La Cancillería emitió un comunicado “ante la expulsión del personal diplomático uruguayo en Venezuela”, en el que expresó que el gobierno nacional “lamenta la decisión del régimen venezolano” de exigir el retiro de los funcionarios diplomáticos de Uruguay y otros seis países, además de sacar a los suyos de esas jurisdicciones.

“Se trata de una medida injustificada y desproporcionada, que responde de forma intempestiva a la legítima preocupación planteada por nuestro país y por la comunidad internacional ante las irregularidades y la falta de transparencia constatadas en el proceso electoral”, manifestó el Ministerio de Relaciones Exteriores.

Señalaron que la decisión de Maduro “deja, además, en situación de desprotección y corta el vínculo con su país a los miles de venezolanos que han tenido que abandonar su tierra en los últimos años, y que encontraron en Uruguay su lugar de residencia permanente”.

“Uruguay continuará exigiendo en los ámbitos que corresponda un escrutinio transparente, auditado y arbitrado internacionalmente, que refleje de forma fehaciente la voluntad del pueblo venezolano que este domingo 28 de julio se expresó de manera masiva y pacífica en las urnas para elegir democráticamente a sus autoridades”, añade la misiva.

La embajadora uruguaya en Venezuela, Silvana Montes de Oca, única funcionaria diplomática en el país, retorna a Montevideo esta semana, según dijeron desde Cancillería a Montevideo Portal.

El gobierno venezolano decidió este lunes retirar “todo su personal diplomático en las misiones en Argentina, Chile, Costa Rica, Perú, Panamá, República Dominicana y Uruguay”, en respuesta a la declaración conjunta de sus cancillerías sobre las elecciones en el país caribeño. A su vez, el régimen de Maduro solicitó a estos países que retiren “de manera inmediata” a sus representantes en territorio venezolano, según se manifestó en un comunicado de la Cancillería de Venezuela.

En el texto, Venezuela expresó “su más firme rechazo ante la injerencistas acciones y declaraciones de un grupo de gobiernos de derecha, subordinados a Washington y comprometidos abiertamente con los más sórdidos postulados ideológicos del fascismo internacional”.