El secretario general de la ONU, Antonio Guterres, pidió este domingo un alto el fuego “inmediato” en la Franja de Gaza, que el ejército israelí sigue bombardeando tras siete meses de guerra que dejan ya, según Hamás, más de 35.000 muertos.

Equipos de la AFP y testigos reportaron nuevos bombardeos israelíes en varios puntos de Gaza, incluyendo en Rafah, en el extremo sur del territorio palestino, donde las tropas israelíes preparan una gran ofensiva terrestre.

Al menos 63 personas murieron en las últimas 24 horas en Gaza, según el ministerio de Salud del territorio, gobernado por Hamás desde 2007. Un hospital indicó que recibió 18 cuerpos en las últimas 24 horas.

“Reitero mi llamamiento, el llamamiento de todo el mundo a un alto el fuego humanitario inmediato, a la liberación incondicional de todos los rehenes y a un aumento inmediato de la ayuda humanitaria”, declaró Antonio Guterres en un discurso en video ante una conferencia internacional en Kuwait.

“Pero un alto el fuego solo será el comienzo. Será un largo camino para recuperarse de la devastación y el trauma de esta guerra”, añadió durante el evento, en el que donantes se comprometieron a destinar más de 2.000 millones de dólares en dos años para las operaciones humanitarias en Gaza.

La ONU advirtió que la ayuda humanitaria está bloqueada desde que las tropas israelíes entraron el lunes en el este de Rafah y tomaron el paso fronterizo con Egipto, sellando una entrada vital a este territorio amenazado de hambruna.

Según el portavoz de la autoridad de los puestos fronterizos de Gaza, Hicham Adwan, “vehículos militares israelíes avanzaron desde la frontera (...) y se adentraron unos 2,5 kilómetros”.

“No sabemos adónde ir”

El ejército israelí afirmó que sus tropas siguen realizando operaciones “selectivas” en el este de Rafah y que “diez terroristas de Hamás fueron eliminados allí”.

Israel insiste en la necesidad de lanzar una operación en esta ciudad, donde se concentran 1,4 millones de personas, en su mayoría desplazados internos por la guerra, al considerar que allí están situados los últimos batallones de Hamás.

El ejército israelí indicó que unos 300.000 palestinos ya salieron desde el lunes de los barrios del este, tras ordenar su evacuación. Añadió que estos lugares fueron “escenario de actividades terroristas de Hamás”.

El jefe de Derechos Humanos de la ONU, Volker Türk, estimó que una ofensiva israelí a gran escala en Rafah contravendría el “derecho internacional humanitario”.

El jefe de la diplomacia estadounidense, Antony Blinken, aseguró en la cadena NBC que esa operación provocaría “caos” y “anarquía”, “sin resolver sin embargo el problema” ya que “seguirá habiendo miles de miembros armados de Hamás”.

Estados Unidos, principal aliado del Estado hebreo, advirtió esta semana a Israel que dejará de suministrarle algunas armas, si lanza una ofensiva a gran escala en Rafah.

“La situación es cada vez más peligrosa y los bombardeos están cada vez más cerca. No sabemos adónde ir. No hay ningún lugar seguro”, dijo a la AFP Farid Abu Eida, un desplazado en Rafah.

Las fuerzas israelíes también emitieron órdenes de evacuación para Jabaliya y Beit Lahia, en el norte de la Franja de Gaza, donde afirma que Hamás “intenta reconstruirse”, e informaron de una “operación importante en el distrito Zeitun de la ciudad de Gaza.

“Revés” para las negociaciones

La guerra estalló el 7 de octubre de 2023 con una incursión de milicianos islamistas de Hamás que mataron a 1.170 personas, según un recuento de la AFP en base a datos oficiales israelíes.

Tras un canje de rehenes por presos palestinos durante una tregua de una semana en noviembre, las autoridades israelíes calculan que 128 siguen en Gaza, aunque 36 habrían muerto.

La ofensiva de represalia de Israel ha dejado hasta ahora 35.034 muertos en Gaza, según el ministerio de Salud del gobierno de Hamás.

Hamás acusó el domingo en un comunicado al primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, de atacar Rafah para “echar por tierra” las negociaciones sobre una tregua y la liberación de rehenes israelíes retenidos en Gaza desde el 7 de octubre.

El movimiento islamista también condenó las declaraciones del presidente estadounidense Joe Biden, que aseguró la víspera que un alto el fuego sería posible “mañana” mismo si Hamás liberara a los rehenes.

“Lo consideramos un revés con respecto a los resultados de la última ronda de negociaciones”, declaró Hamás, que el lunes aceptó una propuesta de tregua presentada por Catar y Egipto, países mediadores junto a Estados Unidos, pero que Israel consideró estaba “lejos de [sus] exigencias.

AFP