Contenido creado por Aníbal Falco
Policiales

Lo que dictó el corazón

La historia de Lorena, la taxista que siguió al auto que mató a un hombre en Tres Cruces

La mujer de 49 años tuvo una panadería, trabajó en educación con niños con discapacidad y hace ocho meses que empezó con el taxi.

06.08.2024 14:51

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2024-08-06T14:51:00-03:00
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Montevideo Portal

Lorena Rocha estaba trabajando en la madrugada de este sábado cuando se encontró con una situación inesperada, que la marcará de por vida.

Sin embargo, su reacción fue un ejemplo de civismo y ciudadanía, cuando la trabajadora, de profesión taxista, fue testigo de un accidente fatal que le costó la vida a Guillermo Duglas, después de ser atropellado en pleno bulevar Artigas por un auto que estaba siendo conducido por un individuo alcoholizado. La espirometría arrojó que el joven de 26 años que lo manejaba tenía 1,9 gramos de alcohol por litro de sangre. Fue imputado por la Justicia y deberá cumplir, en principio, 60 días de prisión domiciliaria mientras dure la investigación.

Luego de ver el accidente y con pasaje arriba del taxi, Rocha notó que el vehículo que había atropellado a Duglas, de 41 años, no se detuvo y siguió la marcha a toda velocidad. Omitió brindar asistencia a quien finalmente resultó ser la víctima fatal.

“Lo veo de costado al muchacho, volando y picando en el piso. Fue una escena espantosa. Cuando veo que el auto no para, lo empiezo a seguir. Le pido permiso al pasaje, le digo: ‘Mirá, si no te molesta voy a seguirlo, porque no está parando y está incurriendo en omisión de asistencia’. Me dijo que sí y lo seguí. Paré, ellos bajaron y pensaron que yo la estaba dejando a ella [el pasaje] en su casa, pero los estaba siguiendo. Entran a su casa y se quedan adentro. Yo con mi teléfono grabé el auto todo roto y les golpeé la puerta para que salieran”, relató Rocha a Subrayado este lunes.

El accidente tuvo lugar en la madrugada (alrededor de las 6 de la mañana) del sábado en bulevar Artigas y Jorge Canning, y Rocha persiguió el vehículo hasta la esquina de Presidente Berro, a unas cuadras de allí.

En diálogo con Montevideo Portal, Rocha contó que trabaja en el rubro del taxi desde hace ocho meses, impulsada por el esposo de una amiga, pese a que ella consideraba que era un oficio vinculado a los hombres.

“Se me venían las cuentas y el marido de mi mejor amiga me lo propuso. Me dijo: ‘Si vos tenés libreta profesional, animate’. Al principio le dije que no, porque para mí era un trabajo más de varón. Pero me explicó que podía parar a quien quiera, podía elegir el viaje y, si desconfiás, no parás. Además, ahora trabajás mucho con la radio y vas directamente a una dirección puntual o a la casa”, dijo.

Anteriormente, la trabajadora tuvo una panadería con una socia, pero a pesar de que “no le iba mal”, decidió elegir un trabajo que dependiera solamente de ella ante situaciones de ausencia laboral que le complicaban la dinámica administrativa y sostener la producción como pretendía.

“Los panaderos son muy irresponsables. Decidí elegir un trabajo que dependiera solamente de mí. Yo no me enfermo, no falto, no me escondo, no miento, no me drogo, no tomo alcohol. A veces te faltan el día después de que les pagaste el aguinaldo”, resume.

Con 49 años y una hija de 21, Rocha también dedicó parte de su vida a dar clases de cocina en escuelas para niños con discapacidades: “Trabajaba en educación especial con niños con discapacidad, con síndrome de Down, autistas”.

Fatalidad y shock 

Luego de ver el accidente y perseguir el vehículo, Rocha detalló que las tres personas que incurrieron en omisión de asistencia miraron el vehículo antes de entrar a su casa. 

Antes de golpearles la puerta para que salieran, Rocha grabó con su celular el automóvil “todo roto”, material que, aunque llegó a enviar a la policía, ahora no tiene porque cuando regresaba de llevar a la pasajera a la zona de Portones Shopping, cerca de las 9 de la mañana, le robaron a punta de cuchillo en avenida Italia. Fue la primera vez que sufrió una rapiña en los ocho meses que hace que trabaja como taxista.

“Fue un día fatal y esa fue la señal de que me tenía que ir. Era una noche preciosa con movimiento en Montevideo y el Antel Arena requería de cantidad de móviles. Había trabajado lindo hasta las seis de la mañana que pasó esto. Después tuve que esperar a la Policía, declarar en la seccional y después de llevar a la muchacha, una divina, me pasa lo del robo. El que me robó lo trasladé un par de cuadras y me hizo doblar para Malvín Norte y ahí fue que me roban. Cuando llego a Propios [bulevar José Batlle y Ordóñez], me doy cuenta. Quedé tan shockeada que dejé seguir corriendo el reloj sin pasaje arriba. Eran las 9:26 de la mañana”, relató Rocha a Montevideo Portal.  

Sobre los protagonistas del accidente, Rocha consideró que inmediatamente se dio cuenta de que “eran chiquilines bien, pero que tuvieron esa fatalidad y la vida les enseñó de esa manera que no se puede tomar y manejar”. “Una forma feísima, cruda”, valoró.

“De todas formas, les hablé en un tono elevado, mal, porque me dio mucha impotencia. Le decían a la Policía cosas erróneas y eso me generó impotencia”, añadió.

En diálogo con Subrayado, Rocha había contado lo que les dijo a los jóvenes involucrados en el trágico hecho: “‘Llamá a la Policía y hacé la asistencia, porque si no llamo yo’. Eran tres venezolanos y uno de ellos salió a decirme que me tranquilizara, que estaban llamando. Le digo: ‘Bueno, llamá ya porque acabás de atropellar a una persona y no sé si no la mataste’. Cuando subí al taxi, llamé yo. La Policía vino enseguida y los empezó a interrogar”.

Sobre su accionar, había dicho este lunes a Montevideo Portal que “actuó por lo que le dictó el corazón y que tiene la conciencia tranquila”. “Estoy tranquila, aunque la imagen no me la voy a olvidar jamás”, agregó.

Montevideo Portal


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