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LA IMPRONTA Y LA PREVIA

Kessman según Kessman

Alberto juega con muchas cosas en su relato. Sus oyentes ven como un tipo natural y espontáneo frente a los micrófonos y disfrutan de sus deslices lingüísticos ocasionalmente subiditos de tono.



Un día -sin querer- el relator eructó al aire durante un Paysandú Bella Vista Nacional, otra vez abrió una trasmisión desde un Sudamericano diciendo "La puta que lo parió, hace como diez días que no tomo nada...".

Consultado sobre el manejo de las groserías , una de las piedras angulares de la imagen que los escuchas tienen de Kesman, Alberto nos habla de la impronta:

El uso y no el abuso. Yo creo en la impronta. Conocí relatores de fútbol que se apuntaban lo que iban a decir si había un gol. Yo nunca apliqué eso, porque la gente capta la impronta, lo que es espontaneidad y lo que está preparado. Lo que está preparado es pura demagogia, lo que es espontáneo es lo que vos sentís en ese momento. Jamás me apunté nada, si le erré alguna vez, si pequé de atrevido o de grosero, si pequé de bueno -tuve la dicha de ser bueno- fue por espontáneo. A mi me gusta mucho más lo espontáneo, no me gusta lo que está todo preparado. Creo que todos somos iguales, no hay que pensarse superior porque uno sale por televisión y habla por la radio.

Mi referente principal es Solé. Pero tengo que admitir que acá Heber Pinto innovó dentro del relato de fútbol... lo que significó hacer vivir a la tribuna el espectáculo, las notas desde los vestuarios, que fueron creadas por Heber Pinto y se transformaron en un permanente de la radiotelefonía. La llegada de un Víctor Hugo Morales, que le agregó al relato de fútbol una óptica periodística de crítica y de opinión, que también marcó presencia dentro de esta profesión.

¿Qué hice yo por esta profesión? Creo que la desencacillé, le di cierta espontaneidad, impronta, reacción que llegó al límite de la grosería, pero sin querer ser grosero. Grosero es aquel que voluntariamente quiere serlo, pero aquel que espontáneamente dice lo que piensa no.

El Clan 10, Kesman, la reserva y la previa

Cuenta Alberto:

Cuando trabajaba en radio Ariel llegó el Clan 10, la famosa escuela de periodistas. Ellos eran Víctor Hugo Morales, Jorge Da Silveira, Amadeo Otatti y pidieron un relator para trasmitir la reserva. Ahí me recomendaron a mi que me quedé dos años en el Clan 10. Da Silveira y Otatti me dijeron para trasmitir la reserva, pero yo les dije que no, que prefería ser suplente, que cuando Víctor Hugo Morales no pueda relato yo, pero no quiero acostumbrarme a que la gente se acostumbre -valga la redundancia- a escucharme como reservista, yo quiero trasmitir primera, prefiero esperar el momento . Eso hizo que las radios entraran a funcionar con trasmisiones previas, entraran a informar, a reportear, a comentar y se llegó a las trasmisiones de hoy. Las previas comienzan cuando yo, sin querer, le digo a Da Silveira y a Otatti que prefiero esperar y fomento la previa.

Montevideo COMM / Portal / Ricardo Leiva