La Corte Suprema de Brasil decidió este miércoles enviar a juicio penal al expresidente Jair Bolsonaro por su presunta participación en un intento de golpe de Estado para impedir la asunción del actual mandatario Luiz Inácio Lula da Silva, tras las elecciones de 2022.
La decisión se selló con los votos afirmativos del juez instructor Alexandre de Moraes y los ministros Flávio Dino y Luiz Fux, lo que bastó para definir el futuro judicial del exmandatario. Bolsonaro, de 70 años, no compareció en la sala del Supremo Tribunal Federal (STF) durante esta jornada.
La Fiscalía lo acusa de liderar una organización criminal armada que intentó anular los resultados electorales mediante la abolición violenta del Estado democrático de derecho, intento de golpe de Estado, daño calificado y deterioro del patrimonio público. Las penas por estos delitos podrían alcanzar hasta 40 años de prisión.
Según la acusación, el plan contemplaba acciones como la elaboración de un decreto para instaurar un “estado de defensa” e incluso el asesinato de Lula y del juez De Moraes. El golpe no se concretó, según las investigaciones, por la falta de respaldo de las Fuerzas Armadas.
Además, la investigación vincula directamente a Bolsonaro con los disturbios del 8 de enero de 2023, cuando miles de sus simpatizantes asaltaron las sedes del Congreso, el Palacio del Planalto y la Corte Suprema en Brasilia.
Este juicio, que se enmarca en un país aún marcado por la memoria de la última dictadura militar (1964-1985), representa un hecho histórico y un punto de inflexión en la política brasileña. Bolsonaro, considerado uno de los líderes de la nueva ola de extrema derecha a nivel global, ha negado los cargos y se declara un “perseguido político”.
Con información de Agencias