La “toma de Lima” y su amenaza al gobierno de Boluarte, que quiere seguir hasta 2026

El miércoles fue el día en el que se esperaba la “toma de Lima”, el nombre que le pusieron los manifestantes contrarios a la presidenta Dina Boluarte a la movilización que congregó a miles de personas provenientes de la capital y del interior del país andino.

Cuatro días después de la multitudinaria convocatoria, las manifestaciones continúan en Lima y en otros puntos del país.

Ya no sólo piden que se adelanten las elecciones, el principal reclamo es que la mandataria renuncie. Además, exigieron el cierre del Congreso, que se convoque a una asamblea constituyente y que la reparación a las familias de las víctimas muertas en los enfrentamientos con la policía en las manifestaciones de este año.

En marzo, el Congreso rechazó por quinta vez la propuesta de adelantar los comicios generales para diciembre de 2023 y de que Boluarte gobernara hasta el 30 de abril de 2024.

Dina Boluarte, presidenta de Perú - Foto: EFE/ Jhonel Rodriguez Robles/Presidencia Perú

Sin embargo, ante las especulaciones de cuando se llevarían a cabo las elecciones, la presidenta confirmó en conferencia de prensa el 15 de junio que ella y su gobierno continuarán hasta 2026, año en que hubiese culminado la presidencia de su predecesor, Pedro Castillo.

“Ese tema de adelanto de elecciones está cerrado, nosotros seguiremos trabajando de manera responsable y en ese respeto al estado de Derecho, a la democracia y a la Constitución, hasta julio de 2026”, dijo Boluarte. Su argumento radica en la posición que tenía en la sucesión constitucional en el tiempo en que Castillo dejó la presidencia.  

Boluarte asumió el 7 de diciembre de 2022 luego de la vacante que quedó en el Palacio de Gobierno tras el intento de autogolpe de Castillo. Hasta ese entonces, la actual jefa de Estado era vicepresidenta y ministra de Desarrollo Social del gobierno de su ex partido político, Perú Libre.

Foto: EFE/ Aldair Mejia

Las manifestaciones

“¿Cuántas más muertes quieren? ¿Acaso no les duele en el alma haber perdido más de 60 personas en estas movilizaciones violentas?”, preguntó ese mismo 15 de junio Boluarte cuando los grupos sociales y políticos opositores convocaban a llevar a cabo esta tercera “toma de Lima”. La cifra a la que hacía mención refiere a los muertos en enfrentamientos con la policía en las sucesivas protestas que se han llevado a cabo desde diciembre.

Algunos analistas sostienen que el “error” de Boluarte al anunciar que permanecerá en el poder hasta 2026 fue lo que impulsó a las organizaciones sociales a convocar a las movilizaciones masivas de esta semana.

El miércoles 19 llegó y el protagonismo en la capital peruana era compartido tanto por los cientos de miles de manifestantes como por el despliegue de fuerzas del orden para frenar su avance. El epicentro fue la céntrica plaza 2 de Mayo y el objetivo de las manifestaciones, llegar al Palacio de Justicia, sede de la Corte Suprema.

Las organizaciones políticas y de la sociedad civil planearon las movilizaciones con antelación, con delegaciones que se trasladaron desde los distintos puntos de Perú, principalmente la región andina, con fuerte hegemonía de grupos sociales indígenas.

A pesar de que la algidez del miércoles se vio disminuida con el correr de los días, las protestas continuaron y se estima que en las últimas horas había más de 20.000 personas aglomeradas en el centro de la capital, según informó la Defensoría del Pueblo, que destacó el “mejor despliegue de efectivos policiales y un comportamiento mayormente pacífico”.

“En 59 provincias se reportaron marchas y concentraciones, en ocho provincias se paralizaron parcialmente las actividades, y en 23 provincias se bloquearon vías locales, departamentales y nacionales”, informó el titular del organismo, Josué Gutiérrez

Aunque en estas movilizaciones el saldo de heridos ha sido notoriamente más bajo que en las anteriores  —dado que hubo a nivel nacional solo 14 personas lesionadas— en recuerdo a los 60 muertos desde diciembre, el cántico de “Dina asesina, el pueblo te repudia” es uno de los que los manifestantes siguen coreando por las céntricas calles de Lima.