La Junta Departamental facultó a la Intendencia de Montevideo (IM) a expropiar los terrenos sobre los que está construido el Castillo Idiarte Borda, un monumento histórico de Uruguay y cuya historia es realmente llamativa.
La resolución de la Junta indica que se facultó a la comuna a "que expropie totalmente, con destino renovación urbana, dos padrones ubicados con frente a la Avenida Lezica esquina Iturbe, en donde se encuentra el Monumento Histórico Nacional conocido como Casa Quinta del expresidente Juan Idiarte Borda".
Según la resolución, fue el Municipio G quien pidió que se haga la expropiación de los terrenos, "ya que se trata de una edificación única y es motivo de atracción turística y patrimonial".
"Allí vecinos y vecinas de la zona, a través de la Asociación Civil Amigos del Castillo Idiarte Borda, llevan a cabo actividades sociales y culturales desde hace ocho años", pero la concesión de parte del propietario vencía el pasado domingo, precisamente, el Día del Patrimonio.
En la resolución se indica que "los padrones en cuestión son pasibles de ser expropiados al amparo de la Ley Nº 18.308, de fecha 18 de junio de 2008, pudiendo de esta manera el Gobierno Departamental adquirir el destacado bien patrimonial que se identifica como un espacio único de gran significación histórica para la zona y para el Departamento de Montevideo en su conjunto".
En contacto con Montevideo Portal, el alcalde del Municipio G, Gastón Silva, dijo que hasta este domingo el lugar estuvo cogestionado por la Intendencia y el Municipio luego de un arreglo al que el Ministerio de Educación y Cultura llegó con el propietario del bien. Silva dijo que el municipio es el que pagaba a los funcionarios que trabajaban allí, además de la luz, el agua y otros gastos de funcionamiento.
Ahora que se venció el convenio con el dueño del castillo, los vecinos no podrán seguir realizando actividades en el lugar. Por este motivo, como el castillo es Monumento Histórico Nacional y, por tanto, declarado de interés departamental, una serie de leyes amparan a la IM para expropiarlo una vez acordado un precio con el propietario.
El abogado asesor de Planificación de la IM, Alberto Quintela, dijo a Montevideo Portal que al menos tres leyes amparan a la IM para expropiar el terreno y que lo ideal sería acordar un precio con el propietario, aunque de no hacerlo se iría a un juicio que probablemente dure años. En caso de ir a un juicio será un juez quien decida el precio de la propiedad. La IM tiene pensado lograr la renovación del comodato con el propietario del castillo para que los vecinos puedan seguir haciendo los talleres mientras duran las negociaciones.
Quintela dijo que la idea es que "la IM se quede formalmente con la propiedad del castillo, la casa y los jardines, en atención a que es un bien muy importante, Monumento Histórico Nacional y de interés departamental, y fundamentalmente por la actividad que los vecinos llevan desde 2012 en adelante".
"A los efectos de no tener un retroceso en la actividad vecinal es que se decidió adquirir este importantísimo bien", explicó. Expresó que perderlo sería "una pena porque se echa para atrás este trabajo" que durante ocho años hicieron los vecinos.
Su primer y su último dueño
Juan Idiarte Borda fue presidente de Uruguay entre 1894 y 1897. El 25 de agosto de 1897, a los 53 años, fue víctima del único magnicidio registrado en Uruguay. Un hombre lo mató de un balazo en Ciudad Vieja luego de una misa celebrada en la Iglesia Matriz. Idiarte Borda había mandado a construir la mansión en Lezica. Sin embargo, nunca llegó a ocuparla.
En una reciente conversación con la Agencia Efe, el psicólogo social e investigador en culturas populares de América Latina Néstor Ganduglia narró que la esposa de Idiarte Borda sí llegó a vivir en la casa.
"Fue ella (doña Matilde) quien empezó a afirmar, unos cuantos años después, que todavía veía a su marido caminando por los pisos superiores y, sobre todo, por la torre de la casa", relató el investigador.
Tras el fallecimiento de doña Matilde, la casa estuvo muchos años desocupada y fue testigo de "algún hecho de sangre en situaciones muy confusas", señaló en aquella entrevista el experto, quien agregó que eso hechos estaban ligados a intrusos o delincuentes que usaron el edificio como lugar de escondite.
Muchísimos años después de la muerte de Matilde, una empresa organizadora de eventos se hizo con el lugar. Pero a principios de los años 2000 la empresa organizó, sin saberlo, su último casamiento.
Según los testimonios recabados por el investigador, el personal de servicio empezó a sentir cosas extrañas, aunque la peor parte se la llevó la novia. "En algún momento, la novia fue al baño a retocarse el maquillaje y, segundos después, se escuchó un grito que puso la sangre helada al casamiento entero. Paralizó todo, y la novia salió llorando a gritos del baño y gritando que había un hombre completamente envuelto en sangre en el baño".
Allí no había nadie, pero esa fue la última boda que albergó el Castillo Idiarte Borda, según Ganduglia.
Actualmente el castillo es de un hombre que está preso. Tiempo atrás, una sociedad anónima liderada por el excomisario de Policía español José Manuel Villarejo, que cumple prisión provisional en su país como sospechoso de varios casos de corrupción, había adquirido la propiedad.