El propietario de un bar de Maldonado fue emplazado ayer por la Justicia debido al incumplimiento de medidas por emergencia sanitaria.
En la noche de ayer, se alertó a la policía de una violación de la disposición de emergencia sanitaria, concurriendo personal policial y constatando que en un bar ubicado en Av. De los Gauchos había cinco personas y funcionaban máquinas slots.
El propietario del lugar había sido notificado anteriormente de la disposición respecto a la emergencia sanitaria, por lo cual, de acuerdo a la disposición de la Fiscalía de turno, fue emplazado sin fecha para comparecer ante la autoridad judicial y fue notificado de que está incurriendo en un delito, procediendo a solicitarle que cierre el local.
No es el único emplazado por una situación similar en estos días. Este fin de semana la fiscal Ana Roses resolvió emplazar a seis dueños de bares y locales bailables de Maldonado por no respetar "la exhortación" del presidente Luis Lacalle Pou de suspender las actividades sociales con motivo de la emergencia, informó El Observador.
Sin embargo, no existe una directiva que prohíba a los bares estar abiertos. El director de Higiene de la Intendencia de Maldonado, Jorge Píriz, dijo a Montevideo Portal que los centros nocturnos sí están cerrados y que a las superficies grandes se les sugirió lo mismo, lo que fue cumplido.
"Acompañamos las disposiciones nacionales con la orden de cerrar bailes, discotecas, prostíbulos", señaló, y aclaró que para controlar que realmente se haga efectivos se hacen guardias en la calle.
Sin embargo, explicó que no hay orden de clausurar o cerrar bares, y que se apela al sentido común.
Lo mismo explicó a Montevideo Portal Joe López, vocero de la Policía de Maldonado. Los dueños de los bares pueden mantenerlos abiertos pero no deben permitir que se aglomeren personas en ellos. En el último caso, apuntó que se trata de un lugar muy pequeño y que las cinco personas no respetaban la distancia física recomendada.
"La directiva que hay es no permitir la aglomeración de personas. A esta persona ya se la había notificado por lo mismo", expresó.
Admitió que al no haber un criterio definido, son los dueños de los bares los que deben aplicar su sentido común y no dejar entrar una cantidad de personas que pueda considerarse aglomeración o que no permita mantener la distancia de más de un metro entre comensales. Ese criterio puede a veces chocar con el que usa la Policía.
"Lo que queremos es que la gente no se aglomere. No estamos con altoparlantes, pero vamos a las plazas a pedir a la gente que no lo haga, no los dejamos quedarse allí", informó.
Contó que ha pasado que deban interrumpir algunos servicios religiosos, porque congregaban decenas de personas en espacios cerrados.
"La Policía te notifica aunque no haya nada dispuesto en cuanto a números. Se quiere crear conciencia en la gente de la importancia de que todos colaboremos", manifestó.