El Banco Central del Uruguay divulgó este jueves los datos del Producto Interno Bruto (PIB) correspondientes al segundo semestre de 2023, que registró un “descrecimiento de 2,5% con relación al mismo trimestre de 2022”.
Durante el segundo trimestre del año, la macroeconomía uruguaya se contrajo 1,4% con respecto al primero, tras sufrir una caída de la actividad en particular en el sector agropecuario (-27,4%), en la energía eléctrica, gas y agua (-11,8) y en la construcción (-6,6%).
“Desde el enfoque de la producción, se destaca la caída de las actividades agropecuaria, pesca, minería y energía, en donde se vieron impactos de la sequía, parcialmente contrarrestado por el desempeño positivo de las actividades del transporte y almacenamiento, información y comunicaciones, actividades profesionales y arrendamiento”, consignó el BCU en el resumen ejecutivo.
Por su parte, desde el enfoque de la demanda hubo “una disminución externa que no fue compensada por el aumento de la demanda interna”, pese a que se dio un incremento en el gasto de consumo final de los hogares.
“La demanda externa presentó una reducción en el volumen físico de las exportaciones de 6,3%, mientras que las importaciones se incrementaron 7,5%, resultando en una contracción de la demanda externa en términos de volumen físico respecto al mismo trimestre del año anterior”, informó el BCU.
En términos desestacionalizados, la actividad económica se contrajo 1,4% en comparación al primer trimestre de 2023.
“El desempeño del PIB del Q2 (segundo trimestre) fue peor a lo previsto, pero también se revisaron al alza cifras del Q1 (primer trimestre). En la medición interanual, la caída que reporta el BCU es de 2,5%. La sequía y el fin de las obras asociadas al proyecto UPM 2 fueron determinantes claves de la caída. Sin embargo, varios rubros de servicios tuvieron un desempeño pobre en el último trimestre”, resumió la consultora Exante desde su cuenta de Twitter (X).