El mismo día en que el presidente de la Asociación de Salones de Fiesta, Javier Abal, hizo pública una dura carta dirigida al presidente Luis Lacalle Pou por su falta de respuesta a la situación del sector, el mandatario lo llamó por teléfono.
Abal dijo a Montevideo Portal que ese mismo día acordó reunirse con el presidente en la residencia de Suárez, un encuentro que sirvió para mejorar la comunicación del sector con el Gobierno y abrió la puerta a una reactivación parcial.
"Me rezongó por la carta, pero la charla fue amena", dijo Abal a Montevideo Portal. El presidente de la Asociación le pidió perdón al mandatario por el tono de la misiva, pero le explicó que fue la manera que tuvo para llamar la atención sobre lo que estaba ocurriendo con su rubro.
Abal mencionó que en la reunión con el mandatario el problema del sector se dividió en dos: por un lado la posibilidad de reiniciar la actividad de los cumpleaños infantiles y por el otro la situación de los salones de bodas y cumpleaños de 15. Con lo primero hubo flexibilidad, pero en lo segundo el presidente se opuso terminantemente.
En el primer caso, Abal explicó que los adultos están sentados como en un bar y los niños juegan como si fueran en la escuela, por lo que a priori no habría mayores problemas sanitarios.
Con respecto a lo segundo, le ofreció al presidente hacer una prueba el 24 de agosto. "Teniendo en cuenta que se van a organizar muchas fiestas clandestinas, desde la Asociación se planteó que se habilitaran eventos con capacidad limitada, con lista de invitados e hisopados al azar. Luego, cerrar los salones por 15 días y comprobar si hubo positivos", dijo. En caso negativo, se proponía ir implementando esa modalidad con los eventos. Sin embargo, Lacalle dijo que eso representaba un riesgo que el Gobierno no podía asumir. El mandatario le recordó que estuvo totalmente en contra de la cuarentena obligatoria pero que en este caso concordaba en que no se puede permitir la realización de casamientos y cumpleaños de 15.
La semana pasada, Lacalle Pou se contactó con Abal y le comentó que había dado instrucciones para acelerar el tema de protocolo y que iba a haber novedades, algo que se hizo efectivo ayer con el anuncio del secretario de Presidencia, Álvaro Delgado. "Todo apunta entonces a que los salones infantiles van a reiniciar su actividad", dijo Abal.
El otro tema que sigue su curso es el pedido de exoneraciones fiscales para el sector. Esta tarde habrá una reunión con la ministra de Economía, Azucena Arbeleche para negociar estos puntos. Abal explicó que aunque el sector está congelado, todavía "hay que pagar los gastos estatales, personales, alquileres". "Por eso hay muchos que quedaron en camino y otros que tomaron el riesgo de endeudarse a la espera de que se normalice", agregó.
El presidente de la Asociación de Salones de Fiestas dijo que hay una treintena de emprendimientos que ya decidieron cerrar y vender. Aclaró que se hizo un cálculo de quienes trabajan en salones y los empleos derivados directa o indirectamente de su actividad, estimándose que hay cerca de 50.000 puestos de trabajo. "Son 250.000 jornales al mes, es una cifra importante, pero al no estaré agrupados hubo otros rubros que fueron atendidos más rápidamente", señaló.