Tras el recuento del 95% de las papeletas, Isabel Díaz Ayuso, presidenta regional y candidata a la reelección al frente de la lista del Partido Popular (PP), duplicaba su resultado de los últimos comicios de 2019, y obtenía 65 de los 136 escaños de la cámara madrileña.
"Hoy empieza un nuevo capítulo en la historia de España", proclamó una emocionada Díaz Ayuso desde el balcón de la sede del PP, ante cientos de seguidores exultantes.
"Hoy desde Madrid, desde el kilómetro 0, vamos a recuperar el orgullo (...) la convivencia, la unidad y la libertad que necesita España", añadió la política madrileña, afirmando que tras esta victoria para los conservadores el gobierno de izquierdas de Pedro Sánchez "tiene los días contados".
A falta de la mayoría absoluta, fijada en 69 escaños, el PP necesitará el apoyo de la extrema derecha de Vox (13 diputados). La líder regional de Vox, Rocío Monasterio, declaró de inmediato que facilitará la investidura de Díaz Ayuso, como ya hizo hace dos años.
A su vez, el Partido Socialista de Sánchez cosechó el peor resultado de su historia en la región, con 24 escaños, bajo el mando de su candidato regional Ángel Gabilondo. "No nos lo esperábamos", dijo éste apesadumbrado.
La izquierda radical de Podemos, encabezada en estos comicios por su líder Pablo Iglesias, obtuvo 10 escaños, muy por detrás de su escisión Más Madrid, que empata en escaños e incluso supera en votos a los socialistas.
Ciudadanos, un partido de centro-derecha liberal que cogobernó con el PP en la anterior legislatura en Madrid y llegó a ser el tercer partido de España en 2019, desaparece del parlamento regional.
La participación fue muy elevada y apunta a más de un 76%.
Las de este martes fueron las primeras elecciones en Madrid desde el estallido de la pandemia en marzo de 2020, especialmente virulenta en la capital, que tuvo que improvisar hospitales de campaña y una morgue en una pista de patinaje sobre hielo.
Todavía ahora, con 15.000 decesos de un total de 78.000 en el país, la región capitalina registra de las peores incidencias por covid-19, con un 44% de sus camas de cuidados intensivos ocupadas con pacientes de esta enfermedad.
- La presidenta de los bares -
Sin embargo, los conservadores, que gobiernan Madrid desde hace 26 años, capitalizaron la arriesgada política de medidas laxas promovida desde hace casi un año por Díaz Ayuso, que se tradujo en la apertura continuada de bares, restaurantes y salas de espectáculos.
Esta resistencia a las presiones del gobierno central y la oposición para que endureciera restricciones le valió amplias simpatías, especialmente entre la restauración que bautizó cervezas o pizzas en su honor.
"Ayuso se merece que la quieran por lo que ha hecho, abrir los bares y dar trabajo", aseguró José Luis Cordón, funcionario de 63 años que votó por ella.
El resultado de estos comicios anticipados sólo tiene una validez de dos años, ya que los madrileños deberán votar de nuevo en 2023, cuando a más tardar se celebrarán elecciones legislativas nacionales.
A la espera de esa cita, el PP, desbancado del poder central en 2018, presentó la "batalla de Madrid" como antesala de la futura pugna electoral con Pedro Sánchez, quien gobierna en coalición con la izquierda radical de Podemos.
"Hoy vivimos un punto de inflexión en la política nacional", declaró en ese sentido el presidente del PP, Pablo Casado.
"El gobierno de coalición que gobierna en España seguirá siéndolo durante muchos años", dijo horas antes Iglesias, que abandonó una vicepresidencia del gobierno para competir en Madrid.
- Eslóganes y amenazas -
La campaña se desarrolló dentro de una estricta lógica de bloques, con los partidos de la derecha (PP, Vox y los liberales de Ciudadanos) a cara de perro frente al tridente de izquierdas (PSOE, Podemos, y su escisión Más Madrid).
Los debates sobre problemas concretos como la gestión de la pandemia, la carestía de la vivienda o la inversión en servicios públicos se hicieron oír poco.
En un clima de eslóganes lanzados entre bloques a modo de invectivas ("comunismo o libertad", "fascismo o democracia"), sacudieron la campaña las amenazas dirigidas a varios líderes políticos, entre ellos Díaz Ayuso y Pablo Iglesias, en forma de sobres con balas dentro.
El sufragio se celebró bajo estrictas medidas sanitarias para minimizar el riesgo de contagio para los electores y el personal electoral. Las autoridades pidieron a las personas con coronavirus o sospechosas de tenerlo que acudieran al colegio electoral a última hora.
Con información de Agencias