Este domingo, la directora gerente del Fondo Monetario Internacional (FMI), Kristalina Georgieva, advirtió que las tensiones económicas mundiales provocadas por el conflicto bélico entre Rusia y Ucrania podrían generar consecuencias sociales en Medio Oriente y otras regiones del mundo.
Durante su presentación en el Foro económico de Doha en Catar, Georgieva alertó que la población más pobre del planeta es la que más sufre el impacto del conflicto y de las sanciones a Rusia porque los alimentos se han encarecido mucho y hay menos trabajo. “Cuando los precios se disparan, y los pobres no puedan alimentar a sus familias, saldrán a las calles", afirmó.
La directora del FMI indicó que la situación actual recuerda la antesala de las protestas de 2011 conocidas como “primavera árabe”, cuando un aumento exponencial del precio del pan desató protestas antigubernamentales en países de Medio Oriente y norte de África.
"Una cosa que sabemos sobre problemas en algún lugar, (es que) viajan, no se quedan ahí", agregó Georgieva, conforme a lo informado por la cadena de noticias catarí Al Jazeera.
Por su parte, la autoridad solicitó una mayor cooperación internacional para resolver la escasez de materias primas y de suministros de energía provocados por la invasión rusa a Ucrania, país exportador de granos cuya producción agraria se encuentra frenada.
En tanto, Rusia es un gran productor de gas y abastece a Europa a través de gasoductos que pasan por Ucrania. En este sentido, Georgieva pidió que “por favor trabajen juntos. Los productores de petróleo, los productores de gas y los productores de alimentos hoy están en posición de reducir la incertidumbre", al tiempo que dijo que Ucrania es un importante productor de trigo: “Cuanto más rápido se vayan los tanques, más rápido volverán los tractores" a los campos de ese país.
Por último, indicó que para julio “necesitamos la cosecha de Ucrania, para estabilidad de los precios de los alimentos”.