La relación del presidente de Argentina, Javier Milei, con sus perros ha levantado polémica en el país, después de que surgieran dudas sobre con cuántos canes interactúa y el estado de salud de su mastín, Conan, del que el mandatario habló indistintamente como vivo y como muerto.
El portavoz presidencial, Manuel Adorni, consideró este jueves “irrespetuosas” las preguntas de un periodista a propósito de las mascotas de Milei.
“Es meterse con su familia, y me parece que tenemos que dejar de hablar de determinadas cuestiones”, consideró el portavoz en su rueda de prensa diaria en la Casa Rosada.
Adorni criticó a quienes cuestionan la idoneidad del mandatario para su cargo, tras haberse conocido la rutina diaria de Milei con sus perros en la residencia presidencial de la Quinta de Olivos.
Según aseguró el presidente en una entrevista con CNN a comienzos de abril, sus “hijos de cuatro patas”, a los que visita al inicio de cada jornada en la Quinta de Olivos (residencia presidencial), son cinco —Conan, Murray, Milton, Robert y Lucas— y no cuatro, como había afirmado repetidamente en el pasado.
Antes y durante la campaña electoral, el presidente contó en varias ocasiones que su primer mastín, Conan, había fallecido en 2017, aunque el ultraliberal siempre ha hablado en términos presentes del animal.
Milei aseguró en varias ocasiones que Conan había sido “clonado” varias veces y, según afirma el periodista Juan Luis González en el libro El Loco, una biografía no autorizada del mandatario, este se comunicaba con el animal a través de una médium y que, incluso su hermana, Karina Milei, habría aprendido estas dotes para que el “diálogo” fuera con su participación.
Lo cierto es que Milei nunca ha sido muy claro en lo relativo a sus apreciadas mascotas, que ya fueron polémicas al inicio de su mandato, cuando se pusieron en duda los elevados costes que conllevó el acondicionamiento de un espacio propio para los animales en la residencia presidencial, y que el presidente dijo iba a costear de su bolsillo.
El entorno del mandatario resta importancia a este aspecto de la vida personal de Milei, un líder político conocido a nivel mundial por sus extravagancias.
“Si el presidente dice que hay cinco perros, hay cinco perros. […] No entiendo qué te cambia que sean cuatro perros, cinco perros o 43 conejos, ¿cuál es la diferencia?”, dijo Adorni al ser preguntado días atrás, también en Casa Rosada.
En las calles de Buenos Aires, los perros de Milei protagonizan carteles publicitarios, grafitis contrarios al mandatario, y son usados repetidamente en pancartas mostradas durante manifestaciones.
“Conan no existe” es el lema más repetido entre quienes aducen que hablar de los perros del libertario no es ninguna banalidad.
EFE