El expresidente José Mujica comió el sábado 24 de abril una milanesa de pescado, y una espina o un hueso le provocó una lesión en el esófago. Tres días después de la ingesta, el malestar persistía, por lo que los médicos le realizaron varios análisis: endoscopia, biopsia y tomografía. La espina no apareció, pero todos los estudios clínicos han dado buenos resultados, informó a Montevideo Portal su doctora de cabecera, Raquel Pannone.
Si bien los médicos suponían que la úlcera detectada en el esófago de Mujica había sido provocada por un objeto extraño, debieron realizar una biopsia para descartar que se tratara de un tumor. "El resultado de la biopsia descartó otras posibilidades y despejó dudas sobre el origen de la lesión, que fue por el traumatismo y no por otra causa o patología", dijo Pannone, quien aclaró que Mujica será dado de alta "cuando está totalmente recuperado, lo que todavía no ha sucedido del todo, por los tiempos" de cicatrización de la úlcera detectada por los médicos en su esófago.
"Lo importante es que la gente se controle cuando tenga algún síntoma", alertó la doctora.
En el mismo sentido, Andrés Munyo, el otorrinolaringólogo que junto a su colega Martín Fraschini estudió al expresidente, destacó la importancia de que el exmandatario haya consultado a tiempo y advirtió con preocupación que se está generando un cuello de botella en al tratamiento de lesiones similares a las de Mujica, lo que agrava el diagnóstico de los pacientes.
Munyo, jefe del departamento de otorrinolaringología del Casmu, advirtió que "muchos pacientes no consultaron por miedo a exponerse al coronavirus, lo que generó un retraso histórico" en el diagnóstico de varias enfermedades, entre ellas, el cáncer.
Mientras, Mujica se recupera en su chacra, desde donde dijo a Montevideo Portal que está "fenómeno" y cumpliendo con las recomendaciones de los médicos.
Recuperación
"A mí me tuvieron un día y me hicieron una intervención. Es bastante invasivo porque te ponen un caño para poder detectar el lugar de la lesión. Lo mío era una lesión en el esófago como consecuencia de algún huesito o una espina que comí apresuradamente y lo tragué inadvertidamente en una milanesa de pescado. Enseguida sentí algo", contó horas después de recibir la confirmación de que los resultados de los estudios que le realizaron son favorables.
"Al otro día estaba más o menos potable, pero a los tres días estaba complicado, entonces fui (al sanatorio del Casmu)", contó el expresidente, a quien primero intentaron quitarle la espina o el huesito de pescado sin anestesia, y sin éxito. Entonces, su doctora de cabecera le planteó la necesidad de realizarle una endoscopia para quitar el objeto extraño que le causaba dolor.
"Me anestesiaron y me metieron un caño duro, detectaron la úlcera y a raíz de eso al otro día me largaron con una recomendación: comer comida blanda con mucho cuidado; nada de cáscara de pan y cosas duras. En realidad, estoy bien ahora, fenómeno; no siento nada", aseguró.
El expresidente informó que la principal novedad apareció en la ecografía. "Se encontraron con varias sorpresas del pasado: yo había perdido el bazo, y hay un bazo chiquito que se quedó ahí", comentó.
¿Cuándo consultar al médico?
La Sociedad de Otorrinolaringología del Uruguay conmemoró el 16 de abril el Día Internacional de la Voz con dos propósitos principales: concientizar a la población sobre la necesidad de prevenir y/o tratar los problemas relacionados con la salud vocal; y disminuir las tasas de morbimortalidad por patología laríngea, a través de su detección temprana.
En Uruguay se diagnostican unos 13.000 casos nuevos de cáncer (exceptuando al cáncer de piel distinto al melanoma), y más de 8.000 pacientes mueren por esta enfermedad al año. El país registra una tasa de incidencia similar a los países desarrollados, pero con una mortalidad más elevada.
Los cánceres de cabeza y cuello causan en Uruguay unas 300 muertes al año, y la reducción de las secuelas y la sobrevida están íntimamente vinculadas al estadío en que se detecta el tumor.
Los especialistas recomiendan que se consulte al médico si se sienten alguno de estos síntomas por dos o tres semanas: disfonía; una llaga en la garganta que no cicatriza o un bulto en el cuello que no se va; y dolor mantenido o dificultad para tragar. "Todos esos síntomas pueden ser iniciales de tumores de cabeza o cuello y en esos casos hay que consultar", informó Munyo.
"Una endoscopia con aparatos modernos permite visualizar la mucosa de la vía aérea digestiva superior. Entonces, la nuestra es una especialidad de ver: podemos visualizar prácticamente todas las zonas donde se podrían desarrollar estos tumores", agregó. Munyo se muestra especialmente preocupado porque "muchas consultas de otorrino se cancelaron, o se empezaron a hacer de forma telefónica, y muchos pacientes no consultaron por miedo a exponerse, lo que generó un retraso histórico" en los diagnósticos.
"Hay otorrinos en todo el país, pero es fundamental la detección precoz, porque estos tumores van creciendo semana a semana; entonces, si lo ve el otorrino en Artigas, que atiende una vez por semana, y le hace un pase para Montevideo al paciente, quizá ese pase lleva un mes para coordinar la consulta con el especialista en Montevideo, y dos o tres meses, para que te piden la valoración. Para hacer una biopsia, hay que dormir a muchos de estos pacientes, y capaz que pasaron tres meses desde que el paciente sintió los síntomas iniciales", concluyó.
Tabaco, alcohol y HPV
Munyo explica que hay tres factores principales de riesgo para el cáncer de cabeza y cuello: el tabaco, el alcohol y el Virus del Papiloma Humano (HPV). "Estos factores han ido cambiando en la historia. Hace 30 años, el tabaco y el alcohol eran los factores de riesgo principales, y en las últimas décadas el HPV se convirtió en un factor de riesgo para cánceres de cabeza y cuello, porque algunos serotipos del HPV, sobre todo el 16 y el 18, tienen un papel en los tumores de orofaringe: base de lengua y amígdalas, que son los que más frecuentemente se ven", plantea el especialista.
El otorrino advirtió que en las últimas dos décadas "ha habido un cambio poblacional de los pacientes, sobre todo porque este tipo de tumores que se veían en personas de 60 y 70 años, fumadores y alcoholistas, se empezó a ver tumores en población más joven, mujeres y hombres de 40 y 50 años, que no eran fumadores ni alcoholistas".
Desde hace varios años, en Europa, EEUU y Uruguay se está estudiando por rutina la relación o no del HPV con cada tumor maligno. Munyo destacó que "los pacientes que padecen cáncer por mutación del HPV tienen mejor pronóstico y generan una mejor respuesta a tratamientos complementarios con quimioterapia".
El otorrino alertó que el HPV se puede transmitir también mediante besos o sexo oral, siendo esta última práctica la principal vía de contagio. "Los estudios de papanicolaou revelan que hay un alto porcentaje de mujeres que tienen el virus del papiloma humano. Muchas veces son asintomáticas, pero es el mismo virus que el que genera el cáncer de cuello uterino. Se ha visto que en hombres eso se deposita en las criptas, los orificios de las amígdalas, y si ese virus se sigue reproduciendo o se mantiene, podría producir un tumor", agregó el médico.
"El pronóstico de estos pacientes va de la mano del estadío en que están cuando consultan. El 70% u 80% de los pacientes consulta en estadíos avanzados; por eso la importancia de la detección precoz. Las cifras mundiales indican que, en este tipo de cánceres, el 50% de los pacientes se va a morir en cinco años. En síntesis: de los pacientes que se captan en estadío 1, se salva el 90% o 95%, mientras que de los pacientes que se captan en estadío 4 se salva el 20%", explicó.
La Sociedad de Otorrinolaringología del Uruguay prepara una campaña de concientización para mejorar la detección precoz de estos tumores.