad hoy nos obliga a poner pausa. Nos obliga a ir para atrás todo lo necesario. Lo hacemos con pesar, pero es nuestro deber. A la gente de la ciudad y a los uruguayos todos, pensar que cada acción personal o grupal puede beneficiar o perjudicar a todos. Están habiendo fiestas, yo entiendo la necesidad de juntarse, pero no estamos todavía a tiempo. Es muy importante que estos días se apriete el control porque si no vamos a tener una recaída", afirmó el presidente de la república.
Finalmente, el presidente reiteró una frase que dijo al principio de la conferencia y que es ya conocida porque se había pronunciado en la conferencia de prensa donde se informó sobre la vuelta presencial a las clases.
"Para adelante todo lo posible, para atrás todo lo necesario. Treinta y Tres va a demostrar, como lo hizo Rivera, que, con las medidas del gobierno y la libertad responsable, vamos a frenar el contagio y podremos pensar en nuevas aperturas", concluyó Lacalle Pou.
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