Los ministros del Interior y de Salud Pública, Jorge Larrañaga y Daniel Salinas, se reunieron con intendentes de departamentos de la franja costera para aunar criterios de actuación ante la pandemia por coronavirus en la temporada estival y el próximo fin de semana largo.
Daniel Salinas sostuvo ayer en conferencia que lo fundamental es anticipar y prevenir complicaciones mayores que puedan surgir por la aglomeración de personas, aunque, según aclaró, la situación continúa bajo control, porque no se ha perdido el hilo epidemiológico de los casos, reportó Presidencia.
"No somos alarmistas, somos realistas. Lo que llevó ocho meses construir, tenemos que ser proactivos y constructivos para mantenerlo. Hay que hacer un nuevo pacto social para cuidarnos, estar comprometidos para ver cómo manejamos este cambio en la civilización. Si se cae el estatus sanitario, habrá un efecto dominó en muchas áreas económicas, y estoy seguro de que nadie quiere eso", indicó.
Una de las posibilidades manejadas en este encuentro con los intendentes es la limitación del aforo en las playas más concurridas, informó Puntos de Vista (Radio Uruguay). El intendente electo de Rocha, Alejo Umpiérrez, dijo al programa que esta propuesta se debe a que hubo un aflojamiento por parte de la población en las medidas sanitarias.
"No es que sea imposible estar en la playa. Si se está con un área libre de arena en torno se puede estar sin tapabocas. Pero no podemos estar todos amontonados, como en una foto típica en La Balconada. No es nada sencillo, pero se va a intentar protocolizar el acceso a playas. La labor de la Policía se desborda", advirtió. Aclaró que el ministro Salinas está instrumentando cómo podría ser el protocolo para controlar la cantidad de gente en la temporada.
Los protocolos
¿Qué ha ocurrido en otros países con las playas? En Chile, por ejemplo, se presentó ayer el el protocolo y guía de recomendaciones para el uso de las playas, en el contexto de la pandemia del coronavirus.
Dentro de las medidas obligatorias se encuentra el uso de mascarilla en todo momento, excepto al ingresar al agua y cuando la persona no esté en movimiento, a dos o más metros de distancia de otra persona, según informó la cadena Meganoticias.
Se recomienda mantener cinco metros de distancia entre los grupos de personas, llevar alcohol en gel, evitar deportes masivos, evitar compartir artículos de playa, preferir locales de comercio establecido, evitar los alimentos en la playa, no dejar basura en la playa, evitar ir a la playa con alta concurrencia de personas y ante la presencia de síntomas, no salir de casa.
Para evitar contagios, se recomienda mantener cerrados los espacios donde puedan producirse aglomeraciones y clausurar equipamiento como juegos infantiles y máquinas de ejercicio.
En Chile incluso se anunció una app específica: PlayApp, con un listado de las playas más y menos visitadas, para que las personas puedan evitar aglomeraciones.
En España, a finales de junio se conoció el protocolo coordinado por el Instituto para la Calidad Turística Española con las autonomías y ayuntamientos, aunque cada municipio tenía libertad para añadir indicaciones.
Entre las medidas se encontraba la exigencia de carteles informativos sobre la nueva normativa. Se pedía distancia de dos metros entre bañistas tanto dentro como fuera del agua.
"Con el fin de garantizar el distanciamiento social, es posible que haya delimitación de la arena en zonas (entre las hamacas y las toallas) y filas, con el fin de que los bañistas de la primera línea guarden distancia con los que están a segunda línea y así sucesivamente hasta alcanzar la fila más alejada de la orilla", se recomendaba en esa guía inicial. En Málaga, por ejemplo, con la ayuda de un tractor se delimitaron cuadrículas en la arena de unos 2,5 metros de lado cada una.
La guía incluía carriles para entrar y salir de la playa, aforo limitado según el resultado de dividir la superficie de la arena entre la distancia de seguridad de dos metros y se sugería a los municipios limitar la cantidad de personas por grupo.