El presidente de la República, Luis Lacalle Pou, participó este viernes de un acto en el asentamiento San Miguel, en el que UTE ingresó 400 hogares a su Plan de Inclusión Social al proporcionarles tendido eléctrico. Durante el acto, el mandatario realizó algo que, según recordó, nunca había hecho: leyó ante los presentes la carta de Carolina, una vecina del barrio, que fue entregada por su hija.
En la misiva, la mujer le agradece al presidente que haya concurrido al barrio, y asegura: “No es un lugar cualquiera, sino uno que comenzó al inicio de su mandato”.
La vecina describe al barrio como “humilde, en crecimiento”; como uno que “comenzó en un barrio abandonado, lleno de basura, con chircas y pasto más alto” que los “niños” que allí residen.
“Si mira alrededor, verá gente humilde con pocos o, a veces, nulos recursos que tratan cada día de ser y estar mejor. Aquí conviven diferentes nacionalidades, personas con diferentes costumbres, pero con los mismos sueños”, como “tener un lugar para que la familia crezca lo más decorosamente posible”, dice Carolina.
La vecina de San Miguel le recuerda al presidente que entre las personas del barrio han compartido desde herramientas a platos de comida, así como también juegos con los más pequeños. “Siempre tratamos de ayudarnos”, asegura.
“Lo que en enero de 2020 comenzó con carpas en medio de pasto y barro, luego se transformó en cabañas de madera, y hoy de a poco hay construcciones de material, cada uno hornero de su propia casa. No queremos, como dicen muchos, vivir ni obtener nada de arriba. Solo queremos mejorar de a poco el sitio donde vivimos, y esperamos que la luz sea el puntapié, que no nos olvide apenas suba a su coche”, expresa la mujer.
Así, deseó que Lacalle Pou recuerde al mirar al barrio que no tienen calles, que adultos y niños salen entre el barro, aunque han tratado de arreglarlas con lo que pueden.
“A estudiar y trabajar, que necesitamos el agua, algo tan esencial, y hemos hecho todas las diligencias para solicitarlas”, dice Carolina.
Tras leer la carta, Lacalle Pou aseguró: “Estamos en un hecho importante. Solo el tiempo dirá si venir acá fue para terminar con algo o para empezar con más, y de eso se trata. Los vecinos y los que estamos obligados, que somos nosotros los gobernantes”.
Según informó UTE, tras la inauguración de este viernes son unas 400 familias las que ingresan al Plan de Inclusión Social de UTE. En el barrio viven unas 1.000 personas, de las que 400 son menores de edad.
Así, el ente explicó que la población de San Miguel es “una comunidad muy diversa, en la que se encuentran afincados inmigrantes y sus familias, provenientes de países como Panamá, Perú, Venezuela, República Dominicana, Cuba, Bolivia, entre otros, y también del interior de nuestro país”.