Mientras la Justicia argentina avanza en la investigación por el caso del avión que se estrelló en una casa de San Fernando, se conocen los primeros elementos de la previa al siniestro aéreo. 

La aeronave viajaba desde Punta del Este (Maldonado) hasta tierras argentinas y, por causas que se intentan establecer, terminó incrustándose contra una casa de familia antes de llegar al aeropuerto. Además, se supo que el avión es propiedad de la familia del presidente de River Plate de Argentina, Jorge Brito. 

Las víctimas fueron el piloto, Martín Fernández Loza, y su copiloto, Agustín Orforte. Ambos tocaron pista en el aeropuerto de San Fernando a las 13:18 horas del pasado miércoles; el avión se salió del asfalto dejando una impactante huella en el pasto. Además, se llevaron por delante el alambrado perimetral hasta darse de lleno contra la vivienda. 

Esto indica, según medios argentinos, que existió un desperfecto en el vehículo aéreo. De hecho, varios testigos declararon ante la Policía que Fernández y Orforte eran pilotos con experiencia y conocían la zona. Esto último fue vital, a entender de las autoridades, para evitar que la tragedia fuera mayor, dado que la aeronave ingresó por una zona donde no circula tanta gente. 

De hecho, un árbol que resultó impactado por la aeronave funcionó como una especie de contención y evitó que el avión siguiera aumentando su velocidad, según las pericias primarias de las cámaras de la zona donde se dio el siniestro. 

El avión es un Bombardier Challenger 300 LV-GOK, que tiene un tamaño medio y se utiliza como jet privado. Permite hasta nueve pasajeros y tiene asientos ajustables y mesas plegables, informó Infobae. Su capacidad es para ocho valijas y seis equipajes de mano.