El año pasado los legisladores acordaron un proyecto de ley para prohibir los castigos corporales y psicológicos a los menores de edad a su cargo. Si bien parece recoger el "sentir popular", algunos criticaron el excesivo celo ante castigos que los padres aplican comúnmente a sus hijos.
Una lectura de esta ley permite afirmar que el coscorrón o el tirón de pelo que muchos padres proporcionan a sus hijos está prohibido, según informa Últimas Noticias.
Más allá de cualquier especulación, una encuesta realizada por Interconsult investigó el tema, y el 51% de los consultados se inclina por "imponer la autoridad paterna antes que dialogar con los niños", mientras que la otra mitad prefiere el diálogo, aunque ello no suponga el abandono de la imposición de autoridad como último recurso. La actitud de diálogo es más frecuente entre los menos educados y entre los residentes del interior del país.
En cuanto al castigo corporal, un 53% entiende que no debe castigarse al menor bajo ninguna circunstancia. Mientras tanto, un 37% cree que debe hacerse en algunas ocasiones, y un 8% "muchas veces", sumando un 45%. El informe presenta una contradicción, ya que entre los sectores con menor nivel de instrucción, que aparecían como más dialoguistas, aparecen más proclives al castigo corporal.
Con respecto a la actualidad, un 85% de los encuestados cree que los niños son castigados, sumado el 46% que opinó "frecuentemente" y el 39% de "algunas veces".
Finalmente, en lo que tiene que ver con la ley aprobada en el parlamento, casi 6 de cada 10 uruguayos creen que "era necesaria" para evitar los abusos.