El mes de enero que acaba de culminar se caracterizó por una marcada escasez de precipitaciones, situación que hizo las delicias de los veraneantes, pero que en realidad causó más problemas que beneficios: agravó la sequía, favoreció los incendios forestales y afectó el suministro de agua potable en algunas zonas.
A lo largo del mes, en más de una ocasión se anunciaron lluvias, pero estas no llegaron o bien alcanzaron niveles irrisorios. A modo de ejemplo, durante la tercera semana del mes se anunciaron fuertes precipitaciones para el sábado 21. Sin embargo, en esa fecha lució un sol de justicia, y las gotas brillaron por su ausencia.
Ahora, los pronósticos coinciden en que partir del jueves el cielo se abrirá sobre nuestras cabezas y el agua caerá en abundancia. Sin embargo, no hay consenso en la extensión temporal de estas precipitaciones. En concreto, las dudas se centran en lo que sucederá el sábado.
Ayer, en declaraciones a Montevideo Portal, el meteorólogo José Serra adelantó que las lluvias se producirán entre el jueves y el viernes, y no habrá durante el sábado y el domingo.
Sin embargo, el Instituto Uruguayo de Meteorología es menos terminante, e incluye en su pronóstico una “probabilidad media” de precipitaciones para el sábado y “nula” para el domingo.
Más extremo es el anuncio del servicio internacional Weather.com, que cifra en nada menos que en un 98% las probabilidades de precipitaciones para el sábado. Y al igual que los otros dos pronósticos mencionados, avizora un domingo sin aguas.