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Política

El camino del mulitero

La meseta del 50%: la estrategia de Orsi en busca de ganar las elecciones internas del FA

La táctica trazada por el precandidato y sus asesores hace meses fue no bajar de su techo en intención de voto, algo que está logrando.

17.06.2024 17:40

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2024-06-17T17:40:00-03:00
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Por Aníbal Falco

“Tenemos que ganar para volver a ser lo que siempre supimos. Estar del lado del pueblo, tener las orejas y la cabeza muy bien abiertas. No queremos gobernar solo para una mitad del país. Queremos hacerlo para la gente y los que sueñan con un Uruguay mejor. La vida es esa espiga que florece sin más entre los cardos y nos espera cada día con un cálido abrazo. Cuento con ustedes, cuenten conmigo”.

Esas fueron las palabras escogidas por Yamandú Orsi para finalizar su discurso el 3 de marzo de 2024, cuando el exintendente de Canelones, que se ha mantenido en forma constante como favorito en las distintas encuestas de cara a las elecciones internas del 30 de junio, lanzó oficialmente su precandidatura presidencial por el Frente Amplio (FA).

El lugar elegido no fue casual. La Plaza Lafone de La Teja —icónico y simbólico espacio para la coalición de izquierda— estaba colmada de puestos de comida, banderas, militantes, stands de las decenas de sectores que apoyan al precandidato y dirigentes de primera línea que acompañan su pretensión de convertirse en el próximo presidente de la República.

La potente orgánica del Movimiento de Participación Popular (MPP) y del Espacio 609 —más amplio que el MPP y la lista más votada desde 2004— prendía motores a toda máquina, ahora sí. Esa, al menos, era la sensación que se percibía ese 3 de marzo para los ajenos a la militancia política.

Foto: Gastón Britos / FocoUy

Foto: Gastón Britos / FocoUy

Dos días antes, después de 19 de años de gestión al frente de la Intendencia de Canelones —primero como secretario general y luego casi una década como intendente departamental—, Orsi finalmente renunciaba a la comuna canaria para encarar un proyecto más ambicioso: el de presidir el país.

Aunque su nombre para ser el candidato por el FA resuena desde hace tiempo en el sistema político, incluso desde 2019 cuando, según supo Montevideo Portal, fue aconsejado por José Mujica de que no era el momento, a Orsi no le fue ajeno abandonar el lugar donde había trabajado casi 20 años.

Después de dos décadas en la Intendencia de Canelones ejerciendo cargos de gestión, se sentía a esa altura “un funcionario más”, confiaron fuentes políticas cercanas al precandidato. No obstante, era hora de pasar de página e ir por el objetivo de que el FA vuelva al poder en marzo de 2025

La estrategia trazada

Conscientes y confiados de que la figura de Orsi es mejor vista en el interior del país que la de su principal competidora para las internas, la intendenta de Montevideo (de licencia) Carolina Cosse, la estrategia de campaña del precandidato se enfocó en tres ejes centrales.  

Fundamentalmente: mantenerse en el rango del 50% de la intención de voto en la interna del FA (considerando que ese era su techo aproximado, según sus principales asesores), trillar en primer término el territorio en Montevideo e impulsar que la mayor cantidad posible del voto ideológicamente medio del electorado frenteamplista concurra a sufragar el próximo 30 de junio.

En esta línea, aunque todo el FA se ha trazado como objetivo aumentar el caudal electoral con respecto a las internas de 2019 —cuando cosechó 259.160 votos frente a los 457.372 que tuvo el Partido Nacional—, desde el MPP y el Partido Comunista (que apoya a Cosse) son conscientes de que poseen las estructuras más potentes para convocar al voto frenteamplista. He ahí la principal disputa entre los sectores más importantes que respaldan a Orsi y a Cosse. 

Primero, según dijeron a Montevideo Portal dirigentes que acompañan la precandidatura del dirigente canario, el objetivo trazado por el docente de historia y su comando de campaña fue priorizar las recorridas por los diferentes barrios de la capital del país, donde desde su rol de jerarca departamental la ingeniera había adquirido mayor protagonismo mediático durante sus años de gestión al frente de la Intendencia de Montevideo.

Entre los principales dirigentes del FA la lectura política es clara: con diferencia, el mayor caudal y corazón electoral de la coalición de izquierda en las internas se juega en Montevideo y Canelones. En junio de 2019, 64% (es decir, seis de cada 10) de los votos al FA se dieron en esos departamentos. Fueron 167.410 de los 259.160 totales, según datos de la Corte Electoral.

Segundo, dadas las características particulares de las elecciones internas, que no son obligatorias, para las principales encuestadoras (Opción, Equipos, Cifra, Factum) resulta complejo proyectar con precisión la intención de voto de cada precandidato. Distinto es el caso cuando se trata de sufragios obligatorios, con mediciones que tienen márgenes de error más bajos.

Por tanto, esta coyuntura presenta más dificultades a la hora de proyectar los resultados finales que se conocerán en menos de dos semanas. Y las estrategias políticas seguidas por todos los precandidatos no son ajenas a esa incertidumbre.

La consultora liderada por Óscar y Eduardo Bottinelli (Factum) lo plasmaba de la siguiente forma en la última encuesta publicada: “Debe advertirse adicionalmente las singulares reglas electorales que rigen en las elecciones preliminares del 30 de junio. Es relevante señalar que estos escenarios pueden sufrir modificaciones en función del volumen de personas que finalmente concurran a votar, cuyo voto es voluntario, y donde además se registra un alto nivel de desconocimiento de la población sobre cuándo efectivamente serán las elecciones internas, además de una sobre declaración de concurrencia que afecta las posibles estimaciones. En las internas pasadas, a los partidos políticos los votaron alrededor de la tercera parte del electorado total, por lo que un escenario de este tipo de participación puede cambiar las cifras, especialmente en el Frente Amplio”.

La intención, en ese escenario, es para los sectores que apoyan a Orsi lograr aumentar sustantivamente la participación de los que se sienten frenteamplistas en la elección interna, como consecuencia de una visible moderación pragmática del MPP, sobre todo a partir de consensos sobre la estabilidad macroeconómica que incluso llevaron a que el economista Mario Bergara (líder de Convocatoria Seregnista Progresistas y fiel representante del astorismo) bajara su precandidatura para apoyar la de Orsi.

Esta concepción responde, justamente, a que la participación de los frenteamplistas en las internas suele estar asociada a votantes con una filiación partidaria más definida, la del militante más duro de su estructura orgánica. Por eso, desde el MPP y los sectores que apoyan a Orsi se tiene como objetivo aumentar el espectro de sufragistas que se sienten frenteamplistas, pero militan por el partido con menor intensidad.

La lectura es simple: cuantos más frenteamplistas con una visión moderada concurran el 30 de junio a votar, mayor será la ventaja que saque Orsi frente a Cosse.     

El techo del 50% y la meseta a sostener

Considerándose que corre como el “caballo ganador”, al menos según las encuestas, esa coyuntura política condicionó la estrategia a seguir por Orsi y su comando de campaña. Aunque en algunas circunstancias ha endurecido su tono crítico hacia el gobierno, ha optado por mantener una línea en general conciliadora como opositor. En apariencia —y más allá de las características discursivas-políticas de cada precandidato—, ha adoptado una mirada estratégica enfocada más en octubre y noviembre que en junio.

Sin embargo, hubo declaraciones puntuales del precandidato que generaron molestia en el gobierno y en el propio presidente de la República, Luis Lacalle Pou, cuando se refirió al caso del pasaporte entregado al narcotraficante uruguayo Sebastián Marset. En noviembre de 2023, Orsi calificó de “raros” los dichos de Marset (en entrevista brindada a Santo y Seña) y dijo que le sorprendió que fueran coincidentes con los argumentos que venía dando el Poder Ejecutivo.

Esos dichos en particular provocaron que Lacalle Pou increpara al frenteamplista en una actividad empresarial. “Vamo’ a tener que empezar a hablar mejor, eh. No, no, en serio te lo digo. Si querés tener una buena relación, tratá de cuidar los modales. Pará un poquito el tono", le dijo Lacalle a Orsi al momento que se estrechaban la mano. 

En tanto, en el caso de Cosse, su prédica política ha sido claramente más confrontativa, hablándole a la línea más dura del FA, ya desde que estaba al frente de la IM.

En esta línea, la táctica seguida por el comando de campaña de Orsi ha sido en el transcurrir de los meses “simple”, aseguraron fuentes políticas a Montevideo Portal. Que la intención de voto al precandidato no caiga y se mantenga en la meseta del 50%, en el entendido de que por más que Cosse pudiera crecer era improbable que lograra alcanzar ese nivel de votación.

Pese a algunas encuestas aisladas como la divulgada por Equipos en febrero, y las de Cifra y Opción en abril (que daban un empate técnico entre los dos precandidatos), más el escándalo político que provocó la falsa denuncia contra Orsi por una agresión a una mujer trans que presuntamente había ocurrido en 2014, tendencialmente —con vaivenes y altos guarismos de error—, la diferencia a favor de Orsi con respecto a Cosse se mantuvo, al menos desde agosto de 2023 según las distintas encuestadoras.  

Evolución de intención de voto

Según un relevamiento realizado por Montevideo Portal, en agosto de 2023 Orsi tenía el 46% de la intención de voto a la interna del FA, mientras que Cosse recogía el 35%. En octubre, las cifras divulgadas por Equipos marcaban 46% para el dirigente del MPP y 31% para la intendenta de Montevideo. La última encuesta presentada por la consultora liderada por Ignacio Zuasnabar en abril marcó 53% para Orsi y 37% para Cosse. Anteriormente, la de febrero de 2023 fue la más sorprendente, cuando Cosse alcanzó el 44% frente al 45% al por entonces intendente de Canelones: un empate técnico.  

“Mirado en retrospectiva, la interna frenteamplista ha tenido ciertas oscilaciones, tanto en la pregunta espontánea como en la guiada, particularmente en la medición de febrero. Si bien el orden entre los candidatos ha permanecido estable (Orsi por encima de Cosse), las magnitudes han tenido variaciones, lo que sugiere que hay electores frenteamplistas que aún no han cristalizado sus preferencias. Dado que ambos precandidatos reciben niveles de simpatías muy altos entre los adherentes frenteamplistas, no es descartable que estas oscilaciones puedan continuar también en las próximas semanas hasta la interna”, argumentó Equipos en abril.

En el caso de Opción, la última serie histórica divulgada, basada en “el electorado que seguro votaría en las internas del FA”, dio a Orsi 55% de las preferencias y a Cosse 35%. En abril, los números habían sido muy distintos: 47% Orsi y 44% Cosse. En tanto, la medición realizada entre febrero y marzo había marcado 51% para el exintendente de Canelones y 36% para la de Montevideo.

Por su parte, según Factum, las preferencias de los frenteamplistas por Orsi evolucionaron del 49% entre setiembre y octubre de 2023, al 54% en la última medición publicada este viernes (que considera mayo-junio de 2024). Cosse, por su parte, pasó del 37% al 38% en el mismo período evaluado.

La última medición de Cifra sobre los frenteamplistas que aseguraron que votarían en las internas muestra que un 52% lo haría por Orsi, mientras que 39% se inclinaría por la precandidata. Dicha consulta fue divulgada el 30 de mayo, con un margen de error estimado de +/- 5%.

En febrero, el exintendente canario había marcado 47%, Cosse 38%, al igual que en marzo, mientras que Orsi recogía el 49% de las preferencias entre los frenteamplistas en el tercer mes del año. En abril, sin embargo, la consultora registró una paridad mucho más importante entre los precandidatos: 47% Orsi y 45% Cosse.

“Mirando la evolución de la intención de voto entre los frenteamplistas que piensan participar de las internas, se observa que Cosse tuvo un crecimiento de siete puntos entre marzo y abril, llegando al 45%, pero ahora baja seis, y vuelve al apoyo que tenía a principios de año. Orsi, que se había mantenido por debajo del 50% de preferencias entre febrero y abril, crece cinco puntos en este último mes”, explicó Cifra en el trabajo.

Además de los escenarios iniciales, en abril, después de rumores, idas y vueltas, Bergara resolvió finalmente bajar su precandidatura para respaldar la de Orsi, lo que pudo haber impulsado de forma adicional un crecimiento en la intención de voto del dirigente del MPP.

La falsa denuncia y lo personal

En la noche del 7 de marzo de este año, la exmilitante del Partido Nacional y primera denunciante por explotación sexual de menores al exsenador Gustavo Penadés, Romina Celeste Papasso, acusó públicamente al precandidato del FA de haber agredido físicamente en junio de 2014 a una mujer trans que ejercía el trabajo sexual en las inmediaciones del Parque Roosevelt.

En la madrugada del miércoles 13 de marzo, Paula Díaz, la mujertrans supuestamente agredida, presentó la denuncia formal ante la seccional décima de Montevideo y relató los presuntos hechos de violencia que había vivido hace una década.

Finalmente, dos meses después, se comprobó que la acusación era falsa y que la acción había sido pergeñada por Díaz y Papasso. Esta última fue imputada por los delitos de asociación para delinquir, calumnia y difamación por la maniobra fraudulenta. Está cumpliendo prisión preventiva en el centro penitenciario Juan Soler, Unidad N° 10 del Instituto Nacional de Rehabilitación (INR). Por su parte, Paula Díaz fue condenada a 20 meses de prisión en un régimen de libertad a prueba por ser autora penalmente responsable por la comisión de un “delito de asociación para delinquir en concurso fuera de la reiteración, calumnia en reiteración real y difamación en calidad de autora”. 

En un principio, tras varios días de silencio después de la acusación que Papasso lanzó primero en redes sociales, Orsi finalmente convocó a una conferencia de prensa el mismo día que se concretó la denuncia policial —el 13 de marzo— para negar los señalamientos y afirmó que se trataba de una maniobra política.

Aunque fue un detalle discursivo que pasó desapercibido, el dirigente político destacó al comienzo de la rueda de prensa que ese tipo de situaciones de violencia efectivamente existen y procuró no descalificar a la denunciante.

“Hay un dolor que todos tenemos por estas personas trans que sufren violencia bastante más seguido de lo que pensamos. Lo otro que tengo para decir es que esta persona se confunde, por supuesto no era yo. O peor aún, sería mucho más triste todavía que alguien la esté usando. Acá no se están metiendo solo con la fuerza política, no solo con un candidato, sino con una persona y una familia”, señaló.

En las primeras declaraciones, el precandidato informó que procuraría no hablar más del tema, se dedicaría a seguir con la campaña electoral y que se encargarían de hacerlo su equipo de abogados liderado por el exfiscal de Corte Jorge Díaz, que conformó un grupo integrado por más de 15 personas que realizó una investigación paralela a la de Fiscalía.

No obstante, a pesar de que la denuncia fue finalmente desmentida y archivada, allegados al precandidato aseguraron a Montevideo Portal que fueron dos meses duros para Orsi en lo personal. El dirigente se apoyó en el respaldo de su círculo más íntimo. Amigos, dirigentes cercanos, pero en particular en su esposa, que fue “un sostén” fundamental para soportar la situación, señalaron.   

La investigación paralela

Según supo Montevideo Portal, el equipo de profesionales contratados por el MPP ya tenía recabada la información suficiente para probar que la denuncia era falsa. Se reconstruyó la agenda diaria de Orsi durante junio de 2014, se comprobó que Paula Díaz no había trabajado nunca en esa zona durante ese año, ni se había atendido en el lugar que dijo lo había hecho tras la supuesta agresión.

No obstante, la defensa de Orsi decidió no poner públicamente sobre la mesa la información recabada y optó por esperar a que Fiscalía actuara.

Según surge de declaraciones realizadas por el propio Jorge Díaz, el precandidato denunciado dio tres mandatos precisos a sus representantes legales: no interferir en el trabajo fiscal, que se realizara una investigación paralela y que no se amparasen en cuestiones formales para que la causa no avanzara.

“Esto es relevante porque, aunque podemos inferir que la intención era hacer la denuncia por un delito sexual, los hechos denunciados eran por un delito de lesiones. Y las lesiones personales tienen un requisito de procedibilidad para que el Estado investigue: un plazo de seis meses desde que ocurrió el hecho. Mientras que el hecho había ocurrido, según se denunciaba, en junio de 2014”, afirmó Díaz en Desayunos Informales (Canal 12).

Sin embargo, la defensa de Orsi no mencionó este aspecto formal hasta después de que se comprobó que la denuncia era falsa. Finalmente, la fiscal de Ciudad del Plata, Sandra Fleitas, decidió archivar la causa a principios de mayo.    

Afectación en encuestas y estrategia trazada

En conclusión, si se revisa la evolución de las distintas encuestas realizadas, la estrategia trazada por Orsi y sus asesores meses atrás —incluso antes de la denuncia— parece haber sido efectiva.

Con excepción de tres mediciones puntuales que mostraron paridad y un empate técnico entre los precandidatos —dos divulgadas en abril con la denuncia sobre la mesa (Cifra y Opción) y una en febrero (Equipos)—, el exintendente de Canelones se ha mantenido con una intención de voto siempre cercana al “techo” del 50% y no ha bajado.

En efecto, las últimas cuatro mediciones publicadas lo ubican con una intención de voto superior al 50%: Opción, 55%; Equipos, 53%; Cifra, 52%; y Factum, 54%. En este sentido, un posible interpretación, es que además de la suma del apoyo de Bergara, una vez desmentida la denuncia por agresión la imagen del precandidato haya salido fortalecida.   

Pero, en definitiva, encuestas son encuestas y votos son votos, por lo que habrá que esperar a lo que suceda en la cancha el próximo 30 de junio, cuando los frenteamplistas decidan quién será su candidato a la Presidencia. Porque en el comando de Orsi también saben que, todavía, el partido no se ha jugado.

Por Aníbal Falco


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